Ficha de partido
Valencia CF
4 - 0
FC Nantes
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Rainer BonhofAsist: Mario Kempes
9'
Rio
35'
Javier SubiratsAsist: Pablo Rodríguez
43'
Descanso
45'
Daniel Solsona
57'
Mario KempesAsist: Rainer Bonhof
58'
TourePecout
65'
Baronchelli
68'
Mario Kempes (Pen.)
77'
Pedro VilarrodáEnrique Saura
87'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: FC Nantes
Records vs FC Nantes
Máximo goleador: Mario Kempes (3 goles)
Goleador rival: Baronchelli (2 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (2 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (23.04.1980)
Mayor derrota: 1 - 2 (09.04.1980)
Más repetido: 1-1 (1 veces)
Crónica
Partido jugado en el estadio Luis Casanova, con un lleno casi completo, pueden calcularse unos cuarenta y tres mil espectadores. La recaudación se aproximó a los treinta y cuatro millones de pesetas. Asistió, entre otras personalidades, monsieur Sastre, presidente de la Federación Francesa de Fútbol y numerosos periodistas del vecino país y de toda Europa.
El Nantes ha durado 43 minutos, exactamente, hasta que encajó el segundo gol que ya ponía la eliminatoria claramente en favor del Valencia. Este, por el contrario, ha sido un equipo, que con intemitencias ha ido creciéndose y si primero era un aspirante a finalista que no podía ocultar su nerviosismo y su inquietud ante la oportunidad que tenía ante sí y ante el tanteo que tenía que remontar, después ha ido creciéndose, hasta convertirse en un equipo de cuerpo entero que ha dejado en mantillas a este club francés que venía precedido de buena fama y de no poca peligrosidad hasta dejarle práticamente reducido a la nada.
El encuentro como tal ha planteado sólo en el primer tiempo, en el que, digámoslo claramente el Nantes ha jugado, mejor que el Valencia, no obstante haber marcado los locales un gol temprano, a los 10 minutos, que orientaba muy favorablemente la eliminatoria. Pero el nerviosismo valencianista contrastaba con el juego flexible, muy rápido, muy elástico de los franceses, que emplearon un marcaje por zonas y jugando mucho sin balón se mostrban peligrosísimos.
En el Valencia, el hecho de que saliera Kempes, cuya alineación se mantuvo en duda hasta última hora, era un dato recnfortante, pero Kempes, muy recortado quizá de facultades, era el único que merecía una vigilancia directa de un contrario, Rio, que le seguía de cerca. En los demás, los zagueros franceses empleaban un marcaje muy flexible, que a la larga se volvería contra ellos dada la facilidad con que los contraataques valencianistas lo vulneraron.
A pesar del gol valencianista a los 10 minutos, la eliminatoria se veía difícil porque el Nantes ofreció su mejor fútbol a partir de entonces. Ya antes, a los 6 minutos, habían tenido una oportunidad cuando un remate de Baronchelli se estrelló en la cruz del larguero perdiendo una clara oportúnidad. Después del gol, el Nantes reaccionó con mucha fuerza, atacó a fondo y el campo se convirtió en un temor constante ante las escapadas de los dos extremos, pero en especial del derecho, Baronchelli, que fue una pesadilla constante para Botubot. Los armadores del juego francés eran los dos interiores, Trossero y Rampillón, que arrancaban muy bien desde atrás y profundizaban con peligrosidad. El interior izquierda, Rampillón, marcaría a los 17 minutos un bonito gol en jugada servida por un compañero que remató en media vuelta, estática pero muy eficaz, y batió a Pereira. Pero con sorpresa general, ya que el tanto dejó sin aliento al campo entero, el árbitro lo invalidó.
No obstante esta contrariedad, el Nantes siguió jugando con mucha precisión, con mucho orden y con más peligrosidad que el Valencia. Este fue remontando el juego en virtud de la gran actuación tenida por Solsona, un partido formidable, que junto con Bonhof han levantado materialmente el cuadro valencianista situándolo de nuevo en franquía. A los 35 minutos el árbitro amonestó al vigilante de Kempes, a Rio, por una dura entrada que le hizo a éste en el borde del área de penalty.
Los franceses abusaban del pase atrás a su guardameta, pero remataban también desde lejos. Y en los últimos instantes de juego, después de unas alternativas en que el Valencia se oscureció y volvía a emerger, surgió el segundo tanto, que materialmente destrozó a los franceses. El remate de Subirats, desviado por un defensa, desorientó al guardameta y supuso el segundo tanto para el Valencia, que así se retiró al descanso con una confortable ventaja que prácticamente le situaba, ya con ese marcador, clasificado para la final de Bruselas.
Y en efecto, en la segunda parte no hubo ya más equipo que el Valencia. El Nantes fue una sombra de sí mismo, hasta los mismos extremos, que antes habían lucido, apenas inquietaron muy esporádicamente al guardameta Pereira. Por el contrario, el guardameta francés Bertrand-Demanes, de quien se decía que era uno de los puntales del equipo, fue un hombre inseguro, desorientado, completamente divorciado de su defensa, que ofrecía una lastimosa sensación de inseguridad cada vez que se acercaban los delanteros, y sobre todo Kempes, a sus proximidades. Así el tercer tanto, marcado por Kempes en una de sus clásicas habilidades, le dejó materialmente en ridículo y hasta tal punto quedó desorientado por el rumbo que había tomado el partido, que en una ocasión, al sacar-de puerta lo hizo como si un imán le dirigiera la pelota hacia Kempes, a la cabeza de éste, rematando Mario sin malicia y sin fuerza a las propias manos del portero. Así pues el Valencia contando con el aliento del público, cada vez más entusiasta y creciente, fue haciéndose por completo el dueño de la situación hasta marcar ese cuarto tanto por medio de Kempes, al ejecutar un penalty que le hicieron a Bonhof.
El Valencia, pues, ha llegado a la final de Bruselas, por méritos propios, remontando el tanteo en contra que traía de Nantes por 2-1, con una actuación memorable que es completamente distinta y dispar de la que ha venido teniendo en los últimos partidos de Liga, y que de nuevo le sitúa en la órbita del fútbol internacional. El Valencia puede ser este año el sucesor del Barcelona en el historial de campeones de la Recopa, si mantiene la línea de juego, que ha acreditado en este encuentro. Un encuentro jugado con cierta dureza, porque ya con el tanteo en contra los franceses han sacado malos modos y se han empleado con violencia, pero que en definitiva ha sido un gran espectáculo futbolístico ganado de manera memorable por el Valencia de las grandes ocasiones.
Goles: 1-0, minuto 10. En un avance del Valencia muy bien ligado por la derecha, con Kempes como eje, a quien todos parecían tratar de pasar la pelota, Bonhof recibe unbalón que Kempes no alcanza y lo cruza magníficamente con un gran disparo que vale el primer gol. 2-0, minuto 43. Está acabando la primera parte, en un contraataque rápido del Valencia, Subirats chuta sobre puerta, el balón lo desvía un defensa francés desorientando al portero que se lanza al lado contrario por el que penetra la pelota. 3-0, 15 miniutos de la segunda parte. Bonhof, desde la derecha, bombea un balón sobre Kempes, sale el portero y Kempes, con mucha malicia, levanta la pelota por encima de él y a puerta vacía la incrusta en las mallas. 4—0, 31 minutos. Aparatosa entrada de Michel a Bonhof al que derriba espectacularmente en el área de penalty. El árbitro concede la máxima pena. La eecuta Kempes, con parada previa, y de tiro flojo manda él balón a las mallas, pero el árbitro lo invalida, y de nuevo lo ejecuta Kempes, ahora con un fortísimo tiro con la izquierda que va dentro.
El Nantes ha durado 43 minutos, exactamente, hasta que encajó el segundo gol que ya ponía la eliminatoria claramente en favor del Valencia. Este, por el contrario, ha sido un equipo, que con intemitencias ha ido creciéndose y si primero era un aspirante a finalista que no podía ocultar su nerviosismo y su inquietud ante la oportunidad que tenía ante sí y ante el tanteo que tenía que remontar, después ha ido creciéndose, hasta convertirse en un equipo de cuerpo entero que ha dejado en mantillas a este club francés que venía precedido de buena fama y de no poca peligrosidad hasta dejarle práticamente reducido a la nada.
El encuentro como tal ha planteado sólo en el primer tiempo, en el que, digámoslo claramente el Nantes ha jugado, mejor que el Valencia, no obstante haber marcado los locales un gol temprano, a los 10 minutos, que orientaba muy favorablemente la eliminatoria. Pero el nerviosismo valencianista contrastaba con el juego flexible, muy rápido, muy elástico de los franceses, que emplearon un marcaje por zonas y jugando mucho sin balón se mostrban peligrosísimos.
En el Valencia, el hecho de que saliera Kempes, cuya alineación se mantuvo en duda hasta última hora, era un dato recnfortante, pero Kempes, muy recortado quizá de facultades, era el único que merecía una vigilancia directa de un contrario, Rio, que le seguía de cerca. En los demás, los zagueros franceses empleaban un marcaje muy flexible, que a la larga se volvería contra ellos dada la facilidad con que los contraataques valencianistas lo vulneraron.
A pesar del gol valencianista a los 10 minutos, la eliminatoria se veía difícil porque el Nantes ofreció su mejor fútbol a partir de entonces. Ya antes, a los 6 minutos, habían tenido una oportunidad cuando un remate de Baronchelli se estrelló en la cruz del larguero perdiendo una clara oportúnidad. Después del gol, el Nantes reaccionó con mucha fuerza, atacó a fondo y el campo se convirtió en un temor constante ante las escapadas de los dos extremos, pero en especial del derecho, Baronchelli, que fue una pesadilla constante para Botubot. Los armadores del juego francés eran los dos interiores, Trossero y Rampillón, que arrancaban muy bien desde atrás y profundizaban con peligrosidad. El interior izquierda, Rampillón, marcaría a los 17 minutos un bonito gol en jugada servida por un compañero que remató en media vuelta, estática pero muy eficaz, y batió a Pereira. Pero con sorpresa general, ya que el tanto dejó sin aliento al campo entero, el árbitro lo invalidó.
No obstante esta contrariedad, el Nantes siguió jugando con mucha precisión, con mucho orden y con más peligrosidad que el Valencia. Este fue remontando el juego en virtud de la gran actuación tenida por Solsona, un partido formidable, que junto con Bonhof han levantado materialmente el cuadro valencianista situándolo de nuevo en franquía. A los 35 minutos el árbitro amonestó al vigilante de Kempes, a Rio, por una dura entrada que le hizo a éste en el borde del área de penalty.
Los franceses abusaban del pase atrás a su guardameta, pero remataban también desde lejos. Y en los últimos instantes de juego, después de unas alternativas en que el Valencia se oscureció y volvía a emerger, surgió el segundo tanto, que materialmente destrozó a los franceses. El remate de Subirats, desviado por un defensa, desorientó al guardameta y supuso el segundo tanto para el Valencia, que así se retiró al descanso con una confortable ventaja que prácticamente le situaba, ya con ese marcador, clasificado para la final de Bruselas.
Y en efecto, en la segunda parte no hubo ya más equipo que el Valencia. El Nantes fue una sombra de sí mismo, hasta los mismos extremos, que antes habían lucido, apenas inquietaron muy esporádicamente al guardameta Pereira. Por el contrario, el guardameta francés Bertrand-Demanes, de quien se decía que era uno de los puntales del equipo, fue un hombre inseguro, desorientado, completamente divorciado de su defensa, que ofrecía una lastimosa sensación de inseguridad cada vez que se acercaban los delanteros, y sobre todo Kempes, a sus proximidades. Así el tercer tanto, marcado por Kempes en una de sus clásicas habilidades, le dejó materialmente en ridículo y hasta tal punto quedó desorientado por el rumbo que había tomado el partido, que en una ocasión, al sacar-de puerta lo hizo como si un imán le dirigiera la pelota hacia Kempes, a la cabeza de éste, rematando Mario sin malicia y sin fuerza a las propias manos del portero. Así pues el Valencia contando con el aliento del público, cada vez más entusiasta y creciente, fue haciéndose por completo el dueño de la situación hasta marcar ese cuarto tanto por medio de Kempes, al ejecutar un penalty que le hicieron a Bonhof.
El Valencia, pues, ha llegado a la final de Bruselas, por méritos propios, remontando el tanteo en contra que traía de Nantes por 2-1, con una actuación memorable que es completamente distinta y dispar de la que ha venido teniendo en los últimos partidos de Liga, y que de nuevo le sitúa en la órbita del fútbol internacional. El Valencia puede ser este año el sucesor del Barcelona en el historial de campeones de la Recopa, si mantiene la línea de juego, que ha acreditado en este encuentro. Un encuentro jugado con cierta dureza, porque ya con el tanteo en contra los franceses han sacado malos modos y se han empleado con violencia, pero que en definitiva ha sido un gran espectáculo futbolístico ganado de manera memorable por el Valencia de las grandes ocasiones.
Goles: 1-0, minuto 10. En un avance del Valencia muy bien ligado por la derecha, con Kempes como eje, a quien todos parecían tratar de pasar la pelota, Bonhof recibe unbalón que Kempes no alcanza y lo cruza magníficamente con un gran disparo que vale el primer gol. 2-0, minuto 43. Está acabando la primera parte, en un contraataque rápido del Valencia, Subirats chuta sobre puerta, el balón lo desvía un defensa francés desorientando al portero que se lanza al lado contrario por el que penetra la pelota. 3-0, 15 miniutos de la segunda parte. Bonhof, desde la derecha, bombea un balón sobre Kempes, sale el portero y Kempes, con mucha malicia, levanta la pelota por encima de él y a puerta vacía la incrusta en las mallas. 4—0, 31 minutos. Aparatosa entrada de Michel a Bonhof al que derriba espectacularmente en el área de penalty. El árbitro concede la máxima pena. La eecuta Kempes, con parada previa, y de tiro flojo manda él balón a las mallas, pero el árbitro lo invalida, y de nuevo lo ejecuta Kempes, ahora con un fortísimo tiro con la izquierda que va dentro.