Ficha de partido
Valencia CF
1 - 0
Celta de Vigo
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Vicente Engonga
20'
Pedja Mijatovic
37'
Mariano Hoyas
39'
Descanso
45'
Pedja MijatovicAsist: Juan Carlos Rodríguez
60'
Eloy OlayaÁlvaro Cervera
65'
Iomar Mazinho
65'
Juan SánchezMerino
65'
Fernando Giner
66'
TorilUribarrena
70'
Lubo Penev
75'
Andoni Zubizarreta
76'
Toril
79'
Roberto FernándezVicente Engonga
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Celta de Vigo
Records vs Celta de Vigo
Máximo goleador: Mundo Suárez (23 goles)
Goleador rival: Hermida (9 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (25 partidos)
Mayor victoria: 7 - 0 (28.04.1946)
Mayor derrota: 1 - 5 (17.12.1950)
Más repetido: 1-1 (21 veces)
Crónica
Hubo muchos que se marcharon bostezando de Luis Casanova. Algunos se acababan de despertar y otros se estaban durmiendo. Francisco Roig cogió el equipo y lo transformó para provocar todo lo contrario. Se puede pensar que el de ayer no fue el día del Valencia, pero se pueden pensar otras cosas.
Una de las sensaciones es que el Valencia es un equipo que se nutre de aminoácidos y que en ocasiones se olvida de tomarlos. Ayer, el equipo blanco navegó a la deriva ante un cascarón que se hundió nada más ser botado. Si el Valencia ganó ayer no fue por cabezonería ni por la mejor disposición de los jugadores. Ni siquiera por la calidad. Los de Parreira se colaron opor el agujero con el que llegaron los visitantes. El Celta ofreció ayer una imagen de futbolín y piezas como la de Desio se debieron preguntar qué hacían allí.
Y es que el conjunto gallego se olvidó de jugar en el centro del campo como lo hizo, por ejemplo ante el Atlético o ante el Zaragoza. La desidia se apoderó de todos los jugadores ayer y se fueron contagiando en los dos equipos mentes famosas como las de Mazinho o Fernando, que no acertaron a mandar sobre el césped. Decir fútbol-control sonaba muy bien hace décadas pero los que están en el cemento necesitan pasión y momentos para levantarse de sus asientos, y en otoño no está de más moverse un poco del asiento. El sistema de presión del Celta asustaba al Valencia, que siempre mantuvo el control del encuentro. El balón era suyo, pero no miraba hacia adelante.
El gol llegó en el minuto 61. Mijatovic se deshizo en dos regates de sus defensores y Villanueva no pudo hacer nada para impedir que el balón se colara por uno de sus costados. Desde ese instante, el Valencia asustó un poco más y Aimar se atrevió, tarde, a sacar a jugadores como Sánchez y Toril, ods jugadores que no pasaron desapercibidos. Parreira, el técnico valencianista, dijo al término del encuentro lo peor: «Lo que me importa es el resultado».
Una de las sensaciones es que el Valencia es un equipo que se nutre de aminoácidos y que en ocasiones se olvida de tomarlos. Ayer, el equipo blanco navegó a la deriva ante un cascarón que se hundió nada más ser botado. Si el Valencia ganó ayer no fue por cabezonería ni por la mejor disposición de los jugadores. Ni siquiera por la calidad. Los de Parreira se colaron opor el agujero con el que llegaron los visitantes. El Celta ofreció ayer una imagen de futbolín y piezas como la de Desio se debieron preguntar qué hacían allí.
Y es que el conjunto gallego se olvidó de jugar en el centro del campo como lo hizo, por ejemplo ante el Atlético o ante el Zaragoza. La desidia se apoderó de todos los jugadores ayer y se fueron contagiando en los dos equipos mentes famosas como las de Mazinho o Fernando, que no acertaron a mandar sobre el césped. Decir fútbol-control sonaba muy bien hace décadas pero los que están en el cemento necesitan pasión y momentos para levantarse de sus asientos, y en otoño no está de más moverse un poco del asiento. El sistema de presión del Celta asustaba al Valencia, que siempre mantuvo el control del encuentro. El balón era suyo, pero no miraba hacia adelante.
El gol llegó en el minuto 61. Mijatovic se deshizo en dos regates de sus defensores y Villanueva no pudo hacer nada para impedir que el balón se colara por uno de sus costados. Desde ese instante, el Valencia asustó un poco más y Aimar se atrevió, tarde, a sacar a jugadores como Sánchez y Toril, ods jugadores que no pasaron desapercibidos. Parreira, el técnico valencianista, dijo al término del encuentro lo peor: «Lo que me importa es el resultado».