Debido al buen rendimiento de la plantilla, el Valencia FC contó con una buena parte del bloque de la pasada temporada, e incorporó del equipo amateur a los defensas Vivó y Castro. Esto, unido a la crisis económica, provocó que fueran pocos los fichajes que se realizaron para esta campaña, y el único que se pudo considerar como tal fue el de Francisco Montañés, delantero del CD Castellón, quien marcó un buen número de goles. También llegaron al equipo López, medio del Atlético Saguntino, Arteaga, procedente de Las Palmas, y el interior Toro, que aportaron muy poco al equipo.

Bajas importantes
Pese a no haber grandes fichajes, si hubo importantes bajas en el equipo. El delantero Leopoldo Capillas, pescado para el estreno en Primera, no dio el nivel esperado la temporada anterior y se fue al Betis por 7000 pesetas. Manolo Imossi, que había pasado por tres lesiones graves durante sus cinco temporadas en el Valencia, decidió abandonar el fútbol. Y finalmente Salvador Arilla, que tampoco había logrado asentarse en el equipo desde que llegó fichado del Gimnástico tres temporadas atrás, fue traspasado al Sabadell.

Soluciones para afrontar la crisis económica
El 12 de enero de 1932, ante la preocupante crisis económica que atenazaba al club, la Junta General del Valencia FC acordó la emisión de unas cédulas hipotecarias por valor de un millón de pesetas; las preferentes, por una cuantía de 350.000 pesetas, a razón de 50 pesetas cada una y con un interés del 6%; las ordinarias, por un importe de 650.000 pesetas, a razón de 500 y 50 pesetas cada una e igualmente al 6% de interés. Esta emisión de obligaciones sirvió al club como un préstamo que, con la llegada de la guerra, muchos de sus compradores nunca quisieron cobrar.

Adolfo Royo, presidente del Valencia CF
Antes de finalizar la temporada se convocaron dos juntas generales. La primera tuvo lugar el 27 de abril de 1933, donde el popular farmacéutico valenciano Adolfo Royo soriano, celebrado por la archifamosa magnesia Royo que se vendía en su farmacia de la calle Ruzafa, fue nombrado presidente del Valencia CF, encabezando una nueva Junta Directiva, integrada por Francisco Almenar, Ricardo Santomá, Ramón Ferrer, Manuel Cuadrado, Héctor Marco, Eugenio Burriel y Juan Ramos Chiva, padre del posterior presidente del Valencia, José Ramos Costa.

Dos meses más tarde, el 2 de julio de 1933, se produjo una nueva remodelación de la Junta que quedó presidida por Adolfo Royo Soriano, con Francisco Almenar como vicepresidente, Manuel Sala Pérez como secretario, Juan Ramos Chiva como tesorero y Eugenio Burriel y Enrique Taulet como vocales. Sólo cuatro días antes, el 28 de junio de 1933, el club había decidido prescindir de los servicios de Mr. Galloway, que fue reemplazado por el ex-técnico del Barcelona y Español, Jack Greenwell, también inglés.

Una salvación marcada por el gol de Juanito Costa
El Valencia inició la temporada con el Campeonato Regional, en el que participaban seis equipos, y en el que el conjunto de Mestalla volvió a proclamarse campeón por séptima vez en sus trece años de historia. A continuación llegó la Liga, en la que los valencianistas competían por segunda vez, y con gran ilusión, en Primera División. Sin embargo, la competición se convirtió en un vía crucis para los hombres de Galloway, que sufrieron hasta la última jornada, en la que se jugaba el descenso ante el Alavés en Mendizorroza. En un partido memorable, el Valencia se adelantó gracias al famoso gol de Juanito Costa, y aunque los vascos lograron empatar poco después, el conjunto che consiguió aguantar heroicamente durante 75 minutos y logró salvar la categoría en detrimento del propio Alavés, que descendió a Segunda división.

El equipo cae en la Copa ante el Real Madrid
Pese a los apuros que pasó el equipo en la Liga, en la Copa de España el Valencia se quitó la espina clavada y completó una magnífica trayectoria. Por segunda vez en su historia, el conjunto valenciano llegó hasta las semifinales, donde cayó eliminado ante el campeón de Liga, el Real Madrid. Antes de ello, el Valencia había conseguido eliminar a Real Valladolid, Atlético de Madrid y Real Betis.

Homenajes a Molina y Amorós
Durante la temporada, el Valencia FC brindó un merecido homenaje a dos de los jugadores más queridos por la afición: Enrique Molina y Cirilo Amorós. El primero de ellos, enfrentó al equipo valencianista contra un combinado de jugadores españoles. Mestalla acogió el tributo al medio centro valenciano Molina el 30 de abril de 1933, en un partido que finalizó con un resultado de 4-5 favorable al conjunto integrado por futbolistas de la Liga española. Por el Valencia marcaron Navarro, Vilanova, Costa y Montañés;  Ramón (2), Aparicio, Gaspar Rubio y Castro vieron puerta por la selección.

El 21 de mayo se repitió rival, escenario y resultado, pero esta vez el 5-4 fue favorable al conjunto valenciano. Costa (3) y Castro (2) golearon para el Valencia, mientras que Samitier (2) y Gual (2) lo hicieron para la selección formada por jugadores españoles. En esta ocasión, el homenajeado fue el durante años capitán del Valencia, Cirilo Amorós. Realizó el saque de honor el mítico Eduardo Cubells, y arbitró el choque el señor Sanchis Orduña. Este partido fue suspendido antes del final del partido por la fuerte lluvia que caía sobre Mestalla.

Las Provincias publicó el 23 de mayo: "No tuvo suerte el simpático Cirilo. El tiempo le hizo una jugada sucia y restó animación al encuentro que, de otra suerte, hubiera habido y que Amorós merecía. El encuentro no llegó a terminar por la fuerte lluvia que comenzó a caer. Faltaban quince minutos y el marcador señalaba cinco a cuatro a favor de los merengues".

Catorce amistosos
Además de estos partidos de homenaje, el Valencia disputó un total de 14 encuentros amistosos aquella temporada, todos contra equipos nacionales, de los que ganó doce y perdió dos, con 62 goles a favor y 28 en contra. Los más destacables fueron la victoria en Alicante ante el Hércules (3-4) el 12 de octubre de 1932, el triunfo ante el Athletic de Madrid (3-1) el 27 de diciembre en Mestalla, el 4-1 ante el Levante el 8 de enero de 1933, también en Mestalla, y la goleada (8-1) al Nacional de Madrid el 25 de junio de 1933, partido que cerró la temporada futbolística.


Campeonato Regional

En el Campeonato Regional, CD Castellón, Gimnástico FC, Levante FC, Athletic Saguntino y Sporting de Canet disputaron el título al Valencia FC, que se proclamó campeón del trofeo por séptima vez en sus trece años de historia. Era obvio que este campeonato se estaba quedando pequeño para el Valencia, que lo afrontaba ya como una preparación oficial para las grandes competiciones nacionales.

El Valencia comenzó el Campeonato Regional el 18 de septiembre de 1932, y lo hizo con una espectacular goleada (6-0) al Gimnástico en Mestalla. Pese a ello, el equipo de Galloway registró su primera y única derrota en la segunda jornada, cuando perdió 3-1 en su visita al Castellón. Este traspié dejó claro que pese a que el Valencia era el favorito para la competición, no debía menospreciar a sus rivales y tenía que pelear en todos los partidos para lograr la victoria.

Y así fue, desde aquella derrota, el equipo contó todos los partidos por victoria, algunas muy abultadas como el 11-0 al Sporting de Canet en Mestalla, el 1-5 en el campo del Levante, al que también goleó 5-0 en Mestalla, el 2-8 en la visita al Gimnástico, el 4-0 al Castellón en Mestalla, el 2-6 en el campo del Sporting de Canet o el 11-1 al Athletic Saguntino en la última jornada de la competición, disputada el 20 de noviembre de 1932.

El conjunto valencianista registró un balance favorable de 9 partidos ganados y uno perdido en la competición, con un total de 60 goles a favor y solamente 9 en contra. El CD Castellón quedó clasificado en la segunda posición. Los goleadores del conjunto de Mestalla en el Campeonato Regional fueron: Jesús Navarro (20 goles); Francisco Montañes (17 goles); Picolín Reig (10 goles); Domingo Torredeflot (3 goles); Abdón García, Eduardo Pascual, José Vilanova y Juan Costa (2 goles); y Sempere (1 gol).

Campeonato Nacional de Liga

Tras la consecución del Campeonato Regional, el Valencia inició su andadura en la Primera División por segundo año consecutivo. Sin embargo, la campaña del equipo en el torneo de la regularidad fue muy discreta, hasta el punto de tener que jugarse su permanencia en la última jornada en Mendizorroza, donde un empate era suficiente para lograr el objetivo de la salvación. Juan Costa, con su gol ante el Deportivo Alavés, cambió la historia del Valencia y lo mantuvo en la máxima categoría del fútbol español, e inscribió su nombre con letras de oro en la historia del club che, convirtiéndose en un ídolo para la afición valencianista.

Pese a todo, el Valencia comenzó la temporada el 27 de noviembre de 1932 con una prometedora victoria en casa ante el Arenas de Guetxo (3-2). Sin embargo, a partir de ahí, la trayectoria del equipo en la Liga se convirtió en un auténtico vía crucis. En las siguientes siete jornadas, el conjunto valencianista no consiguió ninguna victoria, cayendo derrotado fuera de casa ante el Betis (3-2), el Racing de Santander (2-0), el Real Madrid (6-0) y la Real Sociedad (4-1); y en casa ante el Athletic de Bilbao (1-5). Entre medias, el equipo logró arrancar dos trabajados empates en Mestalla ante el FC Barcelona (2-2) y el Español (1-1).

El Valencia estaba en una situación límite. Clasificado en última posición, afrontaba el último partido de la primera vuelta precisamente ante el Deportivo Alavés. En un vibrante partido en Mestalla, disputado el 22 de enero de 1933, el Valencia logró una gran victoria ante los vascos por 5-3, tras una estelar actuación de Juanito Costa, que marcó tres goles. Fue un triunfo premonitorio.

La segunda vuelta no fue mucho mejor. Un empate ante el Arenas de Guetxo (2-2) en Ibaiondo fue seguido de una victoria en casa ante el Betis (2-1). La siguiente salida del Valencia se saldó con una esperada derrota en Les Corts ante el FC Barcelona (4-2), pero el equipo se rehízo y logró una sonora goleada ante el Racing de Santander en Mestalla (6-2), que disparó la euforia y las esperanzas en una muy sufrida afición. Sin embargo, todo se vino abajo muy pronto, ya que el Valencia encadenó dos derrotas consecutivas ante el Real Madrid (0-1) y el Español (5-2); y un empate en Mestalla ante la Real Sociedad (2-2). En la penúltima jornada de Liga, el Athletic de Bilbao goleó 8-2 al Valencia y dejó a los ches al borde el abismo.

Noveno, con 12 puntos, a un punto del último clasificado, el Deportivo Alavés, el Valencia afrontaba una última jornada de infarto ya que debía jugarse el descenso ante el equipo vasco en Mendizorroza en un duelo a muerto, ya que el que perdiera el partido, también perdería la categoría. El Valencia partía con una ligera ventaja, ya que le bastaba un empate para salvar el descenso.

El partido tuvo lugar el 26 de marzo de 1933. El Valencia FC formaba con: Nebot, Melenchón, Pasarín, Abdón, Molina, Conde, Torredeflot, Navarro, Vilanova, Costa y Sánchez. Se adelantó el Valencia en el minuto 11, con el famoso gol de Juanito Costa, pero poco duró la alegría ya que sólo tres minutos después empató el Alavés por medio de un penalty transformado por Euskalduna. El marcador, sin embargo, no se movió durante el resto del partido, gracias a la numantina defensa que practicaron los zagueros valencianos. Con el comprensible nerviosismo de ambos equipos se llegó al final del partido con empate a un tanto. El Alavés estaba en Segunda División y el Valencia FC había salvado la categoría.

En las gradas abarrotadas de Mendizorroza se habían dado cita miles de seguidores valencianos, que mostraron su apoyo al equipo, si bien la locura colectiva se desató en el retorno de la expedición valencianista a la ciudad. En Valencia dio la sensación que el equipo había ganado la Liga. Todos los aficionados fueron a esperar a los jugadores a la estación del Norte, y los llevaron en hombros hasta la sede social en la calle Sánchez Pizcueta.

Poco antes de finalizar el campeonato, Valencia, Donostia, Alavés, Racing de Santander, Arenas de Guecho y Betis habían convocado una reunión en Vitoria junto con otros clubes no colistas para tratar de ampliar la Primera División a doce clubes. Pero no se llegó a ningún acuerdo, porque el tema se abordó demasiado tarde, y algunos clubes, como Valencia y Alavés, se estaban jugando la permanencia. 


Copa de España

En el campeonato de Copa, el Valencia FC realizó un digno papel que le llevó a disputar las semifinales de la competición por segunda vez en su historia. Su primer rival, en los dieciseisavos de final, al igual que en la anterior edición, fue el Valladolid Deportivo, que militaba en la Tercera División. En la capital pucelana, el 9 de abril de 1933, el Valencia, pese a adelantarse 0-2 por mediación de Navarro, vio cómo los locales conseguían rematar el encuentro en la segunda parte (2-2). Pero la vuelta, disputada en Mestalla dos semanas más tarde, fue plácida para el Valencia, pues se impuso al conjunto vallisoletano por un contundente 6-0. Esta fue la alineación valencianista en ambos encuentros: Nebot, Melenchón, Torregaray, Molina, Torredeflot, Tonín Conde. Navarro, Villarroya, Costa y Sánchez.

En la siguiente ronda, el Valencia se enfrentó al Athletic Club de Madrid. En el partido de ida, disputado en el estadio Metropolitano el 7 de mayo de 1933, el equipo che logró imponerse por 3-4 tras un vibrante encuentro. Amunárriz adelantó a los madrileños, pero Juanito Costa y Navarro establecieron el 1-2 con el que se llegó al descanso. El propio Costa pareció sentenciar el partido con el 1-3, pero acto seguido recortó distancias el conjunto colchonero por medio de Buiría. Costa, en estado de gracia, situó el 2-4 en el marcador, y Marín, de penalty, cerró la cuenta goleadora de este apasionante partido.

La superioridad del Valencia demostrada en la ida no presagiaba el desenlace del partido de vuelta que se disputó en Mestalla siete días después, donde el Athletic de Madrid superó al equipo valencianista con un marcador de 1-2. Gaspar Rubio adelantó a los rojiblancos en el minuto 7, tanto tras el cual el Valencia se lanzó a un continuo ataque que no tuvo su recompensa hasta el minuto 56, con el gol de Stors. Pero las posteriores expulsiones de Juan Costa y del madrileño Losada, hicieron más daño al conjunto valenciano, que vio neutralizada la ventaja que se había traído de la capital con el postrero gol de Marín.

En consecuencia, hubo de disputarse un encuentro de desempate en el campo de Torrero, Zaragoza, el 16 de mayo de 1933. Tras una primera parte intensa, pero sin goles, a los pocos minutos de la reanudación, Guijarro aprovechó un rechace en corto del portero valenciano Nebot para adelantar a los atléticos. El Valencia estaba momentáneamente eliminado. Pero, superado este contratiempo, los goles de Abdón, en el minuto 57, y de Montañés, en el 75, certificaron el pase del club valenciano a la siguiente ronda. Este fue el once que presentó Mr. Galloway: Nebot, Melenchón, Pasarín, Molina, Abdón, Amorós, Conde, Picolín, Sánchez, Vilanova y Montañés.

El Betis fue el siguiente adversario del Valencia. El partido de ida se disputó en Heliópolis, el 28 de mayo de 1933, donde el equipo verdiblanco tomó ventaja en la eliminatoria (4-2). Fue un partido violento, en el que el bético García de la Puerta y el valencianista Pasarín fueron expulsados. El ex-jugador che, Capillas, abrió el marcador para los andaluces, pero Navarro contrarrestó la transitoria victoria sevillana antes de llegar al descanso. Sin embargo, el Betis salió en tromba en la segunda parte y Lecue, en dos ocasiones, y García de la Puerta, situaron en el marcador el peligroso resultado de 4-1, que Navarro consiguió maquillar in-extremis.

El partido de vuelta, que se disputó el 6 de junio en Mestalla, se inició con mucho nerviosismo, tanto en el terreno de juego como en las gradas. Arbitrado por el señor Escartín, el Valencia formó con Nebot, Melenchón, Torregaray, Abdón, Molina, Conde, Torredeflot, Picolín, Vilanova, Costa y Sánchez. A los 12 minutos de juego, Vilanova devolvió la esperanza a la afición después de anotar el 1-0. Torredeflot equilibró la eliminatoria instantes más tarde, pero el colegiado anuló el tanto valenciano.

Esta decisión provocó una importante incertidumbre en el juego del Valencia, y de ello se aprovechó Lecue para empatar el partido. Tan sólo restaban 45 minutos y el Valencia necesitaba anotar tres goles y no encajar ninguno para superar la eliminatoria. Pese a la dificultad añadida por el gol de los verdiblancos, Costa, en dos ocasiones, y Torredeflot (esta vez si valió su gol), dieron a la escuadra valencianista su pase a las semifinales, donde esperaba el Madrid CF.

El 11 de junio de 1933, el Valencia llegaba a Chamartín con la intención de, al menos, plantar cara a su rival. Considerando que el conjunto madrileño se había proclamado campeón de Liga y que los valencianos habían sufrido hasta la última jornada para permanecer en Primera División, su objetivo real no podía ser otro. Y en contra de lo que pueda sugerir el resultado global de la eliminatoria, el Valencia puso en más de un apuro al conjunto madridista. Vilanova adelantó a los suyos a la salida de un córner, apaciguando momentáneamente los ánimos de un Madrid que comenzó el partido muy volcado al ataque. Sin embargo, muy poco duró la alegría valencianista, puesto que Luis Regueiro e Hilario marcaron seguidamente, y Lazcano situó el definitivo 3-1 en el marcador.

El 16 de junio, en Mestalla, el Valencia necesitaba más que un milagro para eliminar al Madrid CF, y clasificarse para disputar su primera final de Copa, pero Eugenio, con su gol tempranero, desterró todas las posibilidades valencianas. Luis Regueiro, ya en la segunda mitad, amplió la ventaja visitante, y el gol de Torredeflot quedó en una mera anécdota, pues Olivares cerró la cuenta anotadora del partido, certificando el pase del conjunto madrileño a la final. Esta fue la alineación que presentó el Valencia en ambos encuentros: Nebot, Melenchón, Torredeflot, Molina, Torregaray, Abdón, Conde, Costa, Sánchez, Navarro y Vilanova.

Athletic Club de Bilbao y Madrid CF disputaron la final de Copa en Montjuic. Lazcano adelantó a los madrileños, pero los goles de Gorostiza y Lafuente dieron el triunfo final a la escuadra vizcaína.

Plantilla de la temporada 1932-1933

Presidente Manuel García del Moral
Entrenador Randolph Galloway
Porteros Cano, Nebot, Villarroya
Defensas MelenchónPasarín, Torregaray, Vivó
Medios Abdón, Amorós, Castro, López, Molina, Tonín Conde
Delanteros CostaMontañés, NavarroPascualPicolínPrieto, RicartRinoSánchezStors, Torredeflot, Vilanova