Pese a que la llegada de Manuel Llorente había traído al club cierta estabilidad social, la situación económica del Valencia continuaba siendo acuciante, y la venta de activos seguía siendo necesaria para cuadrar los números. La venta de Juan Mata, estandarte del equipo la temporada anterior, era un secreto a voces pese a haber ampliado su contrato sólo unos meses antes y haber realizado la pretemporada con el equipo. Así, el 21 de agosto, Valencia y Chelsea anuncian el acuerdo para el traspaso del jugador a cambio de 28 millones de euros. Desde 2009 los ches han vendido futbolistas por valor de 148 millones de euros.
El caso Isco
Una de las marchas más sonadas es la del joven canterano Isco Alarcón. Jugador de inmensa calidad y un futuro muy prometedor, no entra en los planes de Unai Emery, que no acaba de verle capacitado para jugar a un alto nivel. El mediapunta se cansa de espearar oportunidades y el Málaga abona los seis millones de euros de su cláusula de rescisión. Se marchaba una de las mayores promesas de la cantera valencianista de los últimos tiempos, un error que el club lamentaría, y mucho, en las siguientes temporadas.
Marchas sonadas y siete nuevos fichajes
Al margen de la de Mata y la de Isco, una de las primera salidas es la de César Sánchez, que había llegao en 2009 como suplente y acabó enfundándose el brazalete de capitán gracias a su excelente rendimiento. Sin embargo, el 5 de junio de 2011 anuncia su fichaje por el Villarreal. El siguiente es David Navarro que, pese a tener un año de contrato, decide marcharse al Neuchatel.
El mismo camino de Isco toma Joaquín Sánchez a cambio de cuatro millones. Se va tras completar cinco irregulares temporadas y sin superar el peso del cartel de jugador más caro de la historia del club. Menos destacadas son las salidas de Manuel Fernandes, Renan, Sunny, Stankevicius, Del Horno, Aarón o Nacho González que ponen punto y final a su periplo en Mestalla.
Con 40 millones ingresados en concepto de venta de futbolistas y tras haber aligerado notablemente la plantilla, la tarea para recomponer el equipo es árdua. Fichados desde meses atrás el central Adil Rami y el guardameta brasileño Diego Alves, para el centro del campo el Valencia ficha a Dani Parejo tras abonar al Getafe 5,5 millones de euros y ceder a Miguel Ángel Moyà. Del Almería llega el argentino Pablo Piatti previo pago de 7,5 millones y del Real Madrid llega el joven Sergio Canales en calidad de cedido durante dos temporadas. Sobre el cierre del mercado veraniego se ficha al defensa central Víctor Ruiz, del Nápoles, y el lateral derecho Antonio Barragán, del Valladolid.
En junio se vive un capítulo casi insólito con el francés Kevin Gameiro como protagonista. El Valencia llega a un acuerdo con el Lorient y, con todo cerrado a falta de la firma, el delantero recibe una llamada del seleccionador galo, Laurent Blanc, que da al traste con la operación para acabar enfundándose los colores del París Saint Germain.
La renovación de Albelda
Acabando mayo se produce la renovación del contrato de David Albelda, un jugador que va camino de la leyenda. La disputa de 14 temporadas en cualquier club de elite está al alcance de muy pocos. De hecho sólo once futbolistas pueden presumir de ello en la historia del Valencia. Además, en el compromiso va implícita la aceptación del brazalete de capitán que Albelda decidió abandonar tras el tormentoso paso de Ronald Koeman por el banquillo che en 2008.
Continúan los problemas con el nuevo estadio
A las fechas del anuncio del nuevo estadio (octubre de 2006), del comienzo de las obras (agosto de 2007) y de la paralización de las mismas (febrero de 2009), se le ha de añadir una más: la de la ruptura del acuerdo entre el Valencia y Bankia para la reanudación de los trabajos en la futura casa che. El 20 de septiembre de 2012 es un día negro. A partir de ese momento deja de existir siquiera una previsión en el horizonte del valencianismo para realizar la mudanza. La mole de hormigón enclavada en la avenida de las Cortes Valencianas se convierte en un monumento a los graves errores cometidos por el club años atrás, por la que el club debe abonar además 480.000 euros todos los años en concepto de mantenimiento y vigilancia.
Las graves lesiones de Canales
Uno de los mayores dramas de la temprorada fueron las dos gravísimas lesiones que sufrió el joven centrocampista Sergio Canales. Considerado como uno de los futbolistas de mayor calidad de la plantilla, su llegada ilusionó mucho a la afición. Sin embargo, en el partido de Liga disputado en Mestalla frente al Athletic de Bilbao en el mes de octubre, Canales sufre una rotura parcial del ligamento cruzado de la rodilla derecha que le mantiene seis meses apartado de los terrenos de juego.
Su regreso se produce el 11 de abril frente al Rayo Vallecano, pero sólo dos semanas más tarde, en el partido de vuelta de las semifinales de la Europa League, se reproduce la pesadilla. Tras un mal giro, el jugador se vuelve a romper el ligamento anterior de su rodilla derecha, repitiéndose la grave lesión que había sufrido medio año atrás. Por delante le quedan otros seis meses de rehabilitación. 2012 se acaba para él sobre un terreno de juego. Sin embargo, pese a las graves lesiones, el decidirá apostar por él y hará efectiva la opción de compra por el jugador al finalizar la temporada.
Otro jugador de primer nivel que sufre una grave lesión es el argentino Éver Banega, quien tras romperse la tibia y el peroné al ser arrollado por su propio vehículo en una gasolinera junto a la Ciudad Deportiva, debe ser operado y permanecerá seis meses de baja. La temporada se acabó para él.
Clasificación para la Champions y dos semifinales
En el plano estrictamente deportivo, esta sería posiblemente la mejor temporada de Unai Emery al frente del Valencia. Terceros en la Liga y clasificados de nuevo para la Champions League de forma directa, el equipo logró clasificarse para las semifinales de la Copa del Rey y de la Europa League. Sin embargo, pese a haber cumplido los objetivos con creces, las sensación de debilidad defensiva y falta de intensidad en las grandes citas se repetía temporada tras temporadas, y esta no sería una excepción. Una temporada en la que el Valencia fue tercero en todo: en el grupo de Champions, en la Liga, en la Copa y en la Europa League.
La primera gran decepción llegó en la Champions League, ya que el equipo no fue capaz de superar la fase de grupos, en la que quedó encuadrado con Chelsea, Bayer Leverkusen y Genk. El equipo finaliza tercero, el puesto ya habitual con Unai Emery, y logra la clasificación para la Europa League y, pese a que el club trata de motivar al equipo y a la afición en esta competición, la decepción es enorme.
En la Copa del Rey, sin embargo, el equipo sí que dio la talla. Tras eliminar a Cádiz, Sevilla y Levante, el Valencia se enfrentó al todopoderoso FC Barcelona en las semifinales. En un gran partido de los valencianistas en Mestalla, el equipo lo da todo pero no puede pasar del empate a un gol en un encuentro marcado por las polémicas manos del guardameta rival, que debió ser expulsado. En el Camp Nou, los culés no fallaron y arrollaron a un Valencia que se quedó fuera de la final.
Y en la Europa League, el equipo también es capaz de alcanzar las semifinales, en las que, como hacía dos temporadas, vuelve a medirse al Atlético de Madrid. Pero de nuevo el conjunto valencianista vuelve a fallar en una cita clave. El Valencia salta al Vicente Calderón muy acomplejado, y los madrileños arrollan al equipo che con un 4-2 que apenas deja espacio para la esperanza. En la vuelta, la pesadilla fue absoluta, ya que además de la eliminación llegó la grave lesión de Sergio Canales.
En la Liga, el Valencia comienza de forma arrolladora, alcanzando el liderato en las primeras jornadas, y manteniendo una regularidad que le permite mantenerse en el tercer puesto durante toda la temporada. A mitad de temporada, el margen obtenido con respecto al cuarto clasificado provoca una preocupante relajación en las filas ches, que enlazan cinco jornadas sin ganar y comienzan a perder partidos que tenían ya ganados, algunos de ellos de forma muy lamentable en el tiempo de descuento. Los malos resultados hacen que se llegue a las últimas jornadas casi sin colchón, y una derrota en la Rosaleda a falta de cuatro partidos hace peligrar gravemente el objetivo. Al final, pese a los altibajos, se arregló la situación y se consiguió la clasificación de forma directa para la Champions League.
Adiós a cuatro años con Emery
Más de 1.400 días después, cuatro temporadas completas, tres terceros puestos consecutivos y después de no disputar ninguna final, Unai Emery deja el banquillo del Valencia. Su salida no es ni mucho menos la ideal. Tras haberse barajado durante meses la posibilidad de su renovación, el nombre de su sustituto, Mauricio Pellegrino, se anuncia en un acto público en que Unai está presente y, pese a recibir la insignia de oro y brillantes por parte del club, sus últimos días como entrenador valencianista son absolutamente surrealistas. Sin sentido aparente durante el verano viaja con el equipo a la gira norteamericana y la abandona a mitad estancia para firmar por su nuevo equipo, el Spartak de Moscú.
Campeonato Nacional de Liga
Las dudas ante tantas novedades en la plantilla pronto quedan disipadas. El curso 2011/2012 arranca con muy buenas sensaciones y mejores resultados, algo clásico ya bajo las órdenes de Unai Emery. Las victorias por la mínima frente al Racing (4-3), el Atlético de Madrid (1-0) y el Sporting de Gijón (0-1) colocan al Valencia en el liderato de la tabla clasificatoria.
La convicción colectiva aumenta tras el choque ante el todopoderoso Barcelona. Los ches se adelantan por dos veces en el marcador, pero la pegada culé es indiscutible y el duelo acaba con las tablas y con la grada de Mestalla agradecida por el espectáculo ofrecido. La primera derrota en la Liga llega en el Sánchez Pizjuán en un partido muy accidentado con tres expulsiones (Aduriz en el Valencia) y con un penalty fallado por Banega.
En octubre, y tras la victoria por la mínima ante el Granada en casa, el Valencia vive sus peores momentos. A los malos resultados en Champions, hay que añadir dos empates frente a Mallorca y Athletic y una victorias por la mínima y sufriendo más de la cuenta ante el Zaragoza. Es éste el único tramo de la Liga en el que los ches desaparecen de los cuatro primeros puestos de la clasificación.
Es entonces cuando caen lesionados dos de los hombres importantes del equipo. Sergio Canales sufre una rotura de los ligamentos de sus rodilla en el choque ante los vizcaínos y se pierde casi toda la temporada, mientras que a Éver Banega se le diagnostica un esguince de rodilla que le mantiene de baja durante casi dos meses. Cinco triunfos sólo separados por el partido perdido ante el Real Madrid devuelven al Valencia a su puesto natural, el tercero, aunque las sensaciones no son las más deseadas. La pegada del equipo eclipsa las carencias en el juego. Y el año 2011 acaba con un importante triunfo ante el Málaga (2-0) gracias a la fabulosa pegada de Soldado que lleva marcados 16 goles en esta campaña y demuestra ser el delantero español más en forma, con diferencia sobre el resto.
En la Liga el margen obtenido con respecto al cuarto clasificado, que llega a ser de ocho puntos, provoca cierta relajación en las filas ches, que enlazan cinco jornadas consecutivas sin ganar frente a Villarreal, Osasuna, Real Sociedad, Racing y Atlético de Madrid entre enero y febrero hasta que llega la goleada (4-0) al Sporting de Gijón. Por fortuna los directos rivales del equipo de Emery tampoco andan especialmente atinados y el colchón no disminuye de forma alarmante.
Sí empieza a ser especialmente preocupante la capacidad del equipo para verse remontado en el marcador. De hecho, en el mes de febrero, los problemas defensivos y de actitud del equipo, incapaz de cerrar los partidos en los que cuenta con ventaja en el marcador, convirtieron en algo traumático, hasta el punto de que el conjunto dirigido por Unai Emery se había dejado ya la friolera de 17 puntos en las remontadas de los equipos rivales.
Marzo y abril tampoco serían meses propicios y la mala tendencia continuaría desmotivando a la afición con resultado muy negativos. Pese a la gran victoria valencianista en San Mamés por 0-3 en plenas Fallas, el equipo sólo conseguiría dos victorias y tres empates en ocho partidos hasta la goleada en Mestalla contra el Betis por 4-0. En ese momento, el colchón del equipo se ha reducido drásticamente y la visita a la Rosaleda se traduce en una dolorosa derrota contra el Málaga, que empata a puntos con el Valencia en la tercera plaza y deja al quinto clasificado a sólo tres puntos.
Afortunadamente, los resultados en las tres últimas jornadas acompañan, y gracias a las dos victorias en casa ante Osasuna y Villarreal el equipo puede certificar su clasificación para la Champions League de forma directa antes de la última jornada, que se salda con derrota ante la Real Sociedad en Anoeta. Los goleadores del equipo en esta temporada liguera fueron los siguientes: Roberto Soldado (17 goles); Jonas Gonçalves (10 goles); Aritz Aduriz (7 goles); Sofiane Feghouli (6 goles); Tino Costa (5 goles); Pablo Hernández (3 goles); Adil Rami, Jordi Alba y Pablo Piatti (2 goles); Sergio Canales (1 gol).
Copa del Rey
Con el equipo acomodado en la tercera plaza clasificatoria, pero fuera de la Liga de Campeones tras caer apeado en la fase de grupos, el Valencia llega a 2012 con algunas dudas por despejar. Unai Emery cumple su cuarta temporada en el banquillo de Mestalla, y las críticas arrecian contra él con dureza ante la mínima adversidad. Pero con la Copa del Rey llegan las primeras alegrías, ya que la trayectoria del equipo en la competición es intachable, hasta quedar apeado en semifinales ante el FC Barcelona.
En la primera ronda de dieciseisavos, el rival fue el histórico Cádiz, que militaba entonces la Segunda División B. En el partido de ida, que se disputó en el Ramón de Carranza el 13 de diciembre en plena crisis de resultados ligueros, el equipo che no pasó del empate a cero. En el partido de vuelta, el Valencia no tuvo contemplaciones y goleó a los gaditanos con goles de Víctor Ruiz, Jonas, Soldado y Banega. Emery no se fió del conjunto andaluz, líder en el Grupo IV de Segunda B, y puso en liza a un once inicial plagado de titulares.
Tras deshacerse del Cádiz, el Valencia se enfrenta al Sevilla en los octavos de final. Una eliminatoria complicada en la que los de Unai Emery por fin demostraron estar a la altura en una cita importante. En el partido de ida, jugado en Mestalla el 5 de enero de 2012, un solitario gol de Jonas permitió al Valencia imponerse por la mínima. El brasileño aprovechó un pase de Mathieu para recortar y marcar de precioso disparo en el minuto, logrando un tanto que permitía viajar a Sevilla con ciertas garantías. El partido de vuelta fue sufrido y complicado, y el equipo blanquinegro logró la clasificación gracias al valor doble de los goles marcados fuera de casa. Soldado adelantó al Valencia mediada la segunda mitad pero el Sevilla tiró de casta para llegar vivo hasta el último suspiro con un tanto de Rakitic y otro de Víctor Ruiz en propia puerta en el descuento. Todo quedó en un susto.
El sorteo deparó un derbi para los cuartos de final, en el que el mayor tono físico de los valencianistas fue clave. En el partido de ida el Valencia consiguió imponerse por 4-1, en un encuentro que se decidió en la primera parte gracias a los goles de Jonas, Soldado, Piatti y el 'Tino' Costa, que minimizaron el tanto levantinista. El conjunto de Unai Emery dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria ante los granotas gracias a una excelente primera mitad. Sin margen para la sorpresa, el Valencia consiguió de forma contundente la clasificación para las semifinales tras derrotar a domicilio al Levante por 0-3 en el partido de vuelta, con dos goles de Piatti y uno de Aduriz.
El emparejamiento en las semifinales de la Copa del Rey con el Barça es un trago difícil de digerir, pero el Valencia lo afrontó como en las mejores ocasiones. Trató de no dejar pensar a los azulgranas en el partido de ida y se acercó con mucho peligro a los dominios de Pinto, que se convirtió en el gran protagonista del choque. Aún sin goles en el marcador, unas manos suyas fuera del área cortando una clara acción de peligro no son consideradas como expulsión para el colegiado González González. Un jugada que condicionó claramente el partido. De cualquier forma Jonas adelantó a los ches, aunque Puyol marcó el empate poco después. Diego Alves le paró un penalty a Leo Messi y el encuentro finalizó con un 1-1 que dejaba todo por decidir.
Sin embargo, en el Camp Nou, el Valencia cayó derrotado por 2-0. En este caso, el equipo de Unai Emery fue muy inferior a los azulgrana durante la mayor parte del encuentro y no mostraron ni la actitud ni la intensidad necesarias para superarla dura prueba que afrontaban. La afición valencianista creía en la gesta, pero los jugadores no acompañaron y no mostraron la misma intensidad que tuvieron en el partido de ida. El sueño de un título se desvaneció por completo, aunque quedaba la Europa League.
Champions League
La participación del Valencia CF en la Champions League 2011/2012 resulta la más decepcionante desde 2008. Tras haber logrado la clasificación directa la temporada anterior, el club de Mestalla queda encuadrado en el Grupo E junto al KRC Genk Belga, el Bayer de Leverkusen alemán y el Chelsea FC inglés. A priori, un grupo asequible en el que el Valencia debería disputarse el pase a la siguiente ronda con los alemanes. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que el conjunto che quedaría eliminado tras un mediocre papel en esta fase de grupos.
El conjunto de Unai Emery debutó el 13 de septiembre en el Cristal Arena frente al Genk, donde no pudo pasar de un triste empate sin goles, que supuso la primera piedra en el camino. El equipo che mostró su superioridad, pero no pudo marcar en un choque que encaró con ambición desde el comienzo y en el que solo la falta de acierto rematador lo privó de dos puntos que serían clave en la clasificación final.
El siguiente rival fue el Chelsea, favorito del grupo, que visitó Mestalla el 28 de septiembre. En un vibrante partido, Roberto Soldado rescató un punto de penalty a falta de cuatro minutos para acabar el choque. El conjunto inglés se había adelantado con un gol de Lampard en el arranque de la segunda mitad, pero el Valencia tiró de orgullo hasta el final para lograr una igualada que supo a victoria después de como se había puesto el partido y la clasificación del grupo.
En la tercera jornada llegó la que fue, sin duda, la mayor decepción de esta competición. El 19 de octubre, el Valencia se jugaba en el BayArena el ser o no ser ante el Bayer Leverkusen. El equipo de Emery hizo lo más difícil y se adelantó en el marcador después de una gran primera media hora, pero en al arranque de la segunda mitad el conjunto alemán le dio la vuelta al partido en tres minutos, dejando al Valencia tercero y no dependiendo de sí mismo para la clasificación.
Pese a esta gran decepción, el Valencia sí que supo dar la talla en el siguiente encuentro, cuando el Bayer visitó Mestalla y le derrotó por 3-1, con goles de Jonas, Soldado y Rami. El conjunto blanquinegro disputaba el primer match-ball de los tres que le quedaban y lo solventó con más acierto que calidad, ante un equipo alemán que fue de más a menos. Tras esta victoria, el Valencia pasó a depender de él mismo para pasar a la siguiente ronda.
El 23 de noviembre de 2011, el Valencia logró la mayor goleada de su historia en la Champions League tras derrotar al Genk por siete goles a cero. Soldado fue la estrella del partido con tres tantos y Jonas le acompañó con dos asistencias y un gol. Pablo Hernández, Aduriz y Tino Costa se sumaron a la fiesta goleadora para pasar por encima de un inocente Genk. A pesar de la victoria, el Valencia estaba obligado a sumar, como mínimo, un empate con goles ante el Chelsea en Inglaterra para estar en los octavos de final. Todo un reto.
Y llegó la gran cita, el día clave, donde, una vez más, el Valencia de Unai Emery no estuvo a la altura. El Valencia, que estaba obligado a marcar y, al menos, a empatar en Stamford Bridge, perdió de forma contundente (3-0) en un partido en el que dominó el balón, mientras que los tantos tuvieron color local. El Valencia quedaba eliminado y debía conformarse con disputar la Europa League.
Europa League
El disgusto de la eliminación en la fase de grupos de la Liga de Campeones, el equipo logra suavizarla con un tránsito exitoso en la segunda división continental, la Europa League. El club quiso apostar fuerte por esta competición, y permitió a los abonados acceder gratuitamente a las primeras rondas clasificatorias. El primer emparejamiento es frente al rudo Stoke City inglés, y el partido de ida se resuelve con un victoria por la mínima (0-1) en el Britannia Stadium en un partido sin brillo alguno, pero que permitia a los de Emery afrontar con garantías el compromiso de vuelta en Mestalla, un compromiso que solventó el equipo valencianista también por la mínima (1-0), con gol de Jonas, en un duelo sin brillo alguno, en el que los de Unai Emery se limitaron a cumplir el trámite ante un rival menor que basó todo en el músculo y el aspecto físico del juego.
Ya en dieciseisavos de final, el rival fue el PSV Eindhoven, un histórico de las competiciones europeas. El 4-2 de la ida en Mestalla dejaba bastante encarrilado el pase, aunque los blanquinegros pecaron de exceso de confianza, ya que acabaron cediendo dos goles en los últimos minutos en un encuentro en el que había conseguido una ventaja de cuatro goles a cero. En el partido de vuelta, que se jugó el 15 de marzo en el Philips-Stadium, el Valencia firmó un rácano empate (1-1) ante un rival sin mordiente que desaprovechó las múltiples oportunidades de las que gozó. Con este resultado el Valencia lograba la clasificación para los cuartos de final de una competición europea por octava ocasión en las últimas 13 temporadas.
Dos semanas después tocaba regresar al país de los tulipanes. En esta ocasión, el rival era el AZ Alkmaar y el equipo de Emery llegaba en plena crisis de juego y resultados. En el AFAS Stadion, el Valencia extendió su negativa racha de resultados y perdió por primera vez en su historia en Holanda (2-1), por lo que tocaba remontar la eliminatoria en Mestalla. Los valencianistas no estuvieron seguros en defensa y los holandeses lo aprovecharon para marcar por dos veces en la segunda parte. Topal había empatado de cabeza, pero los valencianistas no supieron derrotar a un rival con mucho oficio que supo hacer su trabajo. Afortunadamente, Mestalla vuelve a ser clave y el 4-0 de la vuelta clasificó al Valencia para unas semifinales europeas por octava vez en su historia. El Valencia selló sin complicaciones su pase en un partido encarrilado por el central francés Rami con dos goles en apenas dos minutos en la primera parte, y sentenciado después por Jordi Alba y Pablo Hernández. Las semifinales estaban servidas y la ilusión comenzó a despertar entre los aficionados.
El rival en las semifinales fue el Atlético de Madrid. Había aire de revancha, puesto que los colchoneros habían sido los verdugos de los valencianistas en esta competición dos temporadas atrás, en una polémica eliminatoria de cuartos de final. El Valencia de Emery volvía a afrontar un partido clave, vital, con la afición ilusionada y volcada, pero pese a ello, el Valencia saltó al Vicente Calderón como un equipo menor, acomplejado y temeroso. Los jugadores atléticos aprovecharon la falta de intensidad valencianista para desbordar, asustan y atrincherar a los de Emery en su área. El Valencia intenta que el chaparrón escampe, pero sin éxito. El conjunto che cae derrotado, pero el 4-2 final no es un fiel reflejo de lo visto sobre el césped. De hecho, los goles de Jonas y Ricardo Costa sobre la bocina de cada una de las mitades del choque suponen un hilo de vida para un Valencia que no había merecido esta dosis de oxígeno.
Para el partido de vuelta, Mestalla se conjura, la afición responde con un lleno y regala al equipo una noche mágica. La remontada no fue posible, y pese a que el conjunto valencianista realizó una gran primera parte y lo dio todo para tratar de dar la vuelta al resultado del partido de ida, la mala suerte y la falta de acierto de cara a gol fueron una losa demasiado pesada para los jugadores. Mestalla presentó un ambiente de gala, el público estuvo con el equipo durante los noventa minutos, pero querer no fue suficiente. Enfrente estuvo un conjunto que fue mejor a lo largo la eliminatoria. La peor noticia, además de la eliminación, fue la lesión de Sergio Canales, que dejó al estadio helado cuando, en el minuto 59, cayó y se dolió de la misma rodilla que le mantuvo casi seis meses fuera de los terrenos de juego. Un castigo desmesurado.
Plantilla de la temporada 2011-2012
Presidente | Manuel Llorente |
Entrenador | Unai Emery |
Porteros | Alves, Guaita |
Defensas | Barragán, Bruno, Dealbert, Jordi Alba, Mathieu, Miguel, Rami, Ricardo Costa, Víctor Ruiz |
Medios | Albelda, Banega, Bernat, Feghouli, Maduro, Pablo Hernández, Parejo, Tino Costa, Topal |
Delanteros | Aduriz, Canales, Jonas, Piatti, Soldado |