Inicio del partido

0'

Ricardo Arias

17'

Miguel Ángel Bossio

40'

Descanso

45'

MartínCasals

45'

Viñals

52'

Jon GarcíaCarlos Arroyo

63'

Viñals

83'

GuillénCorbalán

88'

Final del partido

90'

Primer partido de esta temporada jugado por la tarde en el Luis Casanova, con buena asistenca de público (alrededor de unos treinta mil espectadores) y una recaudación de cinco millones y medio. El Barcelona Atlético, al aparecer en el terreno de juego, fue acogido con una gran bronca por el público. En los accesos al campo fueron cacheados los miembros de unas peñas de seguidores valencianistas, conocidos por lo vehementes que son en el campo, y a algunos les despojaron de objetos arrojadizos. Realizó el saque de honor el campeón del mundo de motociclismo Jorge Martínez Aspar.

Arbitró el colegiado gallego Filgueira González, que realizó un arbitraje muy minucioso, tanto que paró, a veces en exceso, el juego, pero mantuvo el partido en sus manos y con discreción. Enseñó tarjeta de amonestación a Vinyals, del Barcelona Atlético y a Bossio y Arias, del Valencia. El único gol del encuentro llegó en el minuto 38 de la segunda parte. Vinyals, desde fuera del área y a una distancia de unos treinta metros, lanza un balón bombeado sobre el marco, aparentemente sin peligro, que bate a Serna, que hizo la estatua.

El Barcelona Atletico ha puesto de nuevo al Valencia contra la pared y casi más que al Valencia, a su entrenador Di Stéfano. Lo curioso del caso es que este partido realizado por los ché puede entrar, en cuanto a juego, entre los mejores que ha relizado en la presente temporada. Un partido en el que han hilvanado un fútbol bastante coherente, con una línea media en que Bossio y Arroyo realizaban buenas jugadas y servían excelentes balones a los tres puntas, Sixto, Fernando y el hispano-holandés Sánchez Torres. Pero Sixto, el goleador de Sestao, en esta ocasión fue un goleador frustrado pues el recuerdo de aquellos tres goles que marcó en la jornada anterior y que le dieron al Valencia aquella brillante victoria de 0-3, se han convertido ahora en otras tantas ocasionés frustradas en oportunidades muy propicias.

El Valencia, en efecto, dominó insientemente, pero no pudo culminar su juego por la excelente actuación de la defensa azulgrana que, bien dirigida por Carreras y Albesa, achicaba todos los balones, creando un escudo protector ante Alberrán que, sólo en esas oportunidades de Sixto pareció correr peligro, que el propio Sixto, con sus fallos, malogró. Así fue transcurriendo el primer tiempo, con un Barcelona Atlético que tampoco tenía un juego de ataque profundo y sus contadas ocasiones de aproximación al área de penalty no crearon peligro. Con decirles que el mayor peligro lo creó el defensa derecho Cristóbal, con un remate desde cuarenta metros en el último minuto de la primera parte, queda dicho todo.

En la segunda parte persistió el juego de ataque del Valencia, que en los primeros diez minutos se intensificó mucho, pero igualmente con resultado nulo. Pero ese juego técnicamente bueno, pero improductivo acabó cansando al público, y Sixto, a los once minutos, desperdiciaría otra ocasión muy propicia. El Barcelona Atlético, por su parte, al ver que el adversario no era excesivamente peligroso, se decidió a lanzarse más adelante, especialmente por el juego impulsivo y cerebral de Nayim, el mejor jugador sobre el Campo, que ya a los 20 minutos realizó una espléndida jugada por la derecha, con centro matemático sobre el área de penalty que remató limpiamente de cabeza López López, pero Serna detuvo el balón aunque con apuros en la misma raya de meta. Hubo después una fase de mayor dominio valencianista, con mucho ruido procedente de las gradas para animarle, pero que no dio resultado y cuando a los 38 minutos llegó el gol sorpresa de Vinyals, con la involuntaria colaboración por omisión de Serna, ya se vio el partido perdido porque vino a repetirse la historia de otras actuaciones valencianistas muy pobres y desgraciadas. Perdió los papeles y, en los últimos minutos, aunque intentó irse adelante, lo hizo sin rumbo ni tino.

Por el contrario, el Barcelona Atlético aún le creo un par de peligros más. Total, una victoria merecida la del Barcelona Atlético, que haciendo un buen juego defensivo ha aprovechado sus oportunidades y le ha dado este nuevo disgusto al Valencia que puede tener consecuencias, dada la inestabilidad que impera en el equipo.