Ficha de partido
Valencia CF
1 - 1
S.L. Almagro
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Silvestre Igoa
31'
Alarcón
40'
Descanso
45'
AlarcónFarro
46'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: S.L. Almagro
Records vs S.L. Almagro
Máximo goleador: Silvestre Igoa (2 goles)
Goleador rival: Sanfilippo (2 goles)
Más partidos: Antonio Fuertes (2 partidos)
Mayor victoria: 3 - 1 (25.12.1963)
Mayor derrota: 2 - 4 (27.12.1955)
Más repetido: 1-1 (2 veces)
Crónica
La ciudad ha vivido esta tarde el más destacado acontecimiento deportivo que se recuerda, con motivo de la visita del equipo argentino San Lorenzo de Almagro. Más de una hora antes de la señalada para el comienzo, los graderíos de Mestalla estaban ocupados a rebosar, hasta el extremo de que un crecido contingente de espectadores sin localidad asaltaron el campo, situándose junto a las vallas de banda, donde se encuentra también una nutrida representación del Frente de Juventudes y de Flechas Navales. La tribuna se llenó también completamente con mucha antelación, ocupando el palco presidencial los directivos del San Lorenzo, acompañados por éel cónsul de la Argentina, el alcalde de Valencia y elementos de la Federación Regional de Fútbol.
A las cuatro, menos once minutos, y presididos por los directivos del Club, saltan a la cancha los jugadores argentinos, titulares y suplentes, a excepción de Grecco y Vancini, lesionado el primero e indispuesto el otro. Los jugadores, en medio de una clamorosa ovación, dan la vuelta al campo llevando las banderas argentina y española desplegadas. Poco después sale el Valencia, qué es acogido con evidentes muestras de entusiasmo y las voces de ¡Valencia, Valencia, Valencia!
Elige terreno el Valencia, que lo hace de espaldas al sol, y dos minutos después de las cuatro, Pontoni pone la pelota en juego, haciéndose con ella el Valencia, que llega a los dominios de Blazina, quien, con facilidad, detiene el remate de Amadeo.
Martino, el más peligroso de los argentinos, envía un fuerte tiro desds fuera del área, que Eizaguirre detiene en magnífico "plongeon". A continuación, el propio Martino se infiltra entre, las defensas, y Asensi, muy, oportuno, cruza el esférico cuando el interior argentino se disponía a rematar. Los jugadores locales, que muestran asombrosa agilidad y coraje, llegan con facilidad al área contraria, pero los remates son deficientes, a excepción da los efectuados por Epi, el más eficaz de la delantera, quien en una internada tira dos veces sobre puerta, desde muy cerca, parando muy bien el meta argentino. Al disputarse un balón Asensi y De la Mata, se lastima el último en un pie, siendo retirado del campo a los dieciocho minutos de juego, reemplazándole Alarcón. Sigue un período en que los argentinos desbordan las líneas adversarias, encontrando fuerte resistencia en el área, donde los valencianos, en vigoroso repliegue se defienden tenaz y positivamente, sin que apenas intervenga Eizaguirre.
Un avance de Farro culmina en un tiro formidable del mismo, dando la pelota en el travesaño, a portero batido, y surgiendo la oportunidad de Asensi para despejar la situación. Bajo esta tónica de juego a dos bandos, Epi, siempre inteligente y bien compepetrado con sus compañeros de linea, envía un centro a media altura, que Igoa recoge, parando la pelota, se la cambia de pie, y la manda de fuerte tiro, raso y cruzado, a la red, haciendo inútil ía estirada de Blazina. El gol, producido a los treinta y dos minutos, se acoge con entusiasmo y aclamaciones, especialmente dirigidas al autor y a su brillanté colaborador, Epi.
Poco después, Igoa, aprovechando un servicio de Epi, remata fulminantemente, despejando Blazina; con apuros, a córner, cuando faltan tres minutos para el descanso. Se reanuda el juego con manifiesta presión del San Lorenzo, pero Igoa se hace con el balón y escapa rápido, cediéndolo a Epi, que sigue de cerca la jugada, se interna y dispara, pero el esférico sale fuera, lamiendo el travesaño. Los argentinos desarrollan ahora su juego con mayor holgura, pero el Valencia, siempre más eficaz en el área contraria, traduce sus ráfagas de ataque en un córner, el tercero contra el Sanx Lorenzo, a los siete minutos de esta parte, sin resultado. La moral del Valencia sigue en aumento, y el resultado de su dominio, mediada esta segunda parte, se traduce en los frecuentes remates imprecisos y sin preparación, malográndose así situaciones ventajosísimas.
Los visitantes buscan afanosos el gol poniendo cerco a la puerta valenciana en el último cuarto de hora, recurriendo a ciertas habilidades, que se protestan, pero sin impedir que Epi e Igoa continúen dando la nota de peligro con sus briosos avances. A los cuarenta minutos se registra una combinación de toda la delantera, desmarcándose los cinco jugadores, con el matural y laborioso forcejeo, terminando en un centro largo de Martino, que se había desplazado a la esquina derecha, y Alarcón, que había cambiado al lado opuesto, acude oportuno, para, de cabeza, y junto al palo, batir irremisiblemente a Eizaguirre, con que el San Lorenzo obtiene el empate, que era el resultado definitivo del partido.
A las cuatro, menos once minutos, y presididos por los directivos del Club, saltan a la cancha los jugadores argentinos, titulares y suplentes, a excepción de Grecco y Vancini, lesionado el primero e indispuesto el otro. Los jugadores, en medio de una clamorosa ovación, dan la vuelta al campo llevando las banderas argentina y española desplegadas. Poco después sale el Valencia, qué es acogido con evidentes muestras de entusiasmo y las voces de ¡Valencia, Valencia, Valencia!
Elige terreno el Valencia, que lo hace de espaldas al sol, y dos minutos después de las cuatro, Pontoni pone la pelota en juego, haciéndose con ella el Valencia, que llega a los dominios de Blazina, quien, con facilidad, detiene el remate de Amadeo.
Martino, el más peligroso de los argentinos, envía un fuerte tiro desds fuera del área, que Eizaguirre detiene en magnífico "plongeon". A continuación, el propio Martino se infiltra entre, las defensas, y Asensi, muy, oportuno, cruza el esférico cuando el interior argentino se disponía a rematar. Los jugadores locales, que muestran asombrosa agilidad y coraje, llegan con facilidad al área contraria, pero los remates son deficientes, a excepción da los efectuados por Epi, el más eficaz de la delantera, quien en una internada tira dos veces sobre puerta, desde muy cerca, parando muy bien el meta argentino. Al disputarse un balón Asensi y De la Mata, se lastima el último en un pie, siendo retirado del campo a los dieciocho minutos de juego, reemplazándole Alarcón. Sigue un período en que los argentinos desbordan las líneas adversarias, encontrando fuerte resistencia en el área, donde los valencianos, en vigoroso repliegue se defienden tenaz y positivamente, sin que apenas intervenga Eizaguirre.
Un avance de Farro culmina en un tiro formidable del mismo, dando la pelota en el travesaño, a portero batido, y surgiendo la oportunidad de Asensi para despejar la situación. Bajo esta tónica de juego a dos bandos, Epi, siempre inteligente y bien compepetrado con sus compañeros de linea, envía un centro a media altura, que Igoa recoge, parando la pelota, se la cambia de pie, y la manda de fuerte tiro, raso y cruzado, a la red, haciendo inútil ía estirada de Blazina. El gol, producido a los treinta y dos minutos, se acoge con entusiasmo y aclamaciones, especialmente dirigidas al autor y a su brillanté colaborador, Epi.
Poco después, Igoa, aprovechando un servicio de Epi, remata fulminantemente, despejando Blazina; con apuros, a córner, cuando faltan tres minutos para el descanso. Se reanuda el juego con manifiesta presión del San Lorenzo, pero Igoa se hace con el balón y escapa rápido, cediéndolo a Epi, que sigue de cerca la jugada, se interna y dispara, pero el esférico sale fuera, lamiendo el travesaño. Los argentinos desarrollan ahora su juego con mayor holgura, pero el Valencia, siempre más eficaz en el área contraria, traduce sus ráfagas de ataque en un córner, el tercero contra el Sanx Lorenzo, a los siete minutos de esta parte, sin resultado. La moral del Valencia sigue en aumento, y el resultado de su dominio, mediada esta segunda parte, se traduce en los frecuentes remates imprecisos y sin preparación, malográndose así situaciones ventajosísimas.
Los visitantes buscan afanosos el gol poniendo cerco a la puerta valenciana en el último cuarto de hora, recurriendo a ciertas habilidades, que se protestan, pero sin impedir que Epi e Igoa continúen dando la nota de peligro con sus briosos avances. A los cuarenta minutos se registra una combinación de toda la delantera, desmarcándose los cinco jugadores, con el matural y laborioso forcejeo, terminando en un centro largo de Martino, que se había desplazado a la esquina derecha, y Alarcón, que había cambiado al lado opuesto, acude oportuno, para, de cabeza, y junto al palo, batir irremisiblemente a Eizaguirre, con que el San Lorenzo obtiene el empate, que era el resultado definitivo del partido.