El Valencia se proclamó Campeón de Copa por séptima vez en su historia El Valencia completó en la temporada 2007/2008 la campaña más irregular de su historia con un título de Copa del Rey, una Liga caótica el la que el equipo estuvo al borde del descenso en la recta final, una Liga de Campeones con más pena que gloria y una oferta de juego y resultados que estuvieron por debajo de lo habitual durante la última década, a pesar de la reacción final en la Liga.

Los problemas entre Quique y Carboni
La pretemporada del equipo che estuvo plagada de problemas y polémicas, especialmente debido a la mala relación entre el entrenador, Quique, y el director deportivo, Carboni. Con Amedeo Carboni, el Valencia cierra cinco de las nueve caras nuevas con las que se presenta el equipo en el verano de 2007: el guardameta alemán Timo Hildebrand, que llega gratis del Stuttgart tras proclamarse campeón de la Bundesliga, el central del Getafe Alexis Ruano, el delantero del Deportivo, Javier Arizmendi, y los jóvenes Juan Manuel Mata y Stephen Sunday “Sunny”. Por todos ellos el club desembolsa 14,5 millones de euros. Las malas relaciones provocan que, en Junio de 2007, Soler decida despedir a Carboni y ratificar a Quique en su puesto.

Renovaciones y nuevos fichajes millonarios
Sólo días después del adiós de Carboni, el Valencia hace oficiales las renovaciones de tres de sus pilares básicos. David Albelda firma hasta 2012, Rubén Baraja hasta 2010 y David Jiménez Silva hasta 2013. Meses antes (el 15 de febrero) había quedado firmada la ampliación de contrato de Santi Cañizares hasta el verano de 2009. Y ya con Miguel Ángel Ruiz al frente de la dirección deportiva es cuando el club hace sus principales desembolsos económicos. Por los fichajes de Nikola Zigic (Racing de Santander) y Manuel Fernandes (Benfica) el Valencia paga 35,8 millones de euros. Ninguno de los dos se convierte en pieza clave del equipo en sus primeros meses en el club. También se firma a Iván Helguera que llega gratis tras desvincularse del Real Madrid. Éste es el único caso de un refuerzo de verdad si se tienen en cuenta los minutos disputados y los partidos como titular. De cualquier forma, se cierra el verano con un gasto superior a los 50 millones de euros, con el récord de fichajes en la última década y con una inversión acumulada bajo la presidencia de Juan Soler de 180 millones en 29 futbolistas durante los últimos cuatro años.

Los meses de Julio y Agosto son de mucho trasiego en las oficinas y sobre el césped. La lista negra de los descartes salta a la luz pública muy pronto. En ella el primer nombre propio es el de Asier Del Horno, que debido a su mala relación con el entrenador se marcha cedido al Athletic También abandonan el equipo David Navarro, que recala en el Mallorca como cedido, y Curro Torres, que junto a Regueiro encuentra acomodo en el recién ascendido Murcia. Por su parte, Hugo Viana se va cedido al Osasuna, aunque una grave lesión en pretemporada le impidió disputar el primer tramo de la Liga.

En el plano estrictamente deportivo, El título de Copa del Rey a las órdenes de Ronald Koeman, así como el buen comienzo y el buen final de la Liga con Quique Sánchez Flores, primero, y Salvador González Marco "Voro", al final, y, sobre todo, la permanencia, fueron las noticias más positivas de la temporada para una afición que tuvo que sufrir mucho tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. En el capítulo negativo está esa misma permanencia, lograda a una jornada del final de la Liga, el elevado número de goles recibidos, la acumulación de derrotas en Mestalla y la travesía del desierto en que se convirtió la etapa de veintidós partidos de Liga en la que Koeman estuvo al frente del equipo. Mientras la Copa del Rey fue un éxito y la Liga un fracaso, la Liga de Campeones tuvo más de lo segundo que de lo primero, sobre todo al perder el equipo los seis puntos contra el Rosenborg noruego, el rival más accesible del grupo.

El comienzo de la era Koeman
La Liga empezó con una racha favorable de resultados aunque con críticas desde la grada por el juego desplegado por el equipo, pero la primera crisis se suscitó, con el Valencia en cuarta posición, cuando Quique Sánchez Flores fue destituido de manera fulminante en la madrugada del 28 al 29 de Octubre de 2002 tras una derrota en Sevilla por 3-0. Tras la corta etapa de dos partidos con el técnico del filial, Óscar Fernández, al frente del equipo, en Noviembre empezó la 'Era Koeman', que estuvo marcada por la trayectoria descendente de un equipo incapaz de asumir un nuevo sistema de juego, lo que le llevó en el ecuador de la Liga a estar a la misma distancia de la cabeza que de la cola de la tabla.

Albelda lleva al Valencia a los tribunales
Posiblemente la noticia de mayor impacto social de 2007 llega en los estertores del año. El martes 18 de diciembre, un día antes de viajar a Irún para disputar la Copa del Rey, Ronald Koeman convoca en su despacho a David Albelda y a Santi Cañizares, por separado. Allí les comunica que no cuenta con ellos, que no tiene intención de convocarles nunca más y que se pongan en contacto con el club para buscar la salida más honrosa. Tambíen Angulo es apartado del equipo, pero, al estar con gripe, nadie le comunica directamente nada a él y es el director deportivo, Miguel Ángel Ruiz, quien le explica a su representante que la etapa del asturiano en el Valencia ya forma parte del pasado. Así, de un plumazo, Ronald Koeman, con la aquiescencia de Juan Soler, se carga gran parte de la historia y del presente del club obligando a estos futbolistas que acumulban, entre los tres, dieciocho títulos bajo la disciplina del Valencia, a entrenar en solitario en Paterna ofreciendo una bochornosa imagen al resto del país que asiste atónito a la fractura de un equipo que ya no es ni la sombra de lo que, en su día, llegó a ser. Para colmo, David Albelda denuncia al club por haberle apartado del primer equipo, y la afición valencianista se ve obligada a asistir, el 22 de Febrero, a uno de los acontecimientos más vergonzosos de toda la historia del club, cuando el presidente, el entrenador y gran parte de la plantilla acuden a los tribunales para sentarse en el banquillo y declarar en el juicio.

La sombra del descenso y el título de Copa
A partir de enero, el Valencia sufrió un profundo trastorno en su personalidad futbolística que propició un crecimiento espectacular en la Copa y un hundimiento constante en la Liga. El equipo eliminó en la Copa a Real Unión, Betis, Atlético de Madrid y Barcelona y se plantó en al final del 16 de abril con las fuerzas intactas en este torneo, lo que le permitió dar cuenta del Getafe (3-1) y obtener el séptimo título copero de su historia, en una campaña plagada de miércoles festivos y domingos de funeral. Tal era la situación deportiva, que el trofeo conseguido apenas se pudo celebrar y todos los actos fueron suspendidos dado que el equipo se estaba jugando el descenso a Segunda División. Fue, sin duda, uno de los títulos más tristes que se recuerdan. Un mes antes, Juan Soler había dimitido como presidente y consejero del Valencia CF por motivos de salud. Agustín Morera, hasta ahora vicepresidente social, había asumido la presidencia. Bajo su mandato se había conseguido la séptima copa, por lo que Soler tuvo que ver cómo su presidencia de cuatro años había coincidido con la sequía de títulos del equipo.

El despido de Koeman
Koeman tan sólo sobrevivió cinco días al título. Una contundente goleada en Bilbao por 5-1 ante el Athletic, tras un partido que dio comienzo con el pasillo que los jugadores del equipo vasco realizaron al campeón de Copa, le puso fuera del Valencia. El técnico holandés dejó el Valencia con el peor registro de puntos conseguido por un entrenador en la Liga de Primera División en la historia del club valencianista. Los dieciocho puntos conseguidos en las veintidós jornadas de Liga ofrecían un balance de 0'81 puntos de media por encuentro.

La crisis se cerró al día siguiente, 21 de abril, con el nombramiento de Voro como cuarto y último técnico de la plantilla. De su mano, el equipo se volvió a reordenar futbolísticamente y aseguró la permanencia, a pesar de sufrir una goleada histórica en el Camp Nou ante el Barcelona por 6-0.

Muchos fueron los parámetros que demuestran la irregularidad del equipo, ya que ha fue el tercer equipo más goleado de la temporada con un total de 62 goles y el tercer mejor visitante de la competición, en la primera ocasión de sus 72 campañas en Primera en la que el equipo ha sumado más puntos a domicilio que en casa. Las goleadas recibidas en Mestalla durante todo el año y a domicilio al final de la Liga han ido acompañadas de algunos triunfos importantes fuera de casa, como el obtenido ante el líder Real Madrid justo en uno de los momentos más bajos de la campaña para el Valencia. La incapacidad para sumar victorias consecutivas con asiduidad, la salida de algunos jugadores, la decisión de prescindir de Santiago Cañizares, David Albelda y Miguel Angulo, la llegada de futbolistas que tardaron en adaptarse e incluso algunas lesiones, propiciaron una campaña irregular. El título copero fue tan sólo un bálsamo para un cúmulo de despropósitos futbolísticos paliado por Voro en los últimos cinco encuentros de la temporada, en los que obtuvo cuatro victorias.


Campeonato Nacional de Liga

El arranque liguero no puede ser más premonitorio. El Valencia iniciaba la Liga con muchas ilusiones, en un Mestalla abarrotado, contra un Villarreal muy reforzado que aspiraba a todo. El equipo castellonense barrió al Valencia del campo y se llevó la victoria con una goleada (3-0). Para colmo, Villa y Joaquón fueron expulsados y el Valencia acabó con nueve jugadores. Era un adelanto de las desgracias que, en pocas semanas, iban a acontecer.

Pese a este tropiezo inicial, el equipo de Quique obtiene magníficos resultados en las siguientes jornadas, ganando 6 de los 7 partidos disputados, y cayendo únicamente ante el Espanyol en un desafortunado encuentro.

Pese a todo, y aunque el Valencia se encontraba en posiciones de Champions League, la defensa encajaba muchos goles y el juego del equipo dejaba mucho que desear. En Mestalla se llegaron a oir cánticos que pedían la marcha del entrenador. La puntilla final llegó en un desafortunado partido contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuan, en el que el Valencia salió goleado por 3-0 con una reprobable actitud del equipo. Esa misma noche, el consejo de administración se reune de urgencia y decide despedir a Quique Sánchez Flores. El entrenador del Mestalla, Óscar Fernández, se hace cargo del equipo durante dos jornadas, hasta que se anuncia la contratación del holandés Ronald Koeman como nuevo técnico del equipo che.

Las cosas no empiezan del todo mal para el nuevo entrenador, que se estrena en Mestalla con una goleada (3-0) ante el Murcia, pero, a partir de ahí, comienza la debacle ya que, desde ese momento, el equipo enlaza un total de cinco jornadas sin conocer la victoria, con nueve goles encajados y sólo dos convertidos.

El Valencia, que desde tiempos inmemoriales se había caracterizado por su solidez defensiva, llegando a ser considerado como un equipo casi infranqueable, iguala durante la primera vuelta de la temporada 2007/08 su peor arranque defensivo del último cuarto de siglo. Desde la temporada 1963/64 no se había visto algo igual. Si Mestalla fue un auténtico fortín la temporada anterior, en ésta sucede justo lo contrario. El equipo pierde en casa cinco de los siete partidos que disputa en el tramo final del año 2007. Algo inaudito.

El Villarreal, el Espanyol, el Athletic, el Real Madrid y el Barcelona asolan Valencia con una sencillez inusitada y, lo que es peor, con una sensación de pasividad inexplicable por parte del equipo. De entre todas esas derrotas, destaca la goleada del Madrid por 1-5 en el estreno de Óscar Fernández como técnico puente entre Quique y Koeman. Hay que remontarse casi 75 años atrás para encontrar un resultado idéntico en la competición liguera.

Así que son los triunfos a domicilio que consiguió Quique los que mantienen con vida al equipo. Las victorias en Sevilla (contra el Betis), en Huelva, en Mallorca y en A Coruña le dan oxígeno. Precisamente en Riazor, el Valencia alcanza los 4.000 goles entre Primera y Segunda división. Lo marca Fernando Morientes. La derrota en casa frente al Barcelona por 0-3 provocó que Ronald Koeman tomase la decisión de apartar del equipo a tres de los principales pesos pesados en el vestuario: Cañizares, Albelda y Angulo.

El arranque de 2008 no es mucho más esperanzador, y el equipo comandado por Koeman se hunde y se hunde sin parecer existir fondo. El equipo es incapaz de vencer al Levante en su campo y, lo que es peor, sufre tres derrotas consecutivas ante Atlético de Madrid, Villarreal y Almería. Esta últma derrota es especialmente dolorosa, al producirse en casa y provocar que el equipo bajara hasta el puesto 11 de la clasificación. El público en Mestalla no puede creer lo que ve, un equipo con números de descenso que únicamente se mantiene a flote gracias a los puntos conseguidos en el primer tramo de la Liga, con Quique aún en el banquillo.

La buena trayectoria del Valencia en la Copa del Rey, en la que acababa de eliminar al Atlético de Madrid, parece dar algo de aire al equipo, que encadena dos victorias (Valladolid y Betis) y dos empates (Getafe y Recreativo). Pero todo fue un espejismo, porque de nuevo volvería la pesadilla. Los siguientes ocho partidos se saldan con seis derrotas, un empate y una sola victoria, increíblemente, ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

La situación no es crítica, es peor que eso. La gravedad de la situación hace que el Valencia acuda a Madrid a disputar la final de la Copa del Rey tras caer en casa ante el Racing de Santander y a pocos puntos del descenso. Pese a proclamarse campeón, el Valencia suspende todos los actos de celebración, dado que el 20 de Abril el equipo se jugaba el ser o no ser en San Mamés. Pero, una vez más, el equipo hizo el más absoluto de los ridículos y salió goleado por 5-1, acabando la jornada a sólo dos puntos del descenso. El Valencia estaba en la UVI y el presidente tomó la decisión de despedir a Ronald Koeman. Salvador González "Voro", un hombre de la casa y ex-jugador del Valencia, fue el encargado de tomar las riendas de un barco que iba a la deriva.

Sin embargo, y ante el pesimismo generalizado, Voro fue capaz de reconducir la situación y, pese a la goleada encajada ante el Barcelona en su segundo partido, el equipo fue capaz de ganar cinco de los últimos seis encuentros y lograr la salvación hasta acabar en el décimo puesto de la clasificación. Especialmente agónico fue el partido ante el Real Zaragoza disputado en la antepenúltima jornada, el 7 de Mayo de 2008, en el que gracias a un gol de Silva, el Valencia lograba la victoria y espantaba los fantasmas de la Segunda División ante un equipo con una trayectoria muy similar y que, a la postre, terminaría descendiendo.

Los goleadores del Valencia CF durante esta temporada fueron: Villa (18 goles), Morientes (6 goles), Mata y Silva (5 goles), Joaquín (3 goles), Angulo y Baraja (2 goles), Albiol, Arizmendi, Miguel, Helguera, Moretti y Zigic (1 gol).


Copa del Rey

El Valencia iniciaba su andadura en la Copa del Rey en plena crisis deportiva e institucional. El equipo llevaba siete partidos sin ganar en Liga, había caido goleado en casa ante el FC Barcelona y el entrenador, Ronald Koeman, había decidido apartar del equipo a Cañizares, Albelda y Angulo. Así las cosas, el equipo che debía enfrentarse a doble partido al Real Unión de Irún, un histórico del fútbol español venido a menos, en los dieciseisavos de final.

Siete partidos después, el 19 de Diciembre de 2007, el Valencia pudo celebrar algo. No era más que una victoria en el arrinconado torneo de la Copa y ante un rival de Segunda B. Pero, tal como estaba el panorama, no era una cuestión menor. El valencianismo necesitaba ver algo de vida en un equipo que no había parado de dar pasos atrás desde el comienzo de la temporada. La primera victoria en mes y medio tenía, además, un premio para uno de los fichajes más rebatidos. Zigic, autor de los dos goles, anunció anoche su llegada cuatro meses después del inicio de Liga. El partido de vuelta se jugó ya en Enero de 2008, el dia 2, y el Valencia certificó su clasificación con una goleada por 3-0, con goles de Zigic y Joaquín, que marcó en dos ocasiones.

La siguiente eliminatoria de octavos de final deparó como rival al Real Betis. Ambos equipos tenían ante sí la medicina idónea para paliar los males que estaban sufriendo durante esta temporada en Liga. Una victoria en Copa permitiría a ambos conjuntos aparcar su crisis, al menos temporalmente. Los andaluces estaban situados en la zona de descenso y, por su parte, los de Koeman necesitaban un buen resultado para acabar con el carrusel de noticias extradeportivas, todas malas, que asola al club de Mestalla en los últimos tiempos. Afortunadamente para la afición el Valencia mostró su mejor cara y se impuso en los dos enfrentamientos. En el partido de ida, que se jugó en el Ruiz de Lopera el 9 de Enero de 2008, el Valencia se impuso por 1-2 con dos goles de Joaquín, que jugó de delantero centro. En la vuelta, disputada en Mestalla una semana después, el equipo che volvió a imponerse por el mismo resultado (2-1), esta vez con goles de Zigic y Vicente.

El Valencia accedía a los cuartos de final en plena crisis de juego y resultados en Liga, y se veía las caras con todo un Atlético de Madrid en lo que se presentaba como una eliminatoria apasionante. En la ida, disputada el 23 de Enero en Mestalla, el Valencia venció con un resultado corto, muy corto. En una eliminatoria a doble partido, un 1-0 nunca es una garantía. Los de Koeman perdonaron y no supieron sentenciar la ronda, aunque el gol de Silva podía ser decisivo para encarar las semifinales de la Copa del Rey. La solución tuvo lugar a orillas del Manzanares una semana después. El Valencia, todo esfuerzo, voluntad y coraje, consiguió el pase a las semifinales tras lograr en el marcador global un empate a tres al caer en el Calderón por 3-2, con goles de Cléber en propia puerta y con un tanto magistral del joven Juan Mata. En un final de infarto, el equipo consiguió mantener el resultado positivo, con un gran Hildebrand que abortó las ocasiones de los rojiblancos cara a portería. El equipo creyó en sus posibilidades y aguantó con valor, el pase fue un merecidísimo premio.

Y llegaron las semifinales ante el FC Barcelona en lo que se antojaba como una eliminatoria complicadísima, aunque la vuelta se debía jugar en casa. El equipo, que estaba mostrando su peor cara en la Liga, centró todos sus esfuerzos en la Copa, dado que la final quedaba sólo a dos partidos de distancia. El partido de ida se jugó en el Camp Nou el 27 de Febrero de 2008, y el Valencia jugó un auténtico partidazo. Sólo el árbitro, Iturralde González, le birló el triunfo al Valencia. Xavi empató en el último suspiro en una jugada polémica por mano de Eto'o. Hildebrand fue el mejor del encuentro salvando a su equipo de encajar más goles. Villa había adelantado al Valencia en un encuentro que fue vibrante desde el primer minuto. Ambos equipos impusieron un ritmo frenético, cada uno a su manera, el Barça con su clásica circulación de balón y el Valencia con sus contras incisivas.

El 20 de Marzo, un día después de la fiesta valenciana de Fallas, se disputó en Mestalla el vibrante partido de vuelta en el que el Valencia logró la clasificación para la final de la Copa del Rey. Al margen de su ideario y sus métodos, más o menos cuestionables, el entrenador valencianista condujo a un equipo perdido, roto y sin rumbo al éxito. El Valencia trasladó la fiesta fallera a Mestalla en una noche dantesca que corroboró las limitaciones del conjunto ché, pero que sobre todo, dio un mazazo a todo un Barcelona. Los tantos marcados por Baraja y Mata, en dos ocasiones, certificaron la clasificación del equipo che pese a que los catalanes nunca arrojaron la toalla y a punto estuvieron de aguar la celebración tras marcar Eto'o en el minuto 80. El tanto del camerunés aportó emoción a la recta final del encuentro, que murió entre faltas, pelotazos y la algarabía de la parroquia valencianista. El 16 de Abril de 2008 el Valencia CF consiguió volver a levantar un título tras cuatro año de sequía al proclamarse campeón de la Copa del Rey después de imponerse al Getafe CF por 3-1 en la final disputada en el Vicente Calderón. Sin duda este encuentro fue el más importante de una temporada aciaga para los valencianistas, que mientras luchaban por mantener la categoría en Liga, dieron una gran alegría a la afición que, sin embargo, no pudo celebrar el título con los jugadores debido a la crítica situación del equipo.

El Valencia CF presentó la siguiente alineación: Hildebrand, Albiol (sustituido por Caneira), Marchena, Alexis, Baraja, Villa (sustituido por Morientes), Mata, Arizmendi, Silva, Miguel y Moretti (por quien salió Edu). El equipo inició el choque con doce jugadores sobre el campo, once con pantalón corto y el otro con corazón, alma y sentimiento blanquinegro. La afición alzó majestuoso a Mata para que de cabeza abriera el marcador a los cuatro minutos y diera la primer alegría de la noche para el valencianismo. El conjunto de Ronald Koeman jerarquizaba el choque. Marchena, imperial, mandaba sobre todos, valencianistas y getafenses. Los madrileños no sabían cómo sacudirse el aluvión que les venía encima y había que aprovecharlo. Villa lo intentó primero y lo consumó Alexis, un ex-del equipo azulón, con un soberbio cabezazo a la salida de un córner. El Valencia tenía ya el partido donde quería. Arrollaba sin remisión a un equipo que parecía miedoso y aturdido.

Pero los jugadores del Getafe demostró que nadie está muerto hasta que el árbitro lo certifica con el pitido final. Había mucho tiempo, y el Getafe comenzó a tocar el balón mientras el Valencia se atrincheraba atrás, bien posicionado y armado para el contragolpe. Pero la estrategia se aguó. Los madrileños tenían bien controlada la maniobra y cubrieron todos los flancos. Ya apurando el final del primer tiempo, Moretti derribó a Contra en una acción que el árbitro encontró simulada, aunque la insistencia de los jugadores getafenses hacia el juez de línea hizo que tomara para sí el protagonismo y al final el penalti se señaló. Granero anotó.

Era una puñalada en la yugular valencianista pero no derramó ni una gota de sangre. El equipo seguía enchufado y en los primeros instantes quiso probar si el auxiliar mantenía el mismo rasero en un agarrón a Villa, pero no fue así. Ni así se desanimó mientras el asturiano tomaba el papel de actor principal. En una primera acción erró solo y en la segunda ocasión, en la jugada del partido, tras un regate superlativo de Marchena y un centro perfecto de Mata, Villa recortó al defensa pero desvío Ustari. Había que apuntillar, era el momento idóneo. No lo hizo y, además, permitió que el Getafe volviera a adentrarse en la función. Granero lanzó un balón al larguero y su compañero erró un cabezazo facilito. Además, Albiol y Moretti caían como héroes en el campo de batalla. Koeman reorganizaba a su gente y devolvía a Marchena al centro de la defensa y mandaba a Caneira al lateral izquierdo.

Faltaba Joaquín pero el técnico prefirió sacar a Morientes. Acertó de lleno. La verdad es que sus predicciones en la previa del partido se cumplieron. El Valencia aprovechó su veteranía, el Getafe estaba físicamente fundido y el club de Mestalla tiene más nombre. Aún tuvo que sufrir un poquito con un cabezazo de Braulio que sacó Hildebrand con una mano milagrosa. Era el preludio de la conmoción general. Llegó con un cabezazo de Morientes, tras sacar una falta Baraja que despejó mal Ustari, cuando el partido expiraba. Ya estaba todo hecho. El Valencia se convertía en el siete de copas. Agrandaba su historia. A partir de ahí los 22.000 aficionados desplazados a la capital de España se olvidaron del encuentro y se entregaron a su equipo para disfrutar de la fiesta y de la alegría de ver a su equipo Campeón de la Copa del Rey. Pero faltaba una cosa, inesperada, y es que el público, siempre sabio, acabó pidiendo la marcha de Koeman.

Champions League

El golpe más duro en lo deportivo de los últimos tiempos lo recibe el equipo a principios de Diciembre. Tras una desastrosa fase de grupos en la Liga de Campeones con una sola victoria y dos empates, la afición se va haciendo a la idea de que su equipo no merece seguir entre los más grandes del continente, pero lo que no se espera es que ni siquiera haya sitio para el Valencia en la segunda categoría del fútbol europeo, la Copa de la UEFA.

El equipo che comenzó su andadura en la máxima competición en una cómoda fase previa ante los suecos del IF Elfsborg. En el partido de ida, disputado en el Camp de Mestalla el 14 de Agosto de 2007, el Valencia dejó sentenciada su clasificación al golear al rival por 3-0, con goles de Vicente, Silva y Morientes. El partido de vuelta, disputado dos semanas más tarde en el Boras Arena, fue un mero trámite en el que el Valencia acabó imponiendose por 1-2 con goles de Iván Helguera y David Villa.

El Valencia había quedado encuadrado en el grupo B dentro de la liguilla inicial junto al Chelsea FC, el Schalke 04 alemán y Rosenborg BK noruego, en lo que se calificó inicialmente como un grupo asequible en el que los ingleses parecían los rivales más fuertes en la pugna por el primer puesto del grupo. Sin enbargo, las derrotas con el, a priori, conjunto más débil del grupo B, el Rosenborg BK noruego, dejaron bien a las claras que el Valencia ya no es lo que era. Y eso que esta fase no empezó mal del todo para los intereses valencianistas, ya que en la primera jornada los de Quique vencieron el 18 de Septiembre en Gelsenkirchen al Schalke 04 con un golazo de Villa, poniendo fin a la maldición que había mantenido al Valencia 41 años sin ganar en Alemania. El Valencia sufrió durante la primera media hora, pero poco a poco se adueñó del partido hasta lograr una victoria justa que permitía a los blanquinegros liderar su grupo, ya que el Chelsea no había podido pasar del empate en casa ante el Rosenborg.

Pero entonces llegó el Chelsea y propinó un bofetón de los que duelen, sobre todo, porque fue inmerecido. El partido de la segunda jornada, que se disputó en Mestalla un 4 de Octubre, fue un calco absoluto del que la temporada anterior significó la eliminación de la Champions League. El Valencia se había adelantado con un gol de Villa, pero el Chelsea había conseguido empatar a los 20 minutos. Poco a foco, la fuerza física de los ingleses se impuso y Drgoba logró adelantarles en el marcador a 20 minutos del final. El Chelsea ganaba por la mínima y había que intentar igualar el choque para no perder el liderato del grupo. Hubo varias ocasiones, pero se esfumaron todas. Fue la primera derrota tras siete victorias consecutivas entre Liga y Champions, y el adiós a la posición de privilegio en la máxima competición.

Entonces fue cuando llegaron los dos partidos contra el Rosenborg, los que realmente marcaron la crisis valencianista y supusieron un punto de inflexión en la trayectoria del equipo en Europa. En el primer partido, que se disputó el 24 de Octubre en Noruega, los de Quique jugaron sin apenas motivación y la cenicienta del grupo les dio un baño en toda regla pese a su inferioridad, compensada con amor propio, ganas y hasta buen fútbol. Seis años llevaba el Rosenborg sin ganar en su campo en competición europea. El triste espectáculo valencianista llevó consigo un batacazo que podía tener graves consecuencias deportivas y económicas en el futuro de la competición. El Valencia era último de su grupo.

El segundo partido contra el Rosenborg tuvo lugar en Mestalla sólo dos semanas después, pero entre medias muchas cosas habían ocurrido. Quique había sido cesado y el Valencia había sufrido una goleada en Mestalla ante el Real Madrid (1-5). El equipo afrontaba el partido contra los noruegos con muchas dudas y miedos, y lo acabó pagando caro. El modesto Rosenborg dio otro baño espectacular al Valencia, superior incluso al sufrido en Noruega. Los visitantes llegaron con la lección aprendida, bien plantados y, sin complejo alguno, acabaron recibiendo la ovación del público de Mestalla. El Valencia estaba roto, ya que hacía más de un mes que no sabía lo que era ganar en Mestalla.

Sin embargo los de Koeman mantenían opciones matemáticas de seguir en Champions y a ellas se aferraron. El equipo de Koeman recibía el 28 de Noviembre al Schalke 04 alemán, al que ya había derrotado en la primera jornada, con ilusiones por conseguir la victoria. Pero el Valencia se despidió de la competición tras empatar sin goles en un encuentro que el equipo español jugó en inferioridad numérica durante una hora por la expulsión de Albelda. Pese a todas las adversidades que tuvo que afrontar el Valencia, el equipo mereció mejor suerte, ya que fue el único que buscó con ambición la victoria y luchó por ella hasta el último minuto.

El empate sin goles en Mestalla frente al Schalke dejaba entreabierta la opción de luchar por la UEFA. Pero ni siquiera se consiguió eso. En la última jornada de la fase de grupos, el Valencia arrancó un milagroso empate en Londres el 11 de Diciembre ante un Chelsea que desperdició hasta quince ocasiones de gol. Con cinco puntos, el Valencia acabó último y, por primera vez, se quedó fuera de Europa a las primeras de cambio.

Plantilla de la temporada 2007-2008

Presidente Juan Bautista Soler, Agustín Morera Martínez
Entrenador Quique Flores, Óscar Fernández, Ronald Koeman, Voro González
Porteros Cañizares, Hildebrand, Mora
Defensas Albiol, AlexisCaneira, Helguera, Marchena, Miguel, Moretti
Medios Albelda, Angulo, Banega, Baraja, Edu, Gavilán, Joaquín, Maduro, Fernandes, Sunny, Vicente
Delanteros Arizmendi, Mata, Morientes, Silva, Villa, Zigic