Ficha de partido
Valencia CF
1 - 2
FC Barcelona
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Stoichkov
5'
Pedja MijatovicAsist: Oleg Salenko
12'
Jorge Otero
19'
Descanso
45'
Koeman (Pen.)
51'
Fernando Gómez
52'
AmorFerrer
53'
Guardiola
56'
Vicente EngongaÁlvaro Cervera
57'
Nadal
58'
Bakero
60'
Sánchez JaraNadal
69'
Koeman
73'
Roberto FernándezAntonio Poyatos
75'
Stoichkov
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: FC Barcelona
Records vs FC Barcelona
Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (36 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)
Crónica
El fútbol, las ocasiones y el dominio los puso el Valencia. El eterno aspirante que nunca gana nada. La experiencia, la fortuna, el oportunismo y los goles los puso el Barcelona. El campeón de las últimas cuatro Ligas. En el descuento, Hristo Stoichkov estableció la frontera que existirá siempre entre los pobres de espíritu y los elegidos para las grandes conquistas. El Barcelona no jugó bien. No trianguló el balón como lo hacía en las últimas temporadas, ganándose el afecto y la simpatía de la mayoría de los aficionados al fútbol de este país. Pero supo rentabilizar su escaso repertorio apuntillando a un rival brillante, más ágil y veloz, pero tremendamente torpe de cara al marco rival. Baste reseñar que Busquets fue la figura del Barcelona para comprender que el equipo de Parreira hizo cosas muy raras a la hora de buscar las redes de su enemigo más odiado.
Lo cierto es que todo se puso de color blanco antes de cumplirse el cuarto de hora de partido, cuando Oleg Salenko debió un pase magistral al segundo palo tras sortear con elegancia e inteligencia a Abelardo. El servicio del ruso fue devorado por Mijatovic en la misma boca del gol. El Valencia se ponía con ventaja y el Barcelona se mostraba como un boxeador aturdido después de encajar un golpe bajo, de esos que te dejan sin respiración hasta obligarte a abandonar la pelea. El K.O. lo tuvo el Valencia en los guantes de Salenko (por tres ocasiones), de Poyatos y Mijatovic. Pero en todos esos lances en los que un jugador ve franca la posibilidad de sentenciar el partido, apareció la arrebatadora figura de Busquets.
Anoche reapareció el Busquets brillante, ágil e imperturbable que ha conseguido hacer crecer entre la afición del Barcelona tantos admiradores como los detractores que se le presuponen de antemano. El Barcelona tardó mucho tiempo en contemplar las familiares manoplas de Zubizarreta. De hecho, el portero titular de la selección española no hizo acto de presencia hasta el minuto 43, cuando un primoroso pase picado de Romario a Koeman -de lo poco brillante que hizo anoche el brasileño- obligó a Zubizarreta a arrojarse a los pies del futbolista holandés para evitar el empate.
En medio de un campo pesado por las lluvias caídas esta semana, Oleg Salenko perdonó la vida al campeón en la primera jugada del segundo tiempo. El máximo goleador del Mundial de Estados Unidos se quedó solo, encaró a Busquets y se encontró con una primorosa salida del portero azulgrana, que sólo podría haber sido vulnerada con una vaselina que no debió pasar por la imaginación del ariete valencianista. El Barcelona esperó sus oportunidades y le llegaron en dos chispazos aislados. El primero enmudeció Mestalla en el minuto 53. Stoichkov remató al poste y el rechace lo lanzó Bakero en busca del empate. Fernando lo evitó con su mano. Pero su expulsión y el consiguiente penalti permitieron a Koeman esterilizar su esfuerzo y dejar al Valencia con un peón menos.
El Barcelona no supo aprovecharse de la superioridad numérica e, incluso, tuvo que sufrir las contras de Mijatovic y Roberto, que disfrutaron de dos ocasiones para sentenciar el partido. Pero en esta Liga el que nunca perdona es Stoichkov. El búlgaro es único. Aprovechó un resbalón de Camarasa para meterse en el área y doblar la mano izquierda de Zubizarreta. Esa zurda se empeña en ganar su quinta Liga consecutiva.
Lo cierto es que todo se puso de color blanco antes de cumplirse el cuarto de hora de partido, cuando Oleg Salenko debió un pase magistral al segundo palo tras sortear con elegancia e inteligencia a Abelardo. El servicio del ruso fue devorado por Mijatovic en la misma boca del gol. El Valencia se ponía con ventaja y el Barcelona se mostraba como un boxeador aturdido después de encajar un golpe bajo, de esos que te dejan sin respiración hasta obligarte a abandonar la pelea. El K.O. lo tuvo el Valencia en los guantes de Salenko (por tres ocasiones), de Poyatos y Mijatovic. Pero en todos esos lances en los que un jugador ve franca la posibilidad de sentenciar el partido, apareció la arrebatadora figura de Busquets.
Anoche reapareció el Busquets brillante, ágil e imperturbable que ha conseguido hacer crecer entre la afición del Barcelona tantos admiradores como los detractores que se le presuponen de antemano. El Barcelona tardó mucho tiempo en contemplar las familiares manoplas de Zubizarreta. De hecho, el portero titular de la selección española no hizo acto de presencia hasta el minuto 43, cuando un primoroso pase picado de Romario a Koeman -de lo poco brillante que hizo anoche el brasileño- obligó a Zubizarreta a arrojarse a los pies del futbolista holandés para evitar el empate.
En medio de un campo pesado por las lluvias caídas esta semana, Oleg Salenko perdonó la vida al campeón en la primera jugada del segundo tiempo. El máximo goleador del Mundial de Estados Unidos se quedó solo, encaró a Busquets y se encontró con una primorosa salida del portero azulgrana, que sólo podría haber sido vulnerada con una vaselina que no debió pasar por la imaginación del ariete valencianista. El Barcelona esperó sus oportunidades y le llegaron en dos chispazos aislados. El primero enmudeció Mestalla en el minuto 53. Stoichkov remató al poste y el rechace lo lanzó Bakero en busca del empate. Fernando lo evitó con su mano. Pero su expulsión y el consiguiente penalti permitieron a Koeman esterilizar su esfuerzo y dejar al Valencia con un peón menos.
El Barcelona no supo aprovecharse de la superioridad numérica e, incluso, tuvo que sufrir las contras de Mijatovic y Roberto, que disfrutaron de dos ocasiones para sentenciar el partido. Pero en esta Liga el que nunca perdona es Stoichkov. El búlgaro es único. Aprovechó un resbalón de Camarasa para meterse en el área y doblar la mano izquierda de Zubizarreta. Esa zurda se empeña en ganar su quinta Liga consecutiva.