Ficha de partido
CP Mérida
0 - 2
Valencia CF
Equipos titulares
1
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
UrbanoJosé María
11'
Momparlet
39'
Correa
42'
Descanso
45'
Pedja MijatovicAsist: Fernando Gómez
51'
Fernando GómezAsist: Pedja Mijatovic
54'
PrietoCuellar
57'
Paco Camarasa
61'
Paulo Sergio ViolaPepe Gálvez
62'
PissarevSinval
65'
Vicente EngongaXabier Eskurza
70'
Antonio PoyatosJose Ignacio Sáenz
76'
Momparlet
84'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: CP Mérida
Records vs CP Mérida
Máximo goleador: Pedja Mijatovic (3 goles)
Goleador rival: Marcos (1 goles)
Más partidos: Enrique Romero (3 partidos)
Mayor victoria: 3 - 0 (09.03.1998)
Mayor derrota: 0 - 1 (03.11.1997)
Más repetido: 0-1 (1 veces)
Crónica
Objetivo cumplido. Se logró la victoria, se sumaron los tres puntos en juego y no se defraudó en la visita realizada al campo de un equipo que en teoría era muy inferior y que también dejó constancia de ello en la práctica. En esta ocasión no se ha fallado, no se ha cometido el error de perdonar, pese a que en el primer tiempo se hizo, pero no en el segundo.
Pedrag Mijatovic salió de su estado de hibernación que le había venido caracterizando en este inicio de campeonato y protagonizó las dos jugadas, las más espectaculares y también las que resultaron decisivas dado que con ellas llegaron los goles. Fueron tres minutos de ensueño donde el balón en sus pies adquiría una especial relevancia. El primer gol, con independencia de la duda, fue de bellísima factura, pero sin duda quedará constancia para el recuerdo la jugada que trajo consigo el segundo tanto. Su internada por la banda izquierda fue de las que marcan la diferencia. El Valencia inició el partido con la pretensión de dejar constancia de su superioridad y de esta forma durante el primer minuto se estuvo pasando el balón de un jugador a otro sin que ninguno del Mérida lo pudiese interceptar. Esta prueba de fuerza se plasmó durante los primeros 45 minutos, donde el dominio correspondió por completo a los hombres de Luis Aragonés, pero, eso sí, exhibiendo una lentitud y horizontalidad desesperantes. Ni Mazinho ni José Ignacio fueron capaces de entregar el balón en buenas condiciones.
Las ocasiones de gol durante la primera parte también se inclinaron del lado del Valencia. Primero fue Fernando en el minuto tres y, a renglón seguido, Gálvez. Con posterioridad, en los minutos 23 y 24, primero José Ignacio y luego Gálvez volvieron a desperdiciar claras ocasiones de gol. Otero, por su parte, es un jugador que, desde que ha llegado al Valencia no ha demostrado el por qué de su internacionalidad y ayer volvió a dejar constancia de por qué esta exposición. La única opción de gol del Mérida vino en un pase largo de Dulanto que cogió perfectamente la espalda al citado Otero para que Quique Martín se internase con fuerza y decisión y su duro disparo fuese rechazado por Zubi. Hubiera sido el colmo, pero en fútbol no se puede ir perdonando y dejando entrever superioridad, hay que ejecutarla.
Cuando la situación más propicia parecía para el Valencia, y llegando a los últimos diez minutos, Zubi fue protagonista de una increible jugada, de esas que involuntariamente sirven para reirse un rato en el video doméstico. Transcurría el minuto 35 cuando el guardamente se disponía a sacar de puerta, con tan mala suerte que resbaló espectacularmente y entregó el balón al adversario, pero por fortuna a éste le pilló tan de sorpresa que le costó reaccionar. Con la llegada del segundo gol, también en el segundo tiempo, se albergó la esperanza de que el marcador podía haber sido de escándalo. Jugadas hubo para ello por parte de Mijatovic y Viola, pero quizás faltó fortuna o mejor acierto en el remate final.
Gustó la predisposición de Luis Aragonés cuando en el primer acto no tuvo reparo en salir al borde del terreno de juego para indicar a sus jugadores una mayor ambición para consumar el triunfo. Pero esta actitud la mantuvo cuando su equipo iba ganando por dos a cero, lo que dice mucho y bien a favor del técnico. Viola no fue alineado en el once inicial, y durante el tiempo que jugó se le vio con ganas de buscar el gol, aunque su comportamiento fue muy interesante.
Pedrag Mijatovic salió de su estado de hibernación que le había venido caracterizando en este inicio de campeonato y protagonizó las dos jugadas, las más espectaculares y también las que resultaron decisivas dado que con ellas llegaron los goles. Fueron tres minutos de ensueño donde el balón en sus pies adquiría una especial relevancia. El primer gol, con independencia de la duda, fue de bellísima factura, pero sin duda quedará constancia para el recuerdo la jugada que trajo consigo el segundo tanto. Su internada por la banda izquierda fue de las que marcan la diferencia. El Valencia inició el partido con la pretensión de dejar constancia de su superioridad y de esta forma durante el primer minuto se estuvo pasando el balón de un jugador a otro sin que ninguno del Mérida lo pudiese interceptar. Esta prueba de fuerza se plasmó durante los primeros 45 minutos, donde el dominio correspondió por completo a los hombres de Luis Aragonés, pero, eso sí, exhibiendo una lentitud y horizontalidad desesperantes. Ni Mazinho ni José Ignacio fueron capaces de entregar el balón en buenas condiciones.
Las ocasiones de gol durante la primera parte también se inclinaron del lado del Valencia. Primero fue Fernando en el minuto tres y, a renglón seguido, Gálvez. Con posterioridad, en los minutos 23 y 24, primero José Ignacio y luego Gálvez volvieron a desperdiciar claras ocasiones de gol. Otero, por su parte, es un jugador que, desde que ha llegado al Valencia no ha demostrado el por qué de su internacionalidad y ayer volvió a dejar constancia de por qué esta exposición. La única opción de gol del Mérida vino en un pase largo de Dulanto que cogió perfectamente la espalda al citado Otero para que Quique Martín se internase con fuerza y decisión y su duro disparo fuese rechazado por Zubi. Hubiera sido el colmo, pero en fútbol no se puede ir perdonando y dejando entrever superioridad, hay que ejecutarla.
Cuando la situación más propicia parecía para el Valencia, y llegando a los últimos diez minutos, Zubi fue protagonista de una increible jugada, de esas que involuntariamente sirven para reirse un rato en el video doméstico. Transcurría el minuto 35 cuando el guardamente se disponía a sacar de puerta, con tan mala suerte que resbaló espectacularmente y entregó el balón al adversario, pero por fortuna a éste le pilló tan de sorpresa que le costó reaccionar. Con la llegada del segundo gol, también en el segundo tiempo, se albergó la esperanza de que el marcador podía haber sido de escándalo. Jugadas hubo para ello por parte de Mijatovic y Viola, pero quizás faltó fortuna o mejor acierto en el remate final.
Gustó la predisposición de Luis Aragonés cuando en el primer acto no tuvo reparo en salir al borde del terreno de juego para indicar a sus jugadores una mayor ambición para consumar el triunfo. Pero esta actitud la mantuvo cuando su equipo iba ganando por dos a cero, lo que dice mucho y bien a favor del técnico. Viola no fue alineado en el once inicial, y durante el tiempo que jugó se le vio con ganas de buscar el gol, aunque su comportamiento fue muy interesante.