Ficha de partido
Real Betis
0 - 2
Valencia CF
Equipos titulares
7
10
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
David VillaAsist: David Albelda
35'
RiveraArzu
43'
David Albelda
45'
Descanso
45'
DaniRobert
53'
Fabio AurelioMario Regueiro
68'
Miguel Brito
73'
Rivera
76'
David VillaAsist: Rubén Baraja
78'
Miguel Ángel MistaPablo Aimar
78'
Francisco RufeteDavid Villa
81'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Betis
Records vs Real Betis
Máximo goleador: Arturo Montes (10 goles)
Goleador rival: Unamuno (6 goles)
Más partidos: Ricardo Arias (22 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (05.04.1931)
Mayor derrota: 0 - 4 (05.05.1985)
Más repetido: 2-1 (17 veces)
Crónica
El público del Ruiz de Lopera despidió a David Villa con aplausos. No era para menos. El asturiano abandonó el juego a nueve minutos del final, después de haber rubricado el triunfo del Valencia. Materializó el 0-2 con el que los de Quique siguen metiendo presión al líder. No aflojan. La victoria en campo andaluz, a escasos tres días del decisivo partido con el Dépor en busca de la semifinal de la Copa, es la mejor medicina que puede recibir un equipo. En Sevilla el Valencia leyó el partido a la perfección y lo plasmó luego sobre el césped con nota destacada.
Si el Deportivo debe temer a un equipo en racha, en la competición liguera el Osasuna ya no tiene que girar la vista para saber dónde está el Valencia. Con el triunfo de ayer, el conjunto de Quique ya se ha situado en segunda posición y, al ritmo que lleva, el Barcelona va a tener que empezar a pensar que la Liga no está ganada. Pero dentro del buen tono general, la presencia de Villa en el Valencia es una garantía de goles. El Guaje maravilla. Es un futbolista escurridizo, trabajador y, aparte de su olfato ante el marco rival, es generoso. Con Aimar tuvo ayer dos o tres combinaciones de esas con las que los aficionados disfrutan.
Fue un Valencia sin prisas que sabía que iba a ganar. Control, serenidad y gol de Villa. Así se resume lo que fue el primer tiempo del partido. Desde que en los compases iniciales una pared de Aimar y Villa terminó con lucimiento de Doblas, el Valencia centró su atención en controlar el tremendo empuje del rival y a practicar el juego a la contra. La iniciativa, el peso, parecía llevarlo el equipo de Serra Ferrer, pero sin fluidez al llegar al área. Mientras, los de Quique aguantaron, seguros atrás, y trataron de triangular en sus contragolpes. La paciencia, la labor de desgaste que llevaron a cabo los blanquinegros –esta vez con camiseta azul y pantalón y medias naranja– dio un buen fruto. Parecía cuestión de tiempo y así fue. Después del susto que dio Villa apenas empezar, nada más que reseñar. El Valencia, bien armado, con la lección aprendida de memoria, iba a la suya. Buscando el momento.
Y ese momento llegó apenas cumplida la media hora. Un error de Luis Fernández al despejar el balón lo aprovechó Albelda, que combinó con Villa, situado como exterior diestro. El goleador asturiano hizo todo lo demás. Dentro del área regateó en seco a Melli y remató raso a la red, para correr después hacia el otro lado y, como acostumbra, echarse arrodillado por el césped, con los brazos alzados para celebrar el gol. Ya son doce los que acumulaba en su cuenta particular. Pero se le veía con ganas de más. El segundo periodo comenzó con una nueva ocasión valencianista, pero Angulo, que se había colado con habilidad ganándole la espalda a Óscar López, no acertó después. Desde ese momento el Betis volvió a ser el del primer periodo y el Valencia también. Casi como un calco, los verdiblancos repitieron lo de lanzarse hacia adelante, incluso ahora con mayor intención. Y echaron de menos al ex valencianista Oliveira, porque nadie parecía capaz de buscar el gol del empate.
Esto permitió que el Valencia pudiera jugar como le gusta. A la contra, decidido a rematar a un rival herido, pero sin perder la posición. Cuando más apretaba el Betis, Villa, Angulo y Aimar protagonizaron una salida espectacular en la que el Cai perdonó cuando el gol, que hubiera sido la puntilla, parecía más que claro. Menudo respiro dio la afición local al ver que el disparo del argentino se estrellaba en el portero. El argentino organiza, juega, brilla, pero no es un matador. El del estoque es otro, y cuando le llega el balón en condiciones no perdona. Era el minuto 78 cuando el Guaje controló, esta vez por la izquierda, buscó posición de disparo y metió un zapatazo definitivo que provocó que el publico del Ruiz de Lopera empezara a abandonar sus asientos. El triunfo del Valencia estaba consolidado y Villa ya lleva trece dianas en su zurrón y cada vez se acerca más a Eto’o.
Si el Deportivo debe temer a un equipo en racha, en la competición liguera el Osasuna ya no tiene que girar la vista para saber dónde está el Valencia. Con el triunfo de ayer, el conjunto de Quique ya se ha situado en segunda posición y, al ritmo que lleva, el Barcelona va a tener que empezar a pensar que la Liga no está ganada. Pero dentro del buen tono general, la presencia de Villa en el Valencia es una garantía de goles. El Guaje maravilla. Es un futbolista escurridizo, trabajador y, aparte de su olfato ante el marco rival, es generoso. Con Aimar tuvo ayer dos o tres combinaciones de esas con las que los aficionados disfrutan.
Fue un Valencia sin prisas que sabía que iba a ganar. Control, serenidad y gol de Villa. Así se resume lo que fue el primer tiempo del partido. Desde que en los compases iniciales una pared de Aimar y Villa terminó con lucimiento de Doblas, el Valencia centró su atención en controlar el tremendo empuje del rival y a practicar el juego a la contra. La iniciativa, el peso, parecía llevarlo el equipo de Serra Ferrer, pero sin fluidez al llegar al área. Mientras, los de Quique aguantaron, seguros atrás, y trataron de triangular en sus contragolpes. La paciencia, la labor de desgaste que llevaron a cabo los blanquinegros –esta vez con camiseta azul y pantalón y medias naranja– dio un buen fruto. Parecía cuestión de tiempo y así fue. Después del susto que dio Villa apenas empezar, nada más que reseñar. El Valencia, bien armado, con la lección aprendida de memoria, iba a la suya. Buscando el momento.
Y ese momento llegó apenas cumplida la media hora. Un error de Luis Fernández al despejar el balón lo aprovechó Albelda, que combinó con Villa, situado como exterior diestro. El goleador asturiano hizo todo lo demás. Dentro del área regateó en seco a Melli y remató raso a la red, para correr después hacia el otro lado y, como acostumbra, echarse arrodillado por el césped, con los brazos alzados para celebrar el gol. Ya son doce los que acumulaba en su cuenta particular. Pero se le veía con ganas de más. El segundo periodo comenzó con una nueva ocasión valencianista, pero Angulo, que se había colado con habilidad ganándole la espalda a Óscar López, no acertó después. Desde ese momento el Betis volvió a ser el del primer periodo y el Valencia también. Casi como un calco, los verdiblancos repitieron lo de lanzarse hacia adelante, incluso ahora con mayor intención. Y echaron de menos al ex valencianista Oliveira, porque nadie parecía capaz de buscar el gol del empate.
Esto permitió que el Valencia pudiera jugar como le gusta. A la contra, decidido a rematar a un rival herido, pero sin perder la posición. Cuando más apretaba el Betis, Villa, Angulo y Aimar protagonizaron una salida espectacular en la que el Cai perdonó cuando el gol, que hubiera sido la puntilla, parecía más que claro. Menudo respiro dio la afición local al ver que el disparo del argentino se estrellaba en el portero. El argentino organiza, juega, brilla, pero no es un matador. El del estoque es otro, y cuando le llega el balón en condiciones no perdona. Era el minuto 78 cuando el Guaje controló, esta vez por la izquierda, buscó posición de disparo y metió un zapatazo definitivo que provocó que el publico del Ruiz de Lopera empezara a abandonar sus asientos. El triunfo del Valencia estaba consolidado y Villa ya lleva trece dianas en su zurrón y cada vez se acerca más a Eto’o.