Ficha de partido
Manchester U.
0 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Stepleton
21'
Pepe Carrete
27'
Daniel SolsonaEnrique Moreno
39'
Enrique Saura
44'
Descanso
45'
Miguel Tendillo
67'
Javier SubiratsPablo Rodríguez
75'
Roberto Fernández
77'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Manchester U.
Records vs Manchester U.
Máximo goleador: Héctor Núñez (3 goles)
Goleador rival: McMillan (2 goles)
Más partidos: Jocelyn Angloma (4 partidos)
Mayor victoria: 5 - 3 (19.05.1962)
Mayor derrota: 0 - 3 (08.12.1999)
Más repetido: 0-0 (4 veces)
Crónica
El Valencia consiguió esta noche en Manchester un valioso empate a cero en el primer partido de su eliminatoria de la Copa de la UEFA, tras noventa vibrantes minutos en los que el conjunto che defendió su parcela como gato panza arriba y contó en su meta Sempere con un elemento valiosísimo que atajó en todo momento las acometidas inglesas. El encuentro fue presenciado por 46.000 espectadores.
La clave del empate que el Valencia arrancó fue una excelente actuación de su defensa y una serie de buenas intervenciones de su portero, Sempere. El Manchester United estuvo poco acertado en su ataque pero cuando sus delanteros consiguieron llegar a puerta fueron anulados por el montaje defensivo valenciano.
La nota más destacada del partido, aparte de este empate, fue la amonestación de cinco jugadores por parte del árbitro checho Krechnak, que fue uno de los principales protagonistas de la noche, deteniendo constantemente el juego y amonestando a los jugadores por faltas o actuaciones con bastante rigor. Enseñó tarjeta a cuatro jugadores del Valencia y a uno del Manchester. Los valencianos amonestados fueron Carrete y Saura en el primer tiempo, y Tendillo y Roberto en el segundo. En el minuto 39 de la primera mitad, el jugador Moreno sufrió un encontronazo con Copell y quedó lesionado, teniendo que ser retirado en camilla. Le sustituyó Solsona.
El público fue bastante hostil con el Valencia, especialmente con el jugador Kempes por su condición de argentino. Durante los diez primeros minutos el Manchester tuvo un juego de gran inspiración, consiguiendo sus mejores jugadas de peligro bien aguantadas por el Valencia. Después su intensidad atacante disminuyó hasta llegar a un segundo tiempo muy aburrido en el que el Manchester jugó con poca fuerza y el Valencia amarró el empate. En el minuto doce de la segunda mitad tuvo el Manchester una excelente oportunidad de marcar cuando una jugada iniciada por Coppell, terminó con la pelota paseándose a merced por delante de la portería de Sempere ya batido.
En el 74 Pablo fue sustituido por Subirats y dos minutos más tarde, en el 76, tuvo el Valencia una oportunidad de oro cuando Kempes inició una jugada fuera del área y burló seguidamente al defensa quedando solo ante el portero pero el balón rebotó en el cuerpo del cancerbero británico. El partido, como ocurriera en el Tottenham - Barcelona, tuvo ribetes de gran dureza aunque la actitud proclive a las tarjetas del colegiado ayudara también a rodear al desarrollo del partido de un ambiente extraño y que enfervorecía los ánimos de los aficionados. Los ingleses se mostraron respondones a un Valencia que supo explotar perfectamente sus recursos defensivos, que no se arrugó en ningún momento y que supo jugar, a menudo con brusquedades, sus ilusiones de obtener un buen resultado.
Sin embargo, en ningún momento fue el Valencia súperagresivo que Atkinson, el míster de Old Trafford quiso hacernos ver tras el partido. Carrete, Botubot y compañía se mostraron expeditivos en sus acciones pero también es cierto que ni Kempes (el más repudiado por aquello de las Malvinas), ni Pablo recibieron precisamente flores en las inmediaciones del área de Baily. En cualquier caso asistimos a un verdadero partido de Copa. Duro, bronco y sin concesiones a la galería entre dos equipos que sólo estuvieron de acuerdo en una cosa, su calidad hubiese merecido otra clase de fortuna en el sorteo y no la necesidad de verse las caras en una doble confrontación de las que quitan el hipo al más pintado. Para el Valencia, por su juego y entrega, quizás una mayor eficacia en los metros finales hubiese sido la clave de un marcador a favor. Sin embargo, la atención «ché» estaba centrada en la defensa de su marco y los balones de contraataque no llegaron más que en contadas ocasiones en condiciones ventajosas a sus menguados hombres punta.
Un resultado, en fin, esperanzador para el conjunto español de cara al partido de vuelta a celebrar en el Luis Casanova. El único pero que podríamos encontrar al resultado es la falta de un gol valencianista dado el valor doble de los tantos en campo contrario, pues no olvidemos que cualquier igualada con goles en Valencia clasificaría automáticamente al United. Sólo en casó de otro 0-0 se debería recurrir a la prórroga para dilucidar el vencedor. Sea como fuere, lo cierto es que lo más peligroso parece haber pasado para un Valencia que se agiganta ante los grandes en su estadio como lo prueba su reciente triunfo en la Liga española ante el FC Barcelona.
La clave del empate que el Valencia arrancó fue una excelente actuación de su defensa y una serie de buenas intervenciones de su portero, Sempere. El Manchester United estuvo poco acertado en su ataque pero cuando sus delanteros consiguieron llegar a puerta fueron anulados por el montaje defensivo valenciano.
La nota más destacada del partido, aparte de este empate, fue la amonestación de cinco jugadores por parte del árbitro checho Krechnak, que fue uno de los principales protagonistas de la noche, deteniendo constantemente el juego y amonestando a los jugadores por faltas o actuaciones con bastante rigor. Enseñó tarjeta a cuatro jugadores del Valencia y a uno del Manchester. Los valencianos amonestados fueron Carrete y Saura en el primer tiempo, y Tendillo y Roberto en el segundo. En el minuto 39 de la primera mitad, el jugador Moreno sufrió un encontronazo con Copell y quedó lesionado, teniendo que ser retirado en camilla. Le sustituyó Solsona.
El público fue bastante hostil con el Valencia, especialmente con el jugador Kempes por su condición de argentino. Durante los diez primeros minutos el Manchester tuvo un juego de gran inspiración, consiguiendo sus mejores jugadas de peligro bien aguantadas por el Valencia. Después su intensidad atacante disminuyó hasta llegar a un segundo tiempo muy aburrido en el que el Manchester jugó con poca fuerza y el Valencia amarró el empate. En el minuto doce de la segunda mitad tuvo el Manchester una excelente oportunidad de marcar cuando una jugada iniciada por Coppell, terminó con la pelota paseándose a merced por delante de la portería de Sempere ya batido.
En el 74 Pablo fue sustituido por Subirats y dos minutos más tarde, en el 76, tuvo el Valencia una oportunidad de oro cuando Kempes inició una jugada fuera del área y burló seguidamente al defensa quedando solo ante el portero pero el balón rebotó en el cuerpo del cancerbero británico. El partido, como ocurriera en el Tottenham - Barcelona, tuvo ribetes de gran dureza aunque la actitud proclive a las tarjetas del colegiado ayudara también a rodear al desarrollo del partido de un ambiente extraño y que enfervorecía los ánimos de los aficionados. Los ingleses se mostraron respondones a un Valencia que supo explotar perfectamente sus recursos defensivos, que no se arrugó en ningún momento y que supo jugar, a menudo con brusquedades, sus ilusiones de obtener un buen resultado.
Sin embargo, en ningún momento fue el Valencia súperagresivo que Atkinson, el míster de Old Trafford quiso hacernos ver tras el partido. Carrete, Botubot y compañía se mostraron expeditivos en sus acciones pero también es cierto que ni Kempes (el más repudiado por aquello de las Malvinas), ni Pablo recibieron precisamente flores en las inmediaciones del área de Baily. En cualquier caso asistimos a un verdadero partido de Copa. Duro, bronco y sin concesiones a la galería entre dos equipos que sólo estuvieron de acuerdo en una cosa, su calidad hubiese merecido otra clase de fortuna en el sorteo y no la necesidad de verse las caras en una doble confrontación de las que quitan el hipo al más pintado. Para el Valencia, por su juego y entrega, quizás una mayor eficacia en los metros finales hubiese sido la clave de un marcador a favor. Sin embargo, la atención «ché» estaba centrada en la defensa de su marco y los balones de contraataque no llegaron más que en contadas ocasiones en condiciones ventajosas a sus menguados hombres punta.
Un resultado, en fin, esperanzador para el conjunto español de cara al partido de vuelta a celebrar en el Luis Casanova. El único pero que podríamos encontrar al resultado es la falta de un gol valencianista dado el valor doble de los tantos en campo contrario, pues no olvidemos que cualquier igualada con goles en Valencia clasificaría automáticamente al United. Sólo en casó de otro 0-0 se debería recurrir a la prórroga para dilucidar el vencedor. Sea como fuere, lo cierto es que lo más peligroso parece haber pasado para un Valencia que se agiganta ante los grandes en su estadio como lo prueba su reciente triunfo en la Liga española ante el FC Barcelona.