Ficha de partido
Real Oviedo
1 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Epi FernándezAsist: Guillermo Gorostiza
28'
Emilín
43'
Descanso
45'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Oviedo
Records vs Real Oviedo
Máximo goleador: Waldo Machado (14 goles)
Goleador rival: Lángara (12 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (21 partidos)
Mayor victoria: 8 - 1 (28.02.1965)
Mayor derrota: 0 - 7 (22.02.1934)
Más repetido: 1-1 (10 veces)
Crónica
En el campo de Buenavista se ha registrado hoy la mayor entrada de la temporada, y si se nos apura un poco, la mayor entrada que ha habido en el Estadio durante toda la historia. Ni aún en aquel famoso partido contra el Atlético Aviación, en el que el Oviedo conquistó el derecho a pasar a la Primera División hubo tanta gente en el campo ovetense.
El ambiente en la ciudad, desde las primeras horas del día, era de extraordinaria animación. Los aficionados discutían acaloradamente la presencia del seleccionador nacional, que daba todavía más realce al encuentro.
Este comenzó a las 4 de la tarde. El público tributó a los dos equipos, que saltaron al campo casi al mismo tiempo, una entusiasta acogida. Después de los gritos de ritual, comenzó el encuentro, que fue arbitrado por el colegiado del centro, don Plácido González.
El Oviedo eligió contra el sol y, por consiguiente, sacó la pelota el Valencia. Apenas puesta en juego, hay un pase de Villita a Antón, y éste se cuela, burlando la entrada de Álvaro. Lanza un centro preciso que Goyín, desde el suelo, remata maravillosamente de cabeza, pero bloca el balón Eizaguirre. Los locales acosan en estos primeros momentos.
A los 3 minutos de juego, se produce un corner contra el Valencia. Lo saca Antón y Herrerita acude al remate, pero el jugador internacional resulta lesionado de alguna consideración al ser aprisionado entre Eizaguirre e Iturraspe. Herrerita es retirado del campo, echando bastante sangre por la cabeza, y sacando una pierna seriamente lesionada. El Oviedo, sin Herrerita, pierde toda su eficacia en la línea de ataque.
Los forasteros, apoyados en su fuerte línea media, se lanzan una y otra vez sobre los dominios ovetenses, que Pena, Valerio y en último extremo Sion, tienen que defender con uñas y dientes. A los 28 minutos de esta primera parte, se produce el gol del Valencia. Gorostiza recoge una pelota, se escapa por su extremo, la devuelve al centro y Epi empalma un tiro seco que bate a Sion.
Dos minutos después reaparece Herrerita, cojeando visiblemente y con la cabeza vendada. Intenta jugar en su puesto, pero ante la imposibilidad física, pasa al extremo y Emilín ocupa el puesto de interior izquierda internacional. Cuando faltaba poco para terminar este primer tiempo, hay un pase profundo de Serrero a Emilín, que, muy marcado, logra sin embargo burlar la vigilancia y lanza un disparo seco y bajo, que después de ser tocado por Eizaguirre, va a parar al poste, da en la arista interior de ésta y se introduce después en la red. El tanto del empate es acogido por el público con una cerrada ovación. Apenas es sacada la pelota del centro del campo, el árbitro señala el final de la primera parte.
En la segunda, el equipo forastero es recibido con una pita formidable debido a la dureza que ha desarrollado en los primeros 45 minutos. Los forasteros se imponen y consiguen dominar durante 43 minutos. Consecuencia de este dominio son varios los saques de esquina contra el Oviedo, pero el portero Sion, en una tarde inspiradísima, hace nulos todos los esfuerzos de los delanteros levantinos, entre los que Epi y Gorostiza se muestran como únicos peligrosos. Mundo empuja mucho a su línea, pero está desafortunado en el remate. Los interiores, tanto Asensi como Amadeo, flojean mucho. Hay, no obstante, un poco de mala suerte con los disparos de los delanteros valencianos. Mundo lanza un chut y cuando el público había gritado ya gol, el balón se estrella contra el larguero y vuelve al campo. Después, es Epi el que tira para que la pelota pase rozando el larguero.
El arbitraje de Plácido González, deficiente. Se dejó impresionar, indudablemente, por el lugar que ocupa en la clasificación el conjunto valenciano, acaso también por la presencia en el campo del seleccionador nacional, que acudió, quizás, a ver a un extremo derecha (Antón) y tuvo que conformarse con ver a otro extremo derecha, que se llama Epi y que ya es internacional.
El ambiente en la ciudad, desde las primeras horas del día, era de extraordinaria animación. Los aficionados discutían acaloradamente la presencia del seleccionador nacional, que daba todavía más realce al encuentro.
Este comenzó a las 4 de la tarde. El público tributó a los dos equipos, que saltaron al campo casi al mismo tiempo, una entusiasta acogida. Después de los gritos de ritual, comenzó el encuentro, que fue arbitrado por el colegiado del centro, don Plácido González.
El Oviedo eligió contra el sol y, por consiguiente, sacó la pelota el Valencia. Apenas puesta en juego, hay un pase de Villita a Antón, y éste se cuela, burlando la entrada de Álvaro. Lanza un centro preciso que Goyín, desde el suelo, remata maravillosamente de cabeza, pero bloca el balón Eizaguirre. Los locales acosan en estos primeros momentos.
A los 3 minutos de juego, se produce un corner contra el Valencia. Lo saca Antón y Herrerita acude al remate, pero el jugador internacional resulta lesionado de alguna consideración al ser aprisionado entre Eizaguirre e Iturraspe. Herrerita es retirado del campo, echando bastante sangre por la cabeza, y sacando una pierna seriamente lesionada. El Oviedo, sin Herrerita, pierde toda su eficacia en la línea de ataque.
Los forasteros, apoyados en su fuerte línea media, se lanzan una y otra vez sobre los dominios ovetenses, que Pena, Valerio y en último extremo Sion, tienen que defender con uñas y dientes. A los 28 minutos de esta primera parte, se produce el gol del Valencia. Gorostiza recoge una pelota, se escapa por su extremo, la devuelve al centro y Epi empalma un tiro seco que bate a Sion.
Dos minutos después reaparece Herrerita, cojeando visiblemente y con la cabeza vendada. Intenta jugar en su puesto, pero ante la imposibilidad física, pasa al extremo y Emilín ocupa el puesto de interior izquierda internacional. Cuando faltaba poco para terminar este primer tiempo, hay un pase profundo de Serrero a Emilín, que, muy marcado, logra sin embargo burlar la vigilancia y lanza un disparo seco y bajo, que después de ser tocado por Eizaguirre, va a parar al poste, da en la arista interior de ésta y se introduce después en la red. El tanto del empate es acogido por el público con una cerrada ovación. Apenas es sacada la pelota del centro del campo, el árbitro señala el final de la primera parte.
En la segunda, el equipo forastero es recibido con una pita formidable debido a la dureza que ha desarrollado en los primeros 45 minutos. Los forasteros se imponen y consiguen dominar durante 43 minutos. Consecuencia de este dominio son varios los saques de esquina contra el Oviedo, pero el portero Sion, en una tarde inspiradísima, hace nulos todos los esfuerzos de los delanteros levantinos, entre los que Epi y Gorostiza se muestran como únicos peligrosos. Mundo empuja mucho a su línea, pero está desafortunado en el remate. Los interiores, tanto Asensi como Amadeo, flojean mucho. Hay, no obstante, un poco de mala suerte con los disparos de los delanteros valencianos. Mundo lanza un chut y cuando el público había gritado ya gol, el balón se estrella contra el larguero y vuelve al campo. Después, es Epi el que tira para que la pelota pase rozando el larguero.
El arbitraje de Plácido González, deficiente. Se dejó impresionar, indudablemente, por el lugar que ocupa en la clasificación el conjunto valenciano, acaso también por la presencia en el campo del seleccionador nacional, que acudió, quizás, a ver a un extremo derecha (Antón) y tuvo que conformarse con ver a otro extremo derecha, que se llama Epi y que ya es internacional.