Ficha de partido
Valencia CF
4 - 2
CD Castellón
Equipos titulares
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
FigueiridoDel Bosque
28'
Descanso
45'
Óscar Rubén ValdezAsist: Pep Claramunt
48'
Óscar Rubén ValdezAsist: Juan Cruz Sol
67'
Óscar Rubén ValdezAsist: Antón Martínez
75'
Óscar Rubén ValdezAsist: Antón Martínez
78'
Clares (Pen.)
86'
Clares
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: CD Castellón
Records vs CD Castellón
Máximo goleador: Arturo Montes (19 goles)
Goleador rival: Montañés (7 goles)
Más partidos: Cirilo Amorós (18 partidos)
Mayor victoria: 7 - 0 (10.05.1953)
Mayor derrota: 1 - 6 (08.07.1923)
Más repetido: 2-0 (12 veces)
Crónica
Un partido con media docena de tantos, ya es casi notable en esta época de sequía goleadora generalizada, y si añadimos que los seis goles se marcaron en el segundo tiempo, que fueron unipersonales, puesto que los cuatro del Valencia los consiguió su extremo izquierda Valdez, y los das del Castellón su extremo derecha Clarés, y que a mayor abundamiento, estos dos últimos fueron conseguidos en los útimos dos minutos de juego.
El lector podrá darse pronto una idea de lo que fue este Valencia - Castellón que colmó casi a tope el Estadio Casanova al reverdecer 25 años después la vieja rivalidad que existió en un tiempo entre el Valencia y el Castellón. En este encuentro, la primera parte resultó casi unilaeral. El Valencia se dedicó a jugar contra la meta del Castellón, y casi nada más. El Castellón empleó un marcaje personal muy rigurso y sostenido, los delanteros valenclanistas estuvieron muy vigilados y sin embargo chutaron bastante, aunque se vieron obligados a hacerlo sin precisión. Así y todo sus oportunidades bien les debieran proporcionar algún gol. Ciertamente, no tuvo mucha fortuna en este primer tiempo el Valencia, en que dominó de forma abrumadora a un Castellón que parecía tener su objetivo únicamente en romper el juego del adversario.
A los 28 minutos resultó lastimado en un choque con Claramunt el interior castellonense Del Bosque, que hubo de ser retirado del campo sustituido por Figueirido. No varió mucho esta lamentable circunstancia el planteamiento, táctico del Castellón pues Figueirido relevó al compañero lesionado en la tarea de marcaje sobre Lico. El Valencia siguió dominando, jugando con más cantidad que calidad en su fútbol, pero se llegó al descanso sin que funcionara el marcador lo que siempre pone una nota de incertidumbre en el ambiente.
En la segunda parte variaron radicalmente las cosas desde un principio, pues a los 2 minutos, esa ardilla sabia que es Valdez, cuando quiere, marcó el primer gol, y ya encarriló definitivamente el juego. La jugada fue en un golpe franco en que Claramunt rodó la pelota para que Valdez, que hábilmente procuró separerse de la barrera defensiva castellonense, muy numerosa, bateise a Corral, con un tiro mortifero.
El Valencia, como le viene ocurriendo casi siempre, se anima con los goles tanto como se desanima con los contrarios. Aquí empezó a jugar y jugó bastante más. El Castellón también se animó, pero como su delantera se guía siendo muy inocente, el juego pasó a ser ampliamente valencianista. A los 22 minutos, otra vez Valdez marcaba. Ahora, la jugada se la brindó Sol, convertido en ocasional extremo derecha, y su centro logró desviarlo con habilidad y malicia el extremó izquierda. Fue el 2 a 0. A los 30 minutos, una de las galopadas habituales de Antón por el lado izquierdo, terminó en entrega adelantada a Valdez que, habilidosamente, quebró a dos contrarios con una finta y eludió también al portero para batirle con un tiro cruzado. Fue la apoteosis. Y dos minutos más tarde, esta misma jugada que valió al Valencia el tercer gol se repetía, y Valdez, aprovechando la cesión de Antón, marcaba el cuarto gol. Fue el delirio.
El 4-0 dio la tranquilidad absoluta al Valencia que se recreó, y el Castellón, cuya mejor virtud fue el espíritu de lucha, que no declinó en ningún momento, siguió jugando con una tenacidad y un entusiasmo dignos de mejor suerte, y tuvo el premio esa tenacidad, cuando a los 43 minutos, Planelles hizo una jugada dirigiéndose hacia el marco valencianista, y Martínez le derribó. La impresión es que no era una falta: pero el árbitro no lo estimó así y en medio de la protesta general, señaló penalty, que Clarés transformó en el primer tanto castellonense. Y un minuto más tarde, el mismo Clarés realizó una jugada personal, en parte facilitada por la pasividad que mostraron los defensas locales, creyendo que se hallaba en fuera de juego, y desde un ángulo absolutamente increíble, logró batir a Aberlardo, metiéndole la pelota junto a un poste. Totak, protestas, lanzamiento de almohadillas, prórroga de cuatro minutos del encuentro para que se depejara el campo y, finalmente, el 4-2 en el marcador. Goles propios, goles contrarios, y una victoria más que justa y merecida del Valencia, pero con cosas que aderezaron esta rivalidad renacida.
Un partido discreto en cuanto a juego del Valencia, que tuvo a su gran figura en Valdez, el goleador de la tarde, y en Claramunt el mejor jugador, como siempre, con aportaciones interesantes en González, Lico y Antón. En el Castellón, mucho entusiasmo y méritos en Corral, Babiloni, Oscar y Cela. Arbitraje muy despistado el del castellano Martínez Benegas.
El lector podrá darse pronto una idea de lo que fue este Valencia - Castellón que colmó casi a tope el Estadio Casanova al reverdecer 25 años después la vieja rivalidad que existió en un tiempo entre el Valencia y el Castellón. En este encuentro, la primera parte resultó casi unilaeral. El Valencia se dedicó a jugar contra la meta del Castellón, y casi nada más. El Castellón empleó un marcaje personal muy rigurso y sostenido, los delanteros valenclanistas estuvieron muy vigilados y sin embargo chutaron bastante, aunque se vieron obligados a hacerlo sin precisión. Así y todo sus oportunidades bien les debieran proporcionar algún gol. Ciertamente, no tuvo mucha fortuna en este primer tiempo el Valencia, en que dominó de forma abrumadora a un Castellón que parecía tener su objetivo únicamente en romper el juego del adversario.
A los 28 minutos resultó lastimado en un choque con Claramunt el interior castellonense Del Bosque, que hubo de ser retirado del campo sustituido por Figueirido. No varió mucho esta lamentable circunstancia el planteamiento, táctico del Castellón pues Figueirido relevó al compañero lesionado en la tarea de marcaje sobre Lico. El Valencia siguió dominando, jugando con más cantidad que calidad en su fútbol, pero se llegó al descanso sin que funcionara el marcador lo que siempre pone una nota de incertidumbre en el ambiente.
En la segunda parte variaron radicalmente las cosas desde un principio, pues a los 2 minutos, esa ardilla sabia que es Valdez, cuando quiere, marcó el primer gol, y ya encarriló definitivamente el juego. La jugada fue en un golpe franco en que Claramunt rodó la pelota para que Valdez, que hábilmente procuró separerse de la barrera defensiva castellonense, muy numerosa, bateise a Corral, con un tiro mortifero.
El Valencia, como le viene ocurriendo casi siempre, se anima con los goles tanto como se desanima con los contrarios. Aquí empezó a jugar y jugó bastante más. El Castellón también se animó, pero como su delantera se guía siendo muy inocente, el juego pasó a ser ampliamente valencianista. A los 22 minutos, otra vez Valdez marcaba. Ahora, la jugada se la brindó Sol, convertido en ocasional extremo derecha, y su centro logró desviarlo con habilidad y malicia el extremó izquierda. Fue el 2 a 0. A los 30 minutos, una de las galopadas habituales de Antón por el lado izquierdo, terminó en entrega adelantada a Valdez que, habilidosamente, quebró a dos contrarios con una finta y eludió también al portero para batirle con un tiro cruzado. Fue la apoteosis. Y dos minutos más tarde, esta misma jugada que valió al Valencia el tercer gol se repetía, y Valdez, aprovechando la cesión de Antón, marcaba el cuarto gol. Fue el delirio.
El 4-0 dio la tranquilidad absoluta al Valencia que se recreó, y el Castellón, cuya mejor virtud fue el espíritu de lucha, que no declinó en ningún momento, siguió jugando con una tenacidad y un entusiasmo dignos de mejor suerte, y tuvo el premio esa tenacidad, cuando a los 43 minutos, Planelles hizo una jugada dirigiéndose hacia el marco valencianista, y Martínez le derribó. La impresión es que no era una falta: pero el árbitro no lo estimó así y en medio de la protesta general, señaló penalty, que Clarés transformó en el primer tanto castellonense. Y un minuto más tarde, el mismo Clarés realizó una jugada personal, en parte facilitada por la pasividad que mostraron los defensas locales, creyendo que se hallaba en fuera de juego, y desde un ángulo absolutamente increíble, logró batir a Aberlardo, metiéndole la pelota junto a un poste. Totak, protestas, lanzamiento de almohadillas, prórroga de cuatro minutos del encuentro para que se depejara el campo y, finalmente, el 4-2 en el marcador. Goles propios, goles contrarios, y una victoria más que justa y merecida del Valencia, pero con cosas que aderezaron esta rivalidad renacida.
Un partido discreto en cuanto a juego del Valencia, que tuvo a su gran figura en Valdez, el goleador de la tarde, y en Claramunt el mejor jugador, como siempre, con aportaciones interesantes en González, Lico y Antón. En el Castellón, mucho entusiasmo y méritos en Corral, Babiloni, Oscar y Cela. Arbitraje muy despistado el del castellano Martínez Benegas.