Ficha de partido: 13.09.2009: Real Valladolid 2 - 4 Valencia CF

Ficha de partido

Real Valladolid
Real Valladolid
2 - 4
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
David SilvaAsist: Juan Mata
10'
Carlos Marchena
19'
Nauzet
31'
David VillaAsist: Pablo Hernández
34'
César ArzoMarcos
37'
David AlbeldaCarlos Marchena
45'
Descanso
45'
Juan MataAsist: Éver Banega
45'
ManuchoSesma
46'
César Arzo
54'
David VillaAsist: Miguel Brito
56'
Joaquín SánchezPablo Hernández
62'
Héctor FontCanobbio
63'
Manucho
65'
Jordi AlbaDavid Silva
79'
Bruno Saltor
90'
Final del partido
91'

Estadio



Nombre: José Zorrilla
Aforo: 26.242 espectadores
Ubicación: Valladolid (Valladolid) 
Inauguración: 20/02/1982

Rival: Real Valladolid

Records vs Real Valladolid

Máximo goleador: Fernando Gómez (9 goles)
Goleador rival: Morro (4 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (22.03.1964)
Mayor derrota: 0 - 4 (30.09.1956)
Más repetido: 1-1 (14 veces)

Crónica

Silva tiene en Zorrilla uno de sus territorios preferidos. Allí acudió años atrás con el Eibar que entrenaba Mendilibar y comenzó a anunciar un futbolista enorme. Regresó con el técnico vasco enfrente y despachó una primera mitad tremenda, plena de sabiduría futbolística, sencilla, rápida, inteligente. Con el añadido de Banega, recuperado para el fútbol, y de Villa y Mata, el Valencia destrozó en una mitad al Valladolid, un equipo valiente que a veces convierte su osadía en suicidio. Adelantó la defensa, colocó en el medio centro dos futbolistas de mucho toque y poco músculo y no acertó a sellar los espacios favoritos de algunos de los mejores futbolistas de la Liga.

Las intenciones de Emery anunciaban rotaciones, Albelda por Marchena, algo de descanso para los internacionales. Nada. La idea de un principio de curso con dos victorias seduce tanto que el técnico del Valencia cargó todas sus balas, toda la energía, ofensiva y defensiva, de que dispone para intentar el pleno. Mendilibar repitió experiencia porque el Valladolid es un equipo en el que el puesto se gana por puro estajanovismo, el que más trabaja se lo queda, y también por puro rigor, el que sigue su papel al pie de la letra tiene sitio. La faena de Almería, aguantar con diez durante casi todo el partido, tenía recompensa. Eso sí, el nueve le tocaba a Diego Costa, que para eso esta temporada Mendilibar tiene un buen puñado de opciones y hay que probarlas todas cuanto antes.El inicio enérgico del Valladolid tuvo respuesta con la primera aparición de Silva: primera ocasión, primer gol. El canario recogió un rechace, lo colocó en la izquierda y salió como una flecha al área pequeña, donde encontró el agujero entre los centrales y cabeceó el primer gol tras un centro de Mata.

El Valladolid intentó resolver sus errores con más errores, con precipitación, con la defensa un paso más adelante. Nadie quiso administrar el tiempo, quedaba mucho para remontar, nadie quiso dar una voz y el Valencia se adueñó del partido. Tan fácil le resultaba llegar al área que poco a poco se relajó y en un ataque aislado un disparo desesperado pero perfecto de Canobbio rebotó contra las manoplas de Moyá y Nauzet embocó a gol.

El empate devolvió al Valencia al partido y comenzó a emplearse a fondo de nuevo. Banega tomó el mando y comenzó a repartir balonazos a diestro y siniestro, largos pases medidos al extremo, hasta que Pablo Hernández, en posición dudosa, recogió el cuero y se lo entregó a Villa, que lo colocó por debajo del portero. Antes del descanso Mata se escapó de todo el mundo y terminó de sentenciar al Valladolid con el tercero.

El Valladolid tenía que replantearse su partido, su estrategia, casi todo, porque lo anterior había sido un baño. Mendilibar movió piezas, apretó las filas y el inicio de la segunda mitad aparentaba un choque diferente, pero a la que el Valladolid se animó, el Valencia afiló el contragolpe y Villa volvió a zarandear a los centrales con otra aparición por la espalda, con otro remate suave, con el cuarto gol que enterraba definitivamente a un equipo animoso y valiente, pero que apenas pudo defenderse del estado excepcional de ánimo y fútbol de Silva, Villa, Mata y Banega.