Ficha de partido: 03.01.1954: Valencia CF 2 - 5 Rapid Viena

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
2 - 5
Rapid Viena
Rapid Viena

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Lienz
10'
Vicente Seguí
20'
Propp
36'
Descanso
45'
Francisco MirManuel Badenes
45'
Juan IbáñezLuis Díaz
45'
MezarratsKoerner II
45'
Lienz
57'
Antonio FuertesAsist: Faas Wilkes
60'
Propp
65'
Propp
85'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Rapid Viena

Records vs Rapid Viena

Máximo goleador: Santi Mina (2 goles)
Goleador rival: Propp (3 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (18.02.2016)
Mayor derrota: 2 - 5 (03.01.1954)
Más repetido: 4-0 (1 veces)

Crónica

Es curioso lo ocurrido en el partido Valencia-Rapid de Viena, jugado esta tarde en Mestalla como homenaje a don Luis Colina Álvarez, para conmemorar sus Bodas de Plata como secretario general del club.

Después de conocerse el 6-3 de San Sebastián, se tenía la impresión de que los austríacos iban a ser pan comido y que en Mestalla iba a abrirse su puerta para que por la misma penetraran los balones en igual o mayor cantidad que en Atocha. Pero la realidad ha sido muy distinta. Posiblemente derivado de aquel fracaso tenido por el más genuino representante del fútbol austríaco en el primer partido de su gira por España, en Mestalla, el Rapid debe de haber sido un equipo muy distinto al que actuó en Atocha.

Aquella alegría que al parecer imprimió a su juego el día 1, aquella despreocupación por lo que pudieran hacer los delanteros contrarios frente a su puerta, atentos tan sólo a construir juego sin apenas dedicar la menor atención a los jugadores adversarios, desapareció en Mestalla, hasta el extremo de sentir como premisa fundamental la de cerrar el paso a los delanteros valencianos, en previsión de que esos pudieran situarse ante su meta en buena posición de tiro. En una palabra, planteando como táctica defensiva la de un cerrojo perfectamente perfilado, con una zaga constituida por Merkel, Halla y Hanappi, ostentando los números 2, 4 y 6 para constituir la línea media con Zieffer y el interior retrasado Rieggler, dejando solamente a cuatro hombres en posición de ataque, si bien permutando continuamente de puesto.

Pero lo mejor de ese cerrojo fue su característica de movilidad sorprendente, lo cual permitía a los jugadores austríacos desplazarse continuamente y sin esfuerzo, lo mismo para lanzar sobre la meta valencianista en combinaciones fáciles y bien apoyedas entre sí, que replegarse de su área hasta llenarla de hombres que cerraran el paso a los delanteros valencianos, los cuales hubieron de batirse siempre dentro de ella en plan de inferioridad numérica.

Ha sido una admirable lección la que han dado esos jugadores vieneses, con un fútbol muy distinto al que le vimos hace veinte años, un fútbol en el que va suprimiéndose todo lo superfluo para actuar siempre de cara al tanteador, lo mismo en ese marcaje impecable ejercido por los cuatro hombres de atrás, sobre los atacantes valencianos y en especial sobre Wilkes, al que apenas dejaron mover, que al despreocuparse de la vigilancia del resto de los jugadores, tan sólo con la idea de ganar posiciones a base de un inteligente desmarque y la facilidad que tienen de pasarse la pelota y disparar desde lejos, o en regatear, si es preciso, al guardameta contrario.

De esta forma, y sin apenas esfuerzo, marcaron hasta cinco tantos, mientras que el Valencia hubo de conformarse con dos, por cierto, obtenidos tras un buen forcejeo. Una gran exibición del Rapid, que se inició en un ambiente de gran frialdad, pero que al irse caldeando el mismo desembocó en la ovación franca y unánime con que fue despedido del terreno de juego, mientras el Valencia había de escuchar muestras de desagrado.

Han gustado especialmente Lienz y Propp, delantero centro e interior izquierda, que fueron los autores materiales de los tantos preparados en una labor admirable, También gustaron Halla, el secante de Wilkes, Happel, como seguro cerrojo y los laterales Merkel y Hannapi, aún cuando aquí no hubiera de habérselas con un Stanley Mathews como en Londres, y gustó también mucho el interior volante Riegler, en su eficacísima labor, sin desentonar ni mucho menos todos los demás.

El Valencia no ha tenido su día. La ausencia de Pasieguito y Puchades se ha dejado sentir en el juego de conjunto. Faltaron la ciencia del primero y el alma del segundo, gracias a las cuales tantos partidos se enderezaron. Quiere decirse que ni individualmente, ni en conjunto, el Valencia ha estado afortunado, pues ha ido siempre a remolque del Rapid. Si cabe hacer alguna excepción en lo individual, será en Seguí, el mejor delantero, y en Monzó, y algunos destellos de Sendra y Badenes durante la primera parte.

Los goles:
A los diez minutos consiguió el Rapid el primer gol, con un chut de Lienz desde fuera del área, sin que López, el portero, viera la pelota hasta que fuera detenida por las mallas. A los veinte minutos, Seguí, después de un forcejeo con varios remates y rechaces, consiguió el empate. A los treinta y seis minutos, Lienz centró y Propp remató el segundo gol del Rapid. A los doce minutos de la segunda parte, Lienz, en un avance individual, dribló a un defensa valenciano y finalmente a López, entrando con la pelota en la red. Era el tercer gol del equipo visitante, que originó gran decepción en el público. Reaccionó por unos instantes el Valencia y Wilkes forcejeó con Halla, que no le dejó pasar, pero pudo entregar a Fuertes, quien adelantado fusiló el segundo gol valencianista. A los veinte minutos de esta segunda parte, Propp, de gran cabezazo, rematando un córner, consiguió el cuarto gol del Rapid, y faltando cinco minutos para el final, el propio Propp, tras burlar a un defensa, consiguió el quinto gol para su equipo y el último de la tarde.