Ficha de partido
Athletic Club
1 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Jorge López (Pen.)
13'
Del Horno
30'
Carlos Marchena
31'
LarrazábalDel Horno
40'
Descanso
45'
Orbaiz
62'
ArriagaIraola
68'
Francisco RufeteRicardo Oliveira
70'
Roberto Ayala
72'
Rubén BarajaCarlos Marchena
81'
Xisco MuñozVicente Rodríguez
83'
Yeste
88'
Etxeberría
92'
Final del partido
93'
Estadio
Rival: Athletic Club
Records vs Athletic Club
Máximo goleador: Mundo Suárez (19 goles)
Goleador rival: Zarra (20 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (30 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (03.04.1949)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.10.1954)
Más repetido: 1-1 (23 veces)
Crónica
El Valencia sumó un punto en La Catedral ante el Athletic que, de entrada, da la sensación de ser poco botín en su carrera por la consecución del título de Liga. Sin embargo, después de lo visto hay que darlo por bueno y quizá a la conclusión de la temporada alcance un extraordinario valor. Cuando los jugadores valencianistas saltaron al césped de San Mamés ya sabían que el Madrid había perdido en el Bernabéu con el Barcelona. Entonces, se afrontaba un encuentro con la oportunidad de distanciar al equipo madrileño en cuatro puntos, es decir, los tres hipotéticos del triunfo más el gol averaje.
Un deseo y una ilusión que muy pronto se puso de cara. A los diez minutos el equipo valenciano realizó quizá la mejor jugada de toda la noche, como fue el pase de Marchena sobre Oliveira, la posterior internada de este y el consiguiente penalti. Adelantarse en el marcador fue todo un lujo, pero no se supo mantener este crédito. En defensa se siguió siendo eficaz, exceptuando el despiste de marcaje que proporcionó a Del Horno establecer el empate. En el centro del campo se comportaron de forma muy discreta alternando buenas con malas acciones, pero con muy poca claridad en los diversos movimientos y en lo que respecta al ataque fue tan pobre como desesperante.
La alineación de Benítez sorprendió. Dejó en el banquillo a cuatro jugadores que hay que considerar en este tramo final como titulares: Baraja, Pellegrino, Rufete y Mista, a los que hay que añadir el lesionado Carboni y el sancionado Albelda. Fue todo un lujo observarlos de espectadores cuando el equipo los precisaba. Y los precisaba porque no había orden en el centro del campo, donde Baraja podía proporcionarlo, así como Mista podía aportar agresividad en el juego ofensivo, que tampoco existió. Con todo ello, el Valencia tuvo controlado el partido en algunas fases y casi siempre haciendo referencia al primer tiempo, dado que en el segundo se estuvo a merced de la iniciativa de los vascos.
Una iniciativa que casi siempre estuvo basada en el corazón, poca clase, pocas jugadas trenzadas, pero buscando sus hombres siempre la falta al borde del área, buscando las jugadas a balón parado y buscando también la cabeza de Urzáiz al que Ayala se encargó de complicarle la existencia. El Valencia vivió durante el primer tiempo las tres fases que se pueden producir en un partido, es decir, dominar, equilibrio y ser dominado. Así fue como se desarrolló esta fase del encuentro. Muy pronto una buena asistencia de Marchena a Oliveira situó solo ante Aranzubía al brasileño y tras deshacerse del mismo tropezó, cayó, pero Lacruz que venía rápido al cruce arrastró el balón con el brazo derecho. El penalti lanzado por Jorge López situó al Valencia por delante en el marcador y consolidó su iniciativa en el juego.
Todo se puso a favor, pero en lugar de multiplicar las acciones de peligro sobre la portería vasca se entró en una fase de equilibrio y después de conformismo. Tras el descanso, aunque a golpes de corazón, fue el Athletic el único que buscó la victoria. Al final, el empate se impuso.
Un deseo y una ilusión que muy pronto se puso de cara. A los diez minutos el equipo valenciano realizó quizá la mejor jugada de toda la noche, como fue el pase de Marchena sobre Oliveira, la posterior internada de este y el consiguiente penalti. Adelantarse en el marcador fue todo un lujo, pero no se supo mantener este crédito. En defensa se siguió siendo eficaz, exceptuando el despiste de marcaje que proporcionó a Del Horno establecer el empate. En el centro del campo se comportaron de forma muy discreta alternando buenas con malas acciones, pero con muy poca claridad en los diversos movimientos y en lo que respecta al ataque fue tan pobre como desesperante.
La alineación de Benítez sorprendió. Dejó en el banquillo a cuatro jugadores que hay que considerar en este tramo final como titulares: Baraja, Pellegrino, Rufete y Mista, a los que hay que añadir el lesionado Carboni y el sancionado Albelda. Fue todo un lujo observarlos de espectadores cuando el equipo los precisaba. Y los precisaba porque no había orden en el centro del campo, donde Baraja podía proporcionarlo, así como Mista podía aportar agresividad en el juego ofensivo, que tampoco existió. Con todo ello, el Valencia tuvo controlado el partido en algunas fases y casi siempre haciendo referencia al primer tiempo, dado que en el segundo se estuvo a merced de la iniciativa de los vascos.
Una iniciativa que casi siempre estuvo basada en el corazón, poca clase, pocas jugadas trenzadas, pero buscando sus hombres siempre la falta al borde del área, buscando las jugadas a balón parado y buscando también la cabeza de Urzáiz al que Ayala se encargó de complicarle la existencia. El Valencia vivió durante el primer tiempo las tres fases que se pueden producir en un partido, es decir, dominar, equilibrio y ser dominado. Así fue como se desarrolló esta fase del encuentro. Muy pronto una buena asistencia de Marchena a Oliveira situó solo ante Aranzubía al brasileño y tras deshacerse del mismo tropezó, cayó, pero Lacruz que venía rápido al cruce arrastró el balón con el brazo derecho. El penalti lanzado por Jorge López situó al Valencia por delante en el marcador y consolidó su iniciativa en el juego.
Todo se puso a favor, pero en lugar de multiplicar las acciones de peligro sobre la portería vasca se entró en una fase de equilibrio y después de conformismo. Tras el descanso, aunque a golpes de corazón, fue el Athletic el único que buscó la victoria. Al final, el empate se impuso.