Inicio del partido

0'

Pérez

21'

Rino Costa

35'

Descanso

45'

Lacomba

68'

Eduardo Cubells

80'

Final del partido

90'

Se celebró ayer tarde en match homenaje despedida a Anton Fivber, el que hasta ahora ha sido entrenador del equipo campeón. Vino Fibver a Valencia llamado por el club titular en una época en la que el fútbol valenciano se imponía en la península por sus entusiasmos. Falto de toda técnica, esta preciosa cualidad en en el juego, el entusiasmo destacaba en los equipos locales. Y el gran entrenador checho, con una perseverancia digna de mejor suerte, ha dejado en los equipiers que tuvo a sus órdenes cualidades estimables. Más provechosa hubiera podido ser la labor de Fibver, pero obstáculos que no queremos consignar obraron como impedimento difícil de destruir.

De todas formas, no puede atribuirse al entrenador que ayer se despidió de la afición valenciana haya fracasado. Si existe algún fracaso, éste no radica en él, sino en los que no supieron asimilarse sus lecciones. Y que Fibver es un técnico excelente lo demuestra el juego inculcado a los pequeños valencianistas, que ansiosos de jugar bien, entusiastas más que nada, le obedecieron siempre. Retorna ahora Anton Fibver a su país, y en Valencia deja innumerables simpatías ya afectos. Sepa que entre sus admiradores, entre sus amigos, nos encontramos nosotros. ¡Que un recuerdo imborrable guarde de nuestra tierra y que la suerte le acompañe siempre!

Primeramente contendió el equipo reserva del club blanco contra el Torrente, anotándose la victoria el reserva del Valencia por dos a uno. Como este primer encuetro dio comienzo con mucho retraso, el final del march entre las primeras del Valencia y el equipo de Mallorca se celebró ya con muy poca luz. Un pésimo partido de los jugadores merengues, de los que únicamente Cruz y Rino defendieron con bastante tesón sus colores, pues los restantes, comenzando por Molina y acabando por Montes, demostraron en varias ocasiones el poco empeño que tenían por este partido, y ello, que siempre es censurable, lo fue más ayer, dado el fin del encuentro.

Entendemos que como despedda y homenaje al que durante algún tempo laboró con sus sabias enseñanzas por el perfeccionamiento y mejora de dichos equipiers, correspondía una mejor actuación en calidad de juego y, sobre todo, en entusiasmo. El público demostró en algunas ocasiones su desagrado por esta desgana del Valencia, aplaudiendo calurosamente las jugadas de mérito de los muchachos del Mallorca, que fueron el reverso de la medalla. El encuentro terminó con un empate a dos tantos, y ello constituye por sí solo el mejor comentario.

Fue el primero en marcar el regimiento de Mallorca, en un corner bien tirado por Pérez, que Pedret vio penetrar en su dominio sin que nadie lo tocara. El empate lo logró Rino en un avance personal bien llevado y de nuevo llevó ventaja e lequipo militar por obra de gran tiro de Lliseta. En el segundo periodo Cubells consiguió el segundo en orsay clarísimo, que el señor Milego tuvo la intención de aceptar. Y empatados quedaron, y así siguieron hasta el final.