Inicio del partido

0'

Pirri

4'

Descanso

45'

FleitasPlanelles

46'

Pirri

65'

De FelipeZoco

81'

Final del partido

90'

Lleno en el campo de Chamartín, con más de cien mil espectadores. Tiempo esplénildo e iluminación magnífica. El Valencia fue recibido con pitos. El Madrid con una gran ovación. El primer cuarto de hora fue favorable al Real Madrid, con pases cortos y rápidos que desbordaban a la defensa del Valencia, cuyo equipo lucía camiseta roja. Así vino el gol madridista primero de lanoche a los 4 minutos, centro de Amancio desde la misma linea de meta, remata de cabeza Velázquez, rechaza Abelardo como puede y el disparo por alto de Pirri, cercano al marco es el primer tanto.

Después el cuadro levantino fue superando a su rival con ese juego correoso y duro, clásico en él. Con la táctica del acordeón, adelantándose medios y zagueros en los ataques y relegándose interiores y el extremo Claramunt en la defensa de su zona. El Madrid jugó sin medios, con un Planelles que no acertó a suplir al aurente Grosso. Destacó el trabajo constante de Gento, la combatividad de Pirri y atrás el meta Borja, que, especialmente en los últimos minutos, salvó dos ocasiones de gran peligro.

En la segunda mitad, llegó el 2-0 a los 21 minutos. Un pase adelantado de Fleitas a Pirri, quien avanza salvando la entrada de Martínez, Abelardo sale para evitar el disparo, pero Pirri se adelanta y tira raso. A partir de ahí, el Madrid actué ya en plan de vencedor y el Valencia, aún adelantando todas su líneas, buscando reducir su desventaja, no pudo marcar pese a las ocasiones que tuvo Paquito, autor de excelentes jugadas, pero sin encontrar ayuda en el resto de la delantera. En los últimos minutos el Real Madrid congeló la pelota y se limitó a dejar pasar tiempo.

Partido intensamente jugado, aunque de baja calidad técnica y triunfo merecido del Madrid, que si se vio dominado en muchas fases del encuentro, tuvo más penetración que el conjunto levantino. El Valencia sacó 11 córners por uno del Madrid. El Valencia ejerció un marcaje a presión sobre los jugadores madrileños, que perdieron el centro del terreno, porque Planelles, que jugó bien a retos, no es Grosso y no cubre al espacio de éste. Y al no tener quién le respaldase, Velázquez, el hombre que conduce al Madrid, quiso hacer todo y se perdió, dejando una ancha zona que dominaba el trío formadn por Paquito, Poli y Claramunt, que lanzaban una y otra vez a sus delanteros, que no acertaron en el remate.