Inicio del partido

0'

Juan Costa

9'

Juan CostaAsist: José Vilanova

19'

Ballester

37'

Descanso

45'

Domingo TorredeflotAsist: Jesús Navarro

60'

Jesús Navarro

86'

Final del partido

90'

Anunciábase este partido como el de la máxima emoción y ciertamente que, aunque el choque entre los primates onces de la ciudad hermana y el local han sido siempre interesantes, el disputado ayer revestía caracteres de suma importancia. Tras su desenlace y el de los otros dos encuentros, podemos proclamar al equipo titular como campeón, mientras que el segundo puesto se presenta disputado como nunca.

Ya está dilucidado el primer puesto, y por cierto, que ya no cabe inquietud alguna para el Valencia, netamente destacado y con debe y haber en goals que dice muy elocuentemente acerca de su eficacia. El clásico alirón, puede ser entonado ya por sus entusiastas, quienes tuvieron ocasión de entusiasmarse presenciando la tarde verdaderamente afortunada de las huestes de Colina.

Empezado el juego prontamente los espectadores hubieron de darse claramente cuenta que el Deportivo no iba a ser enemigo fácil de vencer por el Valencia. Las lineas de ataque correspondíanse en sus alternados esfuerzos y la lucha empezada llevaba caracteres de dilucidarse en forma harto dificultosa. Sin embargo, contra todo pronóstico y actuando ambos equipos bien, nos hallamos de pronto, exactamente a los 9 minutos de juego con el primer goal del Valencia entrado por una jugada desgraciada de Botella, quien al despejar hace rebotar el balón en Costa, entrándose el primer tanto de la tarde.

Como consecuencia de un fuerte choque habido entre Vilanova y la zaga forastera, éste tiene que ser retirado. Una buena jugada de las mejores presenciadas en la tarde de ayer fue un avance de Montañés quien disparó fusilando, pero Nebot, muy en forma por cierto, lanzóse a sus pies y anuló el remate. Reaparece Vilanova y a los 19 minutos Costa y éste bordan un avance que remata Costa con goal que entusiasma a la gente. Ha sido sin duda lo mejor que le hemos visto en este jugador. Hay buenos avances forasteros con escasa suerte, pues el acierto del inquieto Montañés y Ballester no merecen esto.

Los porteros intervienen en unas ocasiones, destacando Nebot por el mayor acierto en correspondencia con el mayor peligro. Este se anticipa a todo remate en un centro de Ballester y hace un barrido en que demuestra su magnífico estilo. Ballester entra el único tanto del Deportivo en un avance y hallándose solo ante Nebot, que no puede hacer nada. Y como un benévolo golpe libre cedido por el árbitro a un foul de Botella a Vilanova en el área, termina el tiempo.

En la segunda parte hay que recordar un remate de Martinez a centro de Ballester, hecho sobre la marcha que es una preciosidad y desde fuera, y por añadidura Conde despeja hacia el marco de Nebot un centro de Pascual que no entra por milagro. El juego va haciéndose cada vez menos nobles, como consecuencia de la poca energía de Canga Argüelles al castigar una fea entrada de Torregaray a Bertrand en la que se imponía la ausencia de ambos necesariamente. El duelo Molina - Guillén no lo apercibe el árbitro, y las ramificaciones van creciéndose alarmantemente.

Torredeflot entra, de pase de Navarro, el tercero en escapada que aquél facilitó. Dos intervenciones buenas de Nebot, una en un golpe libre y otra lanzándose a los pies de Martinez, arranca ovación. Un tiro de Montañés es anulado también por Nebot y luego de tirarse varios golpes libres, por sendos fouls, Navarro entra el cuarto goal a los 41 minutos, sin que ocurra nada más digno de mención.

Ya hemos dejado entrever el acierto con que se desenvolvió el Valencia. No tuvo una gran actuación. Fué buena sencillamente. Merecido ganador, salvó con fortuna el partido y tomóse cumplida revancha del match del Sequiol. De haber apretado más sus contrincantes, tal vez hubiésemos visto un once apurada, y quizás a la deriva. Pero afortunadamente, el desarrollo del encuentro le fué siempre favorable y las reacciones contrarias ocurrieron cuando el desfallecimiento con nuevas dosis de entusiasmo o calor mandado desde las gradas.

Lo cierto fué que, aun notando fallos de fácil apreciación tales, como una línea media bastante desafortunada y una delantera poco acertada, no fueron vistos o aprovechados por sus rivales y no hubo lugar a desesperación alguna. Nebot fué el mejor hombre sobre el terreno. Luego sus backs y del ataque Vilanova y Costa. Abdón brilló sin gran esplendor en la segunda parte al igual que Molina, Torredeflot y Navarro.