Ficha de partido
Valencia CF
0 - 1
Real Oviedo
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
JoséJuliá
30'
José
32'
Gorriarán
34'
Descanso
45'
Carlos ZurdiSalvador Revert
68'
Emilio FenollMiguel Ángel Bossio
68'
Elcacho
70'
MuruaLópez López
79'
José Manuel Ochotorena
80'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Oviedo
Records vs Real Oviedo
Máximo goleador: Waldo Machado (14 goles)
Goleador rival: Lángara (12 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (21 partidos)
Mayor victoria: 8 - 1 (28.02.1965)
Mayor derrota: 0 - 7 (22.02.1934)
Más repetido: 1-1 (10 veces)
Crónica
Se llenó el Luis Casanova en sus tres cuartas partes, como viene siendo habitual desde el comienzo de la Liga. La recaudación fue de casi diez millones de pesetas. Terreno de juego en buenas condiciones y una temperatura tirando a fría que hizo subir las solapas de las prendas de abrigo que llevaba el público. Arbitró Socorro González, del colegio tinerfeño. dejó rodar el balón según soplaba el viento y por las gradas se oía que pitaba de oido. Fue poco respetuoso con la ley de la ventaja y en ocasiones confundió la gimnasia con la magnesia, sacando tarjetas amarillas cuando debieron ser rojas y por consiguiente recibiendo broncas del público mestallero, para quien el árbitro significa hoy un adversario más. Sacó tarjetas a los jugadores del Oviedo Gorriarán, a consecuencia de una entrada antirreglamentaria a Revert, a Elcacho, por pérdida de tiempo. La tercera y última se la mostró a Ochotorena, por entrada a José, que le venía de cara peligrosamente con el balón a punto de disparar.
Gol: 0-1, minuto 33. El mexicano De la Torre hace una incursión en solitario hasta el área de Ochotorena ante quien se encuentra solo, el guardameta valencianista logra parar el balón pero el rebote lo aprovecha inteligentemente José (recién salido al césped) y bate al portero sin más problemas.
El recién ascendido Real Oviedo le bajó los humos al Valencia, al cumplir más que honradamente en el encuentro y sentenciando por lel mínimo tanteo (0-1), suficiente para cantar victoria y quedarse a cero de negativos. El Valencia no quiso, no supo, no pudo o lo que sea, pero lo cierto es que se le escapó desde el primer momento este compromiso contra uno de los "benjamines" de la actualizada Primera División.
Buscar la clave del partido es arriesgado, aunque hay un factor que fue determinante para la derrota valencianista: pensarse una y otra vez, y vuelta a pensar, cada una de las jugadas delante del área del contrario. De salida presionó el cuadro local, pero lo hizo falto de ideas y algo así como al tuntún. Algún balón parado dio algo de peligro a la ofensiva valencianista, como aquel saque de esquina de Eloy que remató Giner de cabeza y lo dirigió al poste izquierdo de Viti, cuando éste se encontraba en el derecho. No entró el balón porque Dios no quiso... El resto, todo tiros aquí y allá sin peligro alguno.
El Oviedo vio pronto quién tenía delante y se dijo, por ejemplo, "aquí, cumpliendo, se puede mojar", y vaya si mojaron. La defensa visitante hizo lo que tiene que hacer una defensa buena o mala, defender las incursiones y marcar cada cual a su par. Despejes ninguno, para asegurarse más con el terreno.
Una vez llegó a puerta contraria el Oviedo, pero fue suficiente porque se marcó el gol, único del partido (aburrido al ciento por ciento) que dejó a media afición mestallera helada. En ese minuto 33 del tanto visitante fue cuando se empezaron a subir los cuellos de cazadoras y abrigos los valencianistas. Claro que aún quedaba tiempo por delante y el ascendente valenciano podía y debía reponerse de ese marcador desfavorable. Los dioses, ayer en Mestalla, no estaban del lado de los hombres de Espárrago. La suerte tampoco, porque los locales no le dieron oportunidad de aparecer.
De la Torre, compatriota de Lucho Flores, lesionado, mexicanos los dos, junto a López López y José, autor del gol, componían el ataque a medio gas de un Oviedo falto de agresividad y aún por hacerse a la técnica del fútbol altamente técnico que se exige en Primera División. después de estos hombres, no había nada más que la defensa visitante, la media no existía. El Valencia se perdió tal vez al ver tanto campo libre y se dedicó a pasarse balones unos a otros, pero ninguno en profundidad, ninguno a la olla o ninguno para ser lo más fieles posible del nada espectacular choque, o mejor dicho, más que choque "roce" por lo flojos que estuvieron uno y otro bando.
Hubo un cabezazo de Alcañiz que obligó al guardameta Viti a hacer una estirada, pero ya era tarde, los ánimos de los del Valencia estaban por los suelos. También en una de esas, Nando se midió las fuerzas contra Cristóbal en una carrera, los dos a por un balón de pase en profundidad. Ganó por piernas el valenciano, centró a Fernando y éste a otro compañero, y éste a otro... Un aficionado con cara de malas pulgas dijo: "Perece que se digan unos a otros, tira tú que a mi me da risa...".
Al sonar los pitidos de final de partido se oyó una y mil veces "esto es para no volver... Aquí ha dicho el Valencia adiós a Europa". Los menos derrotistas, aún llevando la cabeza baja, recordaban que aún se llevan dos positivos a modo de consuelo al que se notaba que se echaba mano deprisa y corriendo.
Gol: 0-1, minuto 33. El mexicano De la Torre hace una incursión en solitario hasta el área de Ochotorena ante quien se encuentra solo, el guardameta valencianista logra parar el balón pero el rebote lo aprovecha inteligentemente José (recién salido al césped) y bate al portero sin más problemas.
El recién ascendido Real Oviedo le bajó los humos al Valencia, al cumplir más que honradamente en el encuentro y sentenciando por lel mínimo tanteo (0-1), suficiente para cantar victoria y quedarse a cero de negativos. El Valencia no quiso, no supo, no pudo o lo que sea, pero lo cierto es que se le escapó desde el primer momento este compromiso contra uno de los "benjamines" de la actualizada Primera División.
Buscar la clave del partido es arriesgado, aunque hay un factor que fue determinante para la derrota valencianista: pensarse una y otra vez, y vuelta a pensar, cada una de las jugadas delante del área del contrario. De salida presionó el cuadro local, pero lo hizo falto de ideas y algo así como al tuntún. Algún balón parado dio algo de peligro a la ofensiva valencianista, como aquel saque de esquina de Eloy que remató Giner de cabeza y lo dirigió al poste izquierdo de Viti, cuando éste se encontraba en el derecho. No entró el balón porque Dios no quiso... El resto, todo tiros aquí y allá sin peligro alguno.
El Oviedo vio pronto quién tenía delante y se dijo, por ejemplo, "aquí, cumpliendo, se puede mojar", y vaya si mojaron. La defensa visitante hizo lo que tiene que hacer una defensa buena o mala, defender las incursiones y marcar cada cual a su par. Despejes ninguno, para asegurarse más con el terreno.
Una vez llegó a puerta contraria el Oviedo, pero fue suficiente porque se marcó el gol, único del partido (aburrido al ciento por ciento) que dejó a media afición mestallera helada. En ese minuto 33 del tanto visitante fue cuando se empezaron a subir los cuellos de cazadoras y abrigos los valencianistas. Claro que aún quedaba tiempo por delante y el ascendente valenciano podía y debía reponerse de ese marcador desfavorable. Los dioses, ayer en Mestalla, no estaban del lado de los hombres de Espárrago. La suerte tampoco, porque los locales no le dieron oportunidad de aparecer.
De la Torre, compatriota de Lucho Flores, lesionado, mexicanos los dos, junto a López López y José, autor del gol, componían el ataque a medio gas de un Oviedo falto de agresividad y aún por hacerse a la técnica del fútbol altamente técnico que se exige en Primera División. después de estos hombres, no había nada más que la defensa visitante, la media no existía. El Valencia se perdió tal vez al ver tanto campo libre y se dedicó a pasarse balones unos a otros, pero ninguno en profundidad, ninguno a la olla o ninguno para ser lo más fieles posible del nada espectacular choque, o mejor dicho, más que choque "roce" por lo flojos que estuvieron uno y otro bando.
Hubo un cabezazo de Alcañiz que obligó al guardameta Viti a hacer una estirada, pero ya era tarde, los ánimos de los del Valencia estaban por los suelos. También en una de esas, Nando se midió las fuerzas contra Cristóbal en una carrera, los dos a por un balón de pase en profundidad. Ganó por piernas el valenciano, centró a Fernando y éste a otro compañero, y éste a otro... Un aficionado con cara de malas pulgas dijo: "Perece que se digan unos a otros, tira tú que a mi me da risa...".
Al sonar los pitidos de final de partido se oyó una y mil veces "esto es para no volver... Aquí ha dicho el Valencia adiós a Europa". Los menos derrotistas, aún llevando la cabeza baja, recordaban que aún se llevan dos positivos a modo de consuelo al que se notaba que se echaba mano deprisa y corriendo.