Ficha de partido
Sevilla FC
1 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Descanso
45'
MuruaYiyi
45'
Darío Felman
71'
RudaJoaquín
71'
Álvarez
74'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sevilla FC
Records vs Sevilla FC
Máximo goleador: Mundo Suárez (28 goles)
Goleador rival: Campanal (21 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (31 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (17.10.1943)
Mayor derrota: 3 - 10 (13.10.1940)
Más repetido: 2-0 (27 veces)
Crónica
Tarde de sol prácticamente primaveral, con setenta por ciento del aforo cubierto. Presenció el encuentro Luis Suárez. El único gol del partido llegó en el minuto 73. Penetración de Álvarez, combina con Juan Carlos y el propio Álvarez de tiro por alto bate a Sempere.
Quemó el Valencia en vísperas falleras un importante cartucho para haberse, acercado al liderato. Y lo quemó petardeando porque los valencianistas petardearon esta tarde en el Sánchez Pizjuán. No mostraron entidad para ir en las posiciones de privilegio y lo que es aún más incomprensible, regalaron al Sevilla casi todas las papeletas para que el premio del triunfo y naturalmente el premio de los dos puntos fuera para un Sevilla que a sus merecimientos añadio el regalo táctico que desde él banquillo visitante les hizo Pasieguito que ahora explicaremos.
Nada más lejos de la intención del periodista que el meterse a técnico que ya los hay de sobra en nuestro fútbol. Pero el análisis crítico del partido obliga a reconocer que la clave del mismo, después de haber visto los noventa minutos de juego, estuvo en la genialidad de emparejar a Solsona con Pitinho. Bueno... emparejarle aparentemente, porque por lo visto sobre el césped del Sánchez Pizjuán, Solsona pretendió hacer valer su nombre que hoy no justificó en forma alguna y que el brasileño sevillista le siguiera por el terreno. Pintinho aún estará agradeciendo esa genialidad técnica porque ni en los partidos de entrenamiento en los jueves ha jugado más suelto que lo hizo hoy. Sin vigilancia alguna, el morenito anduvo por el campo como si fuera por su apartamento, y claro, como tiene técnica suficiente no le importó que no le acompañaran sus compañeros centrocampistas para erigirse en dueño de la situación. Así de claro se vio desde los minutos iniciales pero en el banquillo valencianista debía faltar visibilidad, pese a lo luminoso de la tarde. Pocas veces se puede condensar un partido en una clave tan clara. Hoy fue una de esas veces y la clave clarísima estuvo en el desmarcaje que le hizo Solsona a Pintinho.
El Sevilla jugó mejor que el Valencia, dominó más, sobre todo en la segunda parte, en la que acorraló al conjunto levantino. Ya en el primer minuto pudo haber marcado Joaquín, en el cinco Juan Carlos, que falló solo ante Sempere, y luego al final de la primera parte Castellanos salvó bajo los palos con el portero valencianista batido un tiro del hoy suelto Pintinho. Las acciones positivas del Valencia quedaron circunscritas en dos lances, el primero en el minuto 29, cuando un remate de Subirats fue rechazado por Buyo al larguero. La segunda y última, seis minutos después en acción individual de Saura que remató alto. Antes y después de lo contado, nada.
La segunda mitad fue de claro color blanco, aunque paradójicamente el color blanco lo carcase en negro, o sea Pintinho. A los siete minutos se produjo un derribo en el área valencianista que el árbitro ignoró injustamente, a los 21, Joaquín fallaría a puerta. Cerrando el último cuarto de hora llegaría el gol de la justicia para concretar un tanteo, el de 1-0, ya casi tradicional en esta liga en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla mantiene incolume su fortaleza. La verdaad es que esta tarde el Valencia poco hizo para asaltarla y la genialidad del desmarque de Pintinho no le costó más cara a los valencianistas porque los delanteros del Sevilla fallaron estrepitosamente. Con decirles que nadie se acordó hoy de Montero esta dicho todo y es que las papeletas del triunfo todas, casi todas, las tenía el Sevilla y el Valencia le había regalado muchas de esas papeletas, por lo tanto al final la justicia imperó y el Sevilla venció a un Valencia que defraudó en todos los terrenos.
Quemó el Valencia en vísperas falleras un importante cartucho para haberse, acercado al liderato. Y lo quemó petardeando porque los valencianistas petardearon esta tarde en el Sánchez Pizjuán. No mostraron entidad para ir en las posiciones de privilegio y lo que es aún más incomprensible, regalaron al Sevilla casi todas las papeletas para que el premio del triunfo y naturalmente el premio de los dos puntos fuera para un Sevilla que a sus merecimientos añadio el regalo táctico que desde él banquillo visitante les hizo Pasieguito que ahora explicaremos.
Nada más lejos de la intención del periodista que el meterse a técnico que ya los hay de sobra en nuestro fútbol. Pero el análisis crítico del partido obliga a reconocer que la clave del mismo, después de haber visto los noventa minutos de juego, estuvo en la genialidad de emparejar a Solsona con Pitinho. Bueno... emparejarle aparentemente, porque por lo visto sobre el césped del Sánchez Pizjuán, Solsona pretendió hacer valer su nombre que hoy no justificó en forma alguna y que el brasileño sevillista le siguiera por el terreno. Pintinho aún estará agradeciendo esa genialidad técnica porque ni en los partidos de entrenamiento en los jueves ha jugado más suelto que lo hizo hoy. Sin vigilancia alguna, el morenito anduvo por el campo como si fuera por su apartamento, y claro, como tiene técnica suficiente no le importó que no le acompañaran sus compañeros centrocampistas para erigirse en dueño de la situación. Así de claro se vio desde los minutos iniciales pero en el banquillo valencianista debía faltar visibilidad, pese a lo luminoso de la tarde. Pocas veces se puede condensar un partido en una clave tan clara. Hoy fue una de esas veces y la clave clarísima estuvo en el desmarcaje que le hizo Solsona a Pintinho.
El Sevilla jugó mejor que el Valencia, dominó más, sobre todo en la segunda parte, en la que acorraló al conjunto levantino. Ya en el primer minuto pudo haber marcado Joaquín, en el cinco Juan Carlos, que falló solo ante Sempere, y luego al final de la primera parte Castellanos salvó bajo los palos con el portero valencianista batido un tiro del hoy suelto Pintinho. Las acciones positivas del Valencia quedaron circunscritas en dos lances, el primero en el minuto 29, cuando un remate de Subirats fue rechazado por Buyo al larguero. La segunda y última, seis minutos después en acción individual de Saura que remató alto. Antes y después de lo contado, nada.
La segunda mitad fue de claro color blanco, aunque paradójicamente el color blanco lo carcase en negro, o sea Pintinho. A los siete minutos se produjo un derribo en el área valencianista que el árbitro ignoró injustamente, a los 21, Joaquín fallaría a puerta. Cerrando el último cuarto de hora llegaría el gol de la justicia para concretar un tanteo, el de 1-0, ya casi tradicional en esta liga en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla mantiene incolume su fortaleza. La verdaad es que esta tarde el Valencia poco hizo para asaltarla y la genialidad del desmarque de Pintinho no le costó más cara a los valencianistas porque los delanteros del Sevilla fallaron estrepitosamente. Con decirles que nadie se acordó hoy de Montero esta dicho todo y es que las papeletas del triunfo todas, casi todas, las tenía el Sevilla y el Valencia le había regalado muchas de esas papeletas, por lo tanto al final la justicia imperó y el Sevilla venció a un Valencia que defraudó en todos los terrenos.