Ficha de partido: 04.11.1934: Levante UD 2 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

Levante UD
Levante UD
2 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Gaspar Rubio
5'
Descanso
45'
Escolá
54'
Felipe
70'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Camino Hondo
Aforo: 500 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 03/09/1922

Rival: Levante UD

Records vs Levante UD

Máximo goleador: Arturo Montes (26 goles)
Goleador rival: Martínez (12 goles)
Mayor victoria: 7 - 0 (17.01.1921)
Mayor derrota: 1 - 6 (20.10.1935)
Más repetido: 2-1 (15 veces)

Crónica

Este partido entre los dos grandes rivales valencianos había despertado mucha mayor animación que todos los que hasta ahora se han celebrado. Cuando faltaban unos diez minutos para comenzar el partido, pero existiendo ya en el campo gran cantidad de público, se ha oido un fuerte ruido semejante a una explosión, advirtiéndose en seguida que la causa de éste había sido venirse abajo la tribuna grande de general, situada en una de las bandas del campo.

Esta era de madera y no ha podido resistir el exceso de público que sobre ella se ha colocado, viniéndose toda ella abajo en sus ciento y pico metros de extensión. Tal vez haya contribuido a ello la lluvia caída durante la semana, que ha reblandecido el terreno sobre el que se asentaban los pivotes de sostén.

El público que ocupaba la tribuna siniestrada ha tenido una gran serenidad y sin aumentar la alarma y con gran presteza, se ha decidido rápidamente a auxiliar a los que arrastró el derrumbamiento de la grada. Se han ido sacando heridos y contusos, trasladándolos en seguida en automóviles a las casas de socorro inmediatas, mientras que en el botiquín del campo eran asistidos los más leves.

Por fortuna, la catástrofe ha tenido menos consecuencias de lo que pudo haber sido. Han habido cuatro espectadores con fracturas a los tobillos y pues, calificándose su estado de grave, todos los demás han sufrido magulladuras, contusiones, escoriaciones y demás de carácter leve, sumando un total de unos 40. Aparte, algunos que han sido atendidos en sus domicilios.

Luego, apenas comenzado el partido, se ha venido abajo también una de las vallas que circundan el campo, en el sector situado tras un goal, a consecuencia del exceso de espectadores que tras de ella se han puesto. Pero aquí no ha habido ninún accidente. Y dejemos esta parte lamentable del espectáculo para dar cuenta a la deportiva.

Un buen comienzo del Valencia, que, por sorpresa, coloca el que había de ser su único goal. Su autor fue Rubio, buen conocedor de esas jugadas ventajistas, tan frecuentes en las melées. Recibió un despeje flojo de Calpe y chutó sesgado, burlando a Vidal. El Levante se impresiona, y el público de las localidades caras aplaude los primeros "únicos" aciertos del discutido jugador internacional, con sus toques vistosos de balón con el menor esfuerzo.

En la vanguardia valencianista, gracias a Rubio, abundan los bordados de encaje, pero sin profundidad en el ataque, y, como es natural, sus contrarios, siempre prácticos, comienzan a poner en sus jugadas alma y entusiasmo; Gana el juego en calidad. Y mediada la primera parte, ya se va de, potencia en potencia, hasta que, al fin, se inclina la balanza del lado blanquiazul, replegándose los blancos en defensa de su marco, que Cano, lesionado, no acierta a defender.

Ya ataca el Levante. Saca tres corners y se masca el empate. Con demasiado ímpetu, Escolá, que fue castigado varias veces, y con mayor eficacia Felipe, que hace gala de su juego depurado y valiente, ponen una y otra vez en grave aprieto a Cano. Es providencial para el Valencia en un asedio, mareante, el final del primer tiempo.

Reanudado el juego, salta a la vista el levantamiento moral del Levante. Muchachos firmes, de voluntad decidida, dispuestos a ganar. No tardan en conseguir el empate, en una jugada discutible, eso sí, porque la inexperta defensa valencianista cometió la estupidez de considerar a Puig II en off-side, mirando cómo Escola fusilaba un tanto tonto, que el arbitro concede.

Un poco se espolea la quietud y mansedumbre, merengue, que no se ha contagiado a Vilanova y Villagrá; pero esta pareja, escasa de técnica, aunque sobrada de pundonor, no puede rectificar la torpeza y visible desgana de la mayor parte de sus compañeros.

El Levante vuelve a erigirse nuevamente amenazador, y un rápido avance de su ala izquierda consigue el goal de la victoria, cuando faltaban veinte minutos para acabar. Escapadas torpemente acabadas del Valencia y los inevitables cinco minutos de echar balones fuera, hasta que el arbitro pita la terminación, no sin antes, en un tiro magno de Vilanova, pareciera venir el empate.

El Levante mereció la victoria por su entusiasmo y rapidez. El Valencia, cuando quiso Rubio y quiso bien poco, demostró mejor clase. El mencionado jugador siempre acierta y se luce cuándo no hay que exponer. Si se tropieza con un rival, decidido, se reserva demasiado. Desarticula entonces la línea, retrasándose lamentablemente. Descuidó a su extremo. Como todos los jugadores geniales, tuvo, una tarde francamente mala.

Los ganadores han tenido buen juego de conjunto. Sobresalió Felipe. Agustinet, muy bien. Escola, demasiado violento, pero jugando mucho y con gran entusiasmo Puig. El decano estuvo alevoso en aquel patadón a Vilanova, y así evitó un tanto. Tampoco quiso Vilalta castigar con penalty un foul escandaloso que le hicieron a Rubio, a dos metros de la portería cuando el tanto parecía inevitable. Calero, muy bien, y Aparicio tiró de repertorio en la segunda parte, siendo ovacionado. Vilalta nunca queda bien en los campos valencianos. Esta tarde se aferró demasiado al socorrido sistema de las compensaciones.