Ficha de partido
FC Barcelona
1 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Popescu
23'
Ferrer
34'
Patxi Ferreira
35'
Jose Ignacio Sáenz
41'
Descanso
45'
RogerGuardiola
52'
Carlos ArroyoIomar Mazinho
59'
ÓscarBakero
61'
Gaizka MendietaXabier Eskurza
63'
Paulo Sergio ViolaPepe Gálvez
67'
ProsineckiKodro
72'
Figo
79'
Prosinecki (Pen.)
83'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: FC Barcelona
Records vs FC Barcelona
Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (36 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)
Crónica
El Barça tuvo anoche la suerte de los campeones. Un penalti, a ocho minutos del final del encuentro y cuando más estaba apretando el Valencia la meta de Busquets, valió el triunfo y los tres puntos más laboriosos de esta Liga para el cuadro azulgrana. El Camp Nou lo celebró por todo lo alto porque fue el positivo broche a un auténtico partidazo, disputado de poder a poder entre dos equipos que nunca renunciaron a nada.
Cuando el 0-0 parecía poco menos que inamovible, uno reflexionaba sobre la nueva regla de los tres puntos por victoria ya que Barça y Valencia pudieron sumar tan solo uno por barba cuando jugaron uno de los encuentros de mayor talante ofensivo y con mayor número de oportunidades de gol de los que hemos presenciado en los últimos tiempos. Hubiera sido una triste paradoja. Sobre el Camp Nou estaban los dos últimos técnicos que han dirigido el Barça en una batalla de estrategias que resultó interesantísima. También estaban los dos últimos porteros titulares, Zubi y Busquets, ambos excelentes. Y hombres que se medían como rivales cuando habían sido hasta compañeros de La Masía, como Iván de la Peña y Engonga por no hablar de Eskurza, que hizo la pretemporada como jugador barcelonista. Sin embargo el choque tuvo muy poco de fraternal. Resultó disputadísimo, con un ritmo muy vivo y alguna entrada escalofriante. Para que no faltara de nada, Díaz Vega se sumó a la fiesta con su show particular repartiendo las primeras tarjetas amarillas de manera polémica y descolgandose con una roja directa a Joan Cruyff, fuera del banquillo. El idilio entre ambos viene de lejos. La pasada temporada se pusieron a caldo respectivamente tras el Madrid-Barça del Bernabéu. Y anoche decidieron pasarse factura. El técnico azulgrana le echó al público encima tras una jugada protestada y el árbitro lo expulsó del banquillo. Por fortuna, en la segunda parte, hubo menos violencia y un arbitraje más moderado que, finalmente, hasta se haría perdonar con el penalti que le valió el triunfo al Barcelona.
Fue una jugada de contragolpe, absolutamente clave, puesto que en aquellos momentos, el Valencia estaba atacando con autoridad. Mijatovic mareaba a la defensa barcelonista y Luis Aragonés había dado entrada a Viola como claro exponente de su ambición. En las gradas llegó a temerse lo peor cuando Figo mandó un testarazo al interior del área para Óscar, que entró rápido y decidido forzando la doble entrada de los centrales valencianistas, Engonga y Ferreira. Hicieron un apetitoso bocadillo del joven jugador azulgrana, jugada que, al final, les costó el partido.
Prosinecki, que como Oscar, había salido en la recta final del choque, cuando peor pintaban las cosas, lanzó el castigo con pie de maestro y ubicó el balón fuera del alcance de Zubizarreta. Fue el 1-0 que bastó para amarrar el triunfo más laborioso y caro de los que ha conseguido el Barça en mucho tiempo. Una alegría para el barcelonismo que, tras 80 minutos de alta tensión, lanzó un amplio suspiro de alivio. La única lectura frustrante fue la del Valencia que, realmente, no hizo un partido para caer derrotado, pero pagó el clásico y duro precio de todos los equipos que, consiguendo crear peligro en el Camp Nou, perdonan sus oportunidades. Hasta una docena de remates y llegadas al área de Busquets contabilizamos en el equipo de Luis Aragonés, pero nadie tuvo inspiración para culminar. En cambio el Barça, que no exhibió esta vez ni la magia de Iván de la Peña ni la pólvora de Kodro ni las genialidades de Figo, fue poco a la fuente pero supo mojar en el momento más oportuno. La ley del más fuerte decidió un choque que, aún desarrollándose más de 80 minutos sin goles, fue un auténtico espectáculo.
Lo mejor del partido fue su ritmo, su vibración, su juego de ida y vuelta a una y otra portería, donde ambos guardametas tuvieron repetida oportunidades para su lucimiento.
Cuando el 0-0 parecía poco menos que inamovible, uno reflexionaba sobre la nueva regla de los tres puntos por victoria ya que Barça y Valencia pudieron sumar tan solo uno por barba cuando jugaron uno de los encuentros de mayor talante ofensivo y con mayor número de oportunidades de gol de los que hemos presenciado en los últimos tiempos. Hubiera sido una triste paradoja. Sobre el Camp Nou estaban los dos últimos técnicos que han dirigido el Barça en una batalla de estrategias que resultó interesantísima. También estaban los dos últimos porteros titulares, Zubi y Busquets, ambos excelentes. Y hombres que se medían como rivales cuando habían sido hasta compañeros de La Masía, como Iván de la Peña y Engonga por no hablar de Eskurza, que hizo la pretemporada como jugador barcelonista. Sin embargo el choque tuvo muy poco de fraternal. Resultó disputadísimo, con un ritmo muy vivo y alguna entrada escalofriante. Para que no faltara de nada, Díaz Vega se sumó a la fiesta con su show particular repartiendo las primeras tarjetas amarillas de manera polémica y descolgandose con una roja directa a Joan Cruyff, fuera del banquillo. El idilio entre ambos viene de lejos. La pasada temporada se pusieron a caldo respectivamente tras el Madrid-Barça del Bernabéu. Y anoche decidieron pasarse factura. El técnico azulgrana le echó al público encima tras una jugada protestada y el árbitro lo expulsó del banquillo. Por fortuna, en la segunda parte, hubo menos violencia y un arbitraje más moderado que, finalmente, hasta se haría perdonar con el penalti que le valió el triunfo al Barcelona.
Fue una jugada de contragolpe, absolutamente clave, puesto que en aquellos momentos, el Valencia estaba atacando con autoridad. Mijatovic mareaba a la defensa barcelonista y Luis Aragonés había dado entrada a Viola como claro exponente de su ambición. En las gradas llegó a temerse lo peor cuando Figo mandó un testarazo al interior del área para Óscar, que entró rápido y decidido forzando la doble entrada de los centrales valencianistas, Engonga y Ferreira. Hicieron un apetitoso bocadillo del joven jugador azulgrana, jugada que, al final, les costó el partido.
Prosinecki, que como Oscar, había salido en la recta final del choque, cuando peor pintaban las cosas, lanzó el castigo con pie de maestro y ubicó el balón fuera del alcance de Zubizarreta. Fue el 1-0 que bastó para amarrar el triunfo más laborioso y caro de los que ha conseguido el Barça en mucho tiempo. Una alegría para el barcelonismo que, tras 80 minutos de alta tensión, lanzó un amplio suspiro de alivio. La única lectura frustrante fue la del Valencia que, realmente, no hizo un partido para caer derrotado, pero pagó el clásico y duro precio de todos los equipos que, consiguendo crear peligro en el Camp Nou, perdonan sus oportunidades. Hasta una docena de remates y llegadas al área de Busquets contabilizamos en el equipo de Luis Aragonés, pero nadie tuvo inspiración para culminar. En cambio el Barça, que no exhibió esta vez ni la magia de Iván de la Peña ni la pólvora de Kodro ni las genialidades de Figo, fue poco a la fuente pero supo mojar en el momento más oportuno. La ley del más fuerte decidió un choque que, aún desarrollándose más de 80 minutos sin goles, fue un auténtico espectáculo.
Lo mejor del partido fue su ritmo, su vibración, su juego de ida y vuelta a una y otra portería, donde ambos guardametas tuvieron repetida oportunidades para su lucimiento.